El joven arquero, cuestionado semanas atrás, se convirtió en el héroe absoluto de la final al detener dos penales y sostener a la Liga en su noche más exigente
Cuando Washington Ortega cayó lesionado el 23 de noviembre, el golpe fue emocional y deportivo.
Alajuelense se quedaba sin su líder en el arco justo cuando debía afrontar la etapa decisiva de la Copa Centroamericana. Las dudas no tardaron: ¿estaba Bayron Mora preparado para una final internacional?
Con apenas 22 años y cinco partidos en Primera División, el guardameta formado en Paso Canoas recibió el desafío de su vida. La conversación alrededor del equipo giró en torno a su falta de experiencia. Pero el fútbol, como siempre, guarda historias que se escriben desde la valentía.
En su debut internacional, durante la ida ante Xelajú, Mora no logró detener el penal que complicó la serie. En redes sociales le llovieron cuestionamientos, y muchos insistieron en que la Liga necesitaba un portero suplente de mayor recorrido.
Una semana después, esas voces quedaron silenciadas.
La noche histórica
En el Estadio Cementos Progreso, Bayron Mora jugó el partido más importante de su corta carrera: atajadas, reflejos y nervios de acero.
Desvió remates a quemarropa
Evitó un gol cantado con una estirada monumental
Sostuvo al equipo cuando Xelajú se lanzó con todo
Fue el arquero más influyente del encuentro
El empate 1–1 que llevó el partido al alargue tuvo un sello claro: seguridad en el arco rojinegro.
Alajuelense perdió posesión con la salida de Celso Borges y retrocedió metros. Xelajú adelantó líneas, pero Mora mantuvo la calma: dos intervenciones cruciales sostuvieron la esperanza manuda.
La tanda de penales lo elevó a héroe
Y entonces llegó el momento decisivo.
Bayron Mora detuvo los lanzamientos de Jesús “Chucho” López y Steven Cárdenas, adivinando ambos disparos con una lectura impecable. El portero estuvo a milímetros de detener otros, reaccionando a tiempo en casi todos los cobros.
Fue la consagración. Fue la noche en que dejó de ser promesa para convertirse en protagonista de un tricampeonato histórico.
Tras recibir el premio al jugador de la final, Mora habló para ESPN:
“Estoy muy satisfecho. No ha sido un camino fácil; ha sido largo y complicado, pero logramos lo que queríamos: el tricampeonato”.
También dedicó parte del triunfo a la afición y al país:
“Esto es para Costa Rica y para toda la gente que nos apoyó”.
Washington Ortega, desde la banca, lo arropó en cada celebración. El veterano fue soporte emocional del portero que llevaba su número, su espacio y ahora, también, un título internacional.
Un nuevo ídolo
Con solo cinco partidos en la máxima categoría, Bayron Mora ya se ganó un espacio que pocos consiguen a esa edad: el corazón de la afición manuda.
Ese joven portero, cuestionado y señalado hace apenas días, escribió una de las páginas más memorables del tricampeonato rojinegro.
