Tras recibir por parte de la Conmebol la ratificación de su paso a los cuartos de final de la Copa Sudamericana, Universidad de Chile inició los ajustes de su calendario de septiembre.
Uno de los primeros objetivos de los azules es suspender la realización de la Supercopa ante Colo Colo -programada por la ANFP en el estadio Santa Laura el próximo domingo 14 (15:00 horas)- debido que dos días después la U debe viajar a Lima para jugar el 18 el partido de ida contra Alianza de Lima, su rival en la Sudamericana.
La alternativa que plantearon los azules era adelantar en un día la realización de ese encuentro ante los albos pero la opción fue desestimada por Carabineros. Sin embargo, ese no es el único tema que debe resolver la U.
El encuentro de vuelta ante los peruanos está fechado para el día 25 de septiembre. Y no hay todavía estadio para su realización debido a que el Nacional, que es donde habitualmente Universidad de Chile hace de local, está reservado para la realización del Mundial Sub 20 de Chile.
Y jugar en el estadio Francisco Sánchez Rumoroso de Coquimbo surge como una buena alternativa para que la U ejerza su localía ante Alianza de Lima. Ello porque tres días después de ese encuentro, Universidad de Chile debe jugar en La Serena, ciudad aledaña a Coquimbo, por la Liga de Primera.
Por esto, según señaló el diario La Tercera, la dirigencia de Azul Azul pidió ya formalmente a las autoridades el recinto de Coquimbo, haciendo hincapié que, por la resolución de la Conmebol, tal partido se jugará sin público, lo que haría menos complejo el control de seguridad.