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César Limón: América, Memo Ochoa y el Rayo Vallecano

El portero de 17 años habló con ESPN sobre las fuerzas básicas del América, su llegada al Rayo Vallecano y una anécdota con Guillermo Ochoa.


César Limón no sabía si jugar de delantero, defensa o portero en la época que echaba la cáscara en las canchas de los ‘Lavaderos’, en Veracruz. A sus 17 años, es firmado por el Rayo Vallecano de España como guardameta, después de estar en las fuerzas básicas del América, y convivir con uno de sus ídolos: Guillermo Ochoa.

“Mi papá es de una zona de Veracruz, que se llama los ‘Lavaderos’, ahí empecé a jugar. Jugué en todos lados, con mis amigos de la infancia. Así conocí el futbol, comencé como delantero, después fui defensa central, pero no me gustaba mucho y opté por la portería”, recuerda César Limón, que ya está con el Rayo Vallecano, en entrevista con ESPN.

En una práctica en el primer equipo de las Águilas, César Limón se quedó sin pareja y Guillermo Ochoa se acercó al originario de Veracruz, “entre porteros la armamos”, le dijo.

“Hay un momento que vale oro para mí. Se hizo un torneo de dominar la pelota en parejas, en una práctica con el América. No tenía equipo y se me acercó Ochoa, me dijo ‘entre los porteros la armamos’ y me dio la mano. Entre él y yo ganamos, el premio era una tarjeta de Starbucks, que todavía tengo y la guardo con mucho cariño”, narra Limón, que va a las fuerzas básicas del club español.

El chico de 17 años dice que el futbol se trata de “esfuerzo y sacrificio” y “un poco de suerte”, lo que le ayudó a superar un proceso de selección de 80 porteros para quedarse en las juveniles del América, la misma fórmula que ahora lo tiene en el Rayo Vallecano de España.

“Me fui con mi mamá, solos, a la CDMX en un ADO. Me presenté en las visorias del América. Pasé los filtros, fueron tres o cuatro días de visorias, llegaron 80 y llegué hasta el final, así se me abrió la puerta del club más grande de México”, cuenta el originario de Veracruz.

En las Águilas, Guillermo Ochoa ha dejado escuela. No sólo en la parte técnica, sino en la tradición del sacrificio. El veterano arquero se fue de las Águilas a sus 38 años a pelear por el descenso en el Salernitana de Italia, algo que han emulado arqueros como Fernando Tapia, que pasó por el Ascenso MX y ahora brilla con los Gallos, y César Limón, que va a luchar al Rayo Vallecano.

“Hay muy buen trabajo en fuerzas básicas, estoy orgulloso de Fernando Tapia, que le va bien. Falta un poco más de oportunidad. La suerte se tiene que combinar con la preparación y oportunidad, hay que estar atento a que llegue y no soltarla”, opina el portero de 17 años.