Este martes Aucas presentó a sus refuerzos, que convierten al equipo en uno de los candidatos de la segunda fase de la Liga Pro.
Uno de ellos es el arquero Hernán Galíndez, quien volvió al país tras su paso por el fútbol chileno, donde no le quedó una gran experiencia en la faz humana: "La hinchada de la U de Chile nunca me hizo nada, pero sí tuve episodios con hinchas de otros equipos cuando se hablaba del tema de Castillo. En un mall, una persona hizo llorar a mi hijo con sus comentarios y eso cambió todo: tenía que volver a Ecuador”.
Pero la cosa no quedó solo en eso: “Tuve algunas amenazas y unos mensajes que recibió mi mujer que nos tenían muy incómodos. Decidí volver a Ecuador y mientras estaba negociando con Aucas, entrené aparte del grupo de jugadores de la U de Chile”.
El guardametas encontró mucho afecto en su nuevo club: “En Aucas me han recibido con mucho cariño y respeto. Me han hecho sentir que me quieren ahí y eso es muy lindo. Yo seré el mismo de siempre, trato de preocuparme que todos estén bien, pero nunca busco ser un líder”.
Para Galíndez la propuesta deportiva tuvo su importancia: “Estoy feliz de volver a Quito, me siento de nuevo en mi casa. Estuve dos veces cerca de llegar a Aucas y ahora, vi el proyecto, el plantel, la dirigencia y eso me invitó a tomar la decisión de venir”.
El arquero quiere continuidad para asegurar su lugar en el plantel mundialista del Tri, pero sabe que tendrá competencia: “Frascarelli es un gran arquero, lo ha demostrado en muchas temporadas, además es una gran persona y me alegra ser su compañero. No va a ser fácil ser titular, nadie me lo va a regalar. Haré todo lo que esté a mi alcance para jugar, con armas leales”.