El cierre de la llave entre Universidad de Chile y Lanús fue tan polémico como la acción misma que terminó en el único gol del conjunto argentino y que, a la postre, le dio la clasificación a la final de la CONMEBOL Sudamericana 2025.
Los jugadores de la U se sintieron pasados a llevar tras el pitazo final y los festejos del Granate, algo que, sumado a la controversia que generó el no cobro de una mano en el nacimiento de la jugada que terminó en el gol de Rodrigo Castillo, hizo estallar la impotencia de los Azules.
Matías Saldivia, Nicolás Guerra y el portero contrario Nahuel Losada iniciaron un entrevero, donde un grupo mayoritario de suplentes de la U se sumaron al lote, con manotazos y empujones donde tuvieron que intervenir los cuerpos técnicos de ambos equipos e, incluso, la gente de seguridad del estadio Ciudad de Lanús en Buenos Aires.
En el encuentro de ida también hubo una gran polémica sobre el final, pero en este caso en favor del cuadro chileno, que se vio beneficiado por la intervención del VAR en el último minuto con un penal a favor, el que significó el empate 2-2 en Santiago.
Lo cierto es que los ánimos subieron de tono y la actuación, tanto del VAR como del juez venezolano Alexis Herrera, quedarán para el análisis post partido, en un compromiso que significó el fin del sueño para el equipo chileno, el que, además, venía de perder en el ante Universidad Católica y complicó sus chances de clasificar a la próxima Libertador