Se viene una nueva edición de la Copa América, el torneo de selecciones más antiguo del planeta fútbol, un certamen en el que la Selección Chilena ha marcado pauta desde su arranque en 1916, con un registro en el que las amarguras superan a los triunfos, pero en el que vivió en dos de sus últimas cuatro ediciones, un inolvidable bicampeonato de la mano de la Generación Dorada.
Con un total de 39 participaciones, La Roja buscó protagonismo en el certamen ante los siempre favoritos Argentina, Brasil y Uruguay, aunque antes de su anhelada consagración debió esperar varias décadas y masticar cuatro subcampeonatos.
Con Enrique ‘Cua Cua’ Hormazábal, Misael Escuti y los hermanos Robledo como principales referentes, la Selección rozó su primera Copa cuando el torneo se llamaba Campeonato Sudamericano. Fue en 1955 y como anfitrión, pero terminó cediendo la corona a manos de la Albiceleste, tras caer por la mínima con tanto de Micheli.
Al año siguiente, el certamen fue organizado por Uruguay y Chile volvería a disputar el título, con Hormazábal como máximo artillero. Fue una campaña que estuvo marcada por la goleada sobre Brasil y buenos triunfos sobre Perú y Paraguay, pero esa vez la Celeste se quedaría con la gloria.
Posteriormente, la Selección volvería a ser protagonista en la Copa de 1979, que se jugó por grupos y con partidos de ida y vuelta en distintas sedes del continente. En la zona A, La Roja avanzaría con facilidad dejando en el camino a Venezuela y Colombia, con dos victorias y dos empates, para luego superar a Perú en semifinales, tras vencer 2-1 en Lima y empatar sin goles en Santiago. En la gran definición, el equipo dirigido por Luis Santibáñez enfrentó a Paraguay, y luego de caer 3-0 en el primer choque y vencer por la mínima en la revancha, firmaría un empate sin goles en la tercera final disputada en el José Amalfitani, que le daría la corona al elenco “guaraní”.
En 1987, Argentina sería anfitriona de una nueva gran campaña de La Roja de la mano de Astengo, Basay, Vera y una destacada generación, que nuevamente se situaría en el partido por el título. Una histórica goleada por 4-0 a Brasil en la fase de grupos y una victoria en semifinales ante Colombia en Córdoba abrieron la ilusión de alcanzar el primer éxito, pero Uruguay volvería a ser el verdugo nacional, y con gol de Bengoechea, se alzó con el título en la cancha del Monumental de Núñez.
Ya en 1991, con la base del Colo Colo campeón de Copa Libertadores y Arturo Salah como técnico, Chile volvió a acoger el certamen. El equipo hizo una gran fase de grupos, clasificando como segundo detrás de Argentina, pero remataría tercero en la fase final y viendo consagrarse a la Albiceleste, tras sendos empates con Colombia y el equipo de Basile, y perder con Brasil en el último encuentro.
Desde aquella última edición y, con excepción la Copa en Paraguay 1999 donde fue semifinalista, La Roja pasó a ser actor secundario, con irregulares campañas y escándalos extrafubolísticos, como el de Venezuela 2007, donde algunos seleccionados cometieron actos de indisciplina en el hotel de concentración, que terminaron con la salida del entonces técnico, Nelson Acosta… Sin embargo, esa opaca historia tendría un vuelco en 2015, de la mano de una Generación Dorada.
La primera consagración y en casa
Con Jorge Sampaoli como entrenador, una camada de jugadores experimentados como Claudio Bravo, Jorge Valdivia y David Pizarro, sumados al talento joven de Arturo Vidal, Alexis Sánchez, Charles Aránguiz, Gary Medel y Eduardo Vargas, y una grata experiencia el Mundial de Brasil 2014, Chile volvía a ser anfitrión de la Copa, viviría una fiesta en cada encuentro y por fin lograría gritar campeón.
Tras sortear como primero la fase de grupos con triunfos sobre Ecuador y Bolivia (2-0 y 5-0, respectivamente), y un vibrante empate ante México (3-3), La Roja eliminaría en cuartos de final a Uruguay con un golazo de Mauricio Isla, y posteriormente, lograría su boleto a la definición a costa de Perú, con dos goles de Vargas. En la gran definición y con un Estadio Nacional desbordado, Chile se midió con la Argentina de Messi y logró alcanzar el anhelado trofeo, luego de igualar sin goles en tiempo suplementario e imponerse por 4-1 en la tanda de lanzamientos penales; aquel 4 de julio de 2015, La Roja rompía una maldición, escribiendo su capítulo más glorioso en la añosa Copa América.
¡Dale bicampeón!
Al año siguiente, y con la abrupta de Sampaoli del banco, La Roja emprendía una nueva aventura internacional, esta vez comandada por Juan Antonio Pizzi, en la que sería una edición especial del certamen y que se desarrollaría en Estados Unidos: la Copa América Centenario. Tras una fase de grupos donde dejó ciertas dudas luego de caer en el debut con Argentina y ganarle a Bolivia por 2-1 en tiempo adicional, Chile doblegó a Panamá por 4-2 y sacó pasajes a octavos de final, donde se mediría con México, rival al que vencería en Santa Clara por un categórico 7-0; sería la primera señal de que el equipo había despertado y podía volver a luchar por la corona.
Luego de bajar al “Tri”, La Roja se topó con Colombia en Chicago, en un duelo que debió suspenderse por varias horas por una tormenta y del que salió airoso por 2-0, con tantos de Aránguiz y Fuenzalida… El equipo otra vez estaba en una final, y se toparía nuevamente con Messi y compañía.
El 26 de junio, el MetLife de East Rutherford sería testigo de una nueva consagración de la Selección, otra vez con dramatismo, tras un empate sin goles en 120 minutos y desde la tanda de los penales: Chile era bicampeón de América, algo impensado para muchos fanáticos, en un país donde escasean los logros deportivos.
Posterior a aquella conquista, Chile quedó fuera del Mundial de Rusia y participó por primera vez en la Copa Confederaciones, para luego disputar la Copa América de Brasil en 2019, donde al mando de Reinaldo Rueda, remató en cuarto lugar, sin mostrar muchas luces.
En la edición de 2021, Chile quedó eliminado en cuartos de final al caer por 1-0 ante Brasil de la mano de Martín Lasarte.
Con Ricardo Gareca como entrenador, La Roja se alista para volver a Estados Unidos, país de su último campeonato, para intentar levantar su tercer trofeo.