Leicester, Montpellier, Kaiserslautern, Hellas Verona y Boavista son los casos más recordados de campeones inesperados que pueden inspirar al Girona en España.
BARCELONA -- El Girona defenderá el lunes en su estadio de Montilivi, frente al Athletic Club, un liderato que hace tres meses, cuando comenzó LaLiga, nadie habría sospechado.
De hecho, cuando el 30 de septiembre, en la octava jornada, el Real Madrid lo goleó por 0-3 y le descabalgó del primer puesto se dio por hecho que su aventura en la parte alta de la clasificación se había acabado... Y casi dos meses después, habiendo ganado los cinco siguientes partidos, no solo sigue ahí, sino que manda en solitario y con la mejor puntuación de un líder en España a estas alturas en las cinco últimas temporadas.
Se empieza a hablar, con admiración pero aún en voz baja, del nuevo Leicester City, estableciendo comparaciones con aquel sorprendente campeón de la Premier en 2016, y aun entendiendo que considerar al Girona como real candidato al título a estas alturas puede ser muy, quizá demasiado, atrevido, ESPN contactó con cuatro periodistas de Inglaterra, Francia, Alemania, Italia y Portugal para conocer sus impresiones... Recordando las hazañas que protagonizaron el propio Leicester, el Montpellier en 2012, el Kaiserslautern en 1998, el Hellas Verona en 1985 o el Boavista en 2001. Todos ellos fueron campeones contra toda lógica, desafiando el sentido común del futbol y haciendo historia con mayúsculas.
Brian Owen del diario The Argus, Alexandre Aflalo de Le Parisien, Javier Cáceres del Süddeutsche Zeitung, Enzo Palladini de SportMediaset y Vitor Pinto de Record coinciden en afirmar que es "demasiado pronto" para considerar a este Girona candidato al título pero, a la vez, sostienen que sería "una gran noticia" para el futbol aunque, fríamente, les cuesta verlo como campeón.
Aunque aquellos campeones superaron a históricos o candidatos como Manchester United, Manchester City, Arsenal, Tottenham Hotspur, Paris Saint-Germain, Lyon, Bayern Munich, Borussia Dortmund, AC Milan, Inter de Milán, Juventus, Porto, Benfica o Sporting, el potencial de Real Madrid y Barcelona (y también Atlético de Madrid) se considera prácticamente inalcanzable para este Girona que, también coinciden todos ellos, "es un soplo de aire fresco en unas Ligas marcadas por los grandes".
LA REALIDAD DE AQUELLOS CAMPEONES
Leicester 2015-16: En la temporada anterior era colista al acabar la primera vuelta y logró salvarse a falta de dos jornadas para acabar la Liga. Claudio Ranieri llegó por sorpresa sustituyendo a Nigel Pearson, un héroe para los fans y que fue despedido en verano por un desencuentro con los dirigentes. La llegada del veterano entrenador italiano provocó toda clase de burlas... que se fueron apagando poco a poco con el transcurrir del curso. United y City fueron cediendo terreno, luego se descolgó el Arsenal y al final cedió a la presión el Tottenham. Riyad Mahrez, Jamie Vardy, Kasper Schmeichel, N'golo Kanté, Danny Drinkwater, Wes Morgan y Robert Huth formaron la columna vertebral de un equipo solidario y alegre a partes iguales, al que Ranieri sacó todo el provecho.
Montpellier 2011-12: Más cerca del descenso que de Europa al acabar la temporada anterior, su impacto fue inesperado. Tres años antes había acabado la dictadura del Lyon (siete títulos consecutivos) y se habían proclamado campeones consecutivamente Girondins, Marsella y Lille, antes de la llegada de los cataríes al PSG, cuyo estreno en Francia coincidió con la sorprendente campaña del Montpellier, que le aguantó el pulso toda la temporada hasta dejarle por detrás. El impacto de Bedimo y Hilton en defensa, la eclosión de Giroud (21 goles) en ataque y la capacidad de Belhanda en el mediocampo fueron clave, tal como la seriedad y dirección de René Girard en el banquillo.
Kaiserslautern 1998-99: Recién ascendido a Primera División, el discurso que impuso su entrenador Otto Rehhagel al comenzar la temporada fue la necesidad de sumar "cuanto antes" los puntos posibles para evitar otro descenso, aspirando a mantenerse sin sufrimiento. Ni su extraordinario inicio de Liga, enlazando seis victorias y un empate que le catapultaron desde el principio al liderato, cambió la filosofía del técnico y de la misma plantilla, cuyos jugadores no se creyeron campeones hasta el momento en que lo consiguieron. Los 21 goles de Olaf Marschall, el liderazgo de Ciriaco Sforza en su retorno a Alemania tras un mal año en el Inter y la inesperada aparición de Schjonberg, fichado al Odense de Dinamarca, destacaron en un equipo veterano y compacto dirigido con mano de hierro por el veterano Rehhagel.
Verona 1984-85: Acababa de llegar Maradona al Napoli, la Juventus de Platini defendía el título y el Inter había fichado a Rummenigge... ¿Quién iba a pensar en el modesto Verona? Su única aspiración era asentarse en la parte media de la clasificación... Y sin embargo fue líder de la primera a la última jornada, sobrándole dos para proclamarse campeón y perdiendo solamente dos partidos, ante Avellino y Torino. Dirigido por un Osvaldo Bagnoli que hizo de la humildad bandera y rechazó hasta el penúltimo día la palabra Scudetto, aquel equipo contó con dos extranjeros alejados del glamour pero indispensables para entender el éxito: el alemán Briegel y el danés Elkjaer Larsen. A su lado los 11 goles anotados por el joven Galderisi y los solo 19 encajados acabaron de explicar la razón de aquel milagro.
Boavista 2000-01: Subcampeón en 1999 y cuarto al año siguiente, el Boavista era ya un equipo respetado en Portugal... pero en un campeonato dominado desde 1947 por Porto, Benfica y Sporting no podía pensarse que llegase no ya a pelear por el título, sino, más aún, conquistarlo. A mediados de noviembre (jornada 12) era cuarto a ocho puntos del Porto, pero a partir de ahí enlazó diez victorias consecutivas, una de ellas ante el propio Porto, que le catapultaron al liderato al acabar la primera vuelta... Y que ya no perdió. Entrenado por un Jaime Pacheco que imprimió un juego muy físico, aquel Boavista no tenía futbolistas de relumbrón, siendo el año del descubrimiento definitivo de Petit (que en 2002 ficharía por el Benfica), y basó buena parte de su triunfo en una aguerrida defensa (fue el equipo menos goleado).
El equipo de Carlo Ancelotti venció al equipo che por 5-1 y se mantiene como escolta del Girona.
Estas fueron las cuestiones a las que respondieron los periodistas encuestados:
1.- ¿Cuándo empezó a pensarse en el club que podían ganar la Liga?
Brian Owen: El día que el Leicester perdió en el campo del Arsenal por 2-1 en febrero, una semana después de ganar al City en el Emirates, fue cuando los jugadores empezaron a pensar que podían ser campeones (por la manera como respondió el equipo jugando con diez toda la segunda parte y encajando el segundo gol en el minuto 94). Ganaron cinco de los siguientes seis partidos por 1-0 y cuando en la jornada 32 el Tottenham empató en Anfield un día antes de que ganasen al Southampton fue la primera vez que Ranieri aceptó que podían ser campeones.
Alexandre Aflalo: Realmente el Montpellier de aquella temporada estuvo en buena posición para lograrlo durante toda la campaña, pero recién empezaron a creer realmente en ello y a decirse a sí mismos que podrían hacerlo hacia el final del campeonato, es decir, alrededor de marzo o abril. A partir de la jornada 20 se posicionaron como candidatos, pero sólo cuando el título estuvo al alcance de la mano empezaron a hablar realmente de ello como algo posible. No recuerdo que fuera un equipo demasiado ambicioso y mucho menos arrogante.
Javier Cáceres: Aquel Kaiserslautern de 1997 acababa de ascender y empezó la temporada ganando sorprendentemente al Bayern en Múnich y de los siguientes seis partidos ganó cinco y solo empató uno. Fue una gran sorpresa para ellos mismos, pero cuando perdieron en casa contra el Werder Bremen Otto Rehhagel, el entrenador, avisó que era "imposible" acabar arriba. "Al empezar la temporada nuestro objetivo era salvarnos" recordó años después Miroslav Kadlec, el capitán, reconociendo que no pensaron en la posibilidad de ser campeones "hasta que faltaban cuatro o cinco jornadas".
Enzo Palladini: Nunca en el Verona llegaron a pensar en la posibilidad de ganar la Liga. Ni cuando ya estaban cerca. Osvaldo Bagnoli, el entrenador, dijo despues de pocos partidos: "Tenemos que tener buenos frenos, porque hemos subido muy rapido y la caída será muy peligrosa". La verdad es que era un equipo muy humilde, como su entrenador. Las estrellas también, como el danés Preben Elkjaer-Larsen y el alemán Peter Briegel. Solo empezaron a referirse a ello cuando quedaban tres o cuatro jornadas y eran líderes con ventaja de entre tres y cuatro puntos.
Vitor Pinto: El Boavista ya había sido subcampeón en 1999 por detrás del Porto... Tenía un crecimiento y se sabía que podía volver a ser un equipo competitivo... pero fue en enero, al ganar al Porto al final de la primera vuelta y colocarse líder, cuando empezó a pensar realmente que podía luchar de verdad por ser campeón. A partir de ahí solo perdió un partido en toda la segunda vuelta hasta la jornada final y en el equipo existía ya el convencimiento de que iba a lograrlo.
La mirada táctica de la victoria del Girona sobre el Rayo, 2-1, por la jornada 13 de LaLiga. El equipo catalán suma 34 puntos y es líder absoluto de LaLiga.
2.- ¿Y en el país? ¿Cuándo se empezó a ver que eran realmente candidatos a ganar la Liga?
Brian Owen: El Leicester empezó la temporada no solo como candidato sino como uno de los favoritos para el descenso. Se había salvado in extremis la temporada anterior. Había quien se burlaba de la llegada de Claudio Ranieri como entrenador y muchos apostaban por su despido antes de Navidad. Durante la primera mitad del curso fue una distracción agradable pero nada más... Hasta que a partir de enero comenzó a ser tomado en serio, por mantener ese juego compacto, los goles de Vardy, la calidad de Mahrez, el despliegue de Kanté y su sobriedad defensiva. Cuando empezó febrero como líder, los demás entrenadores ya hablaban del Lester como candidato y los medios comenzaron a avisar que era posible.
Alexandre Aflalo: Suele ocurrir con todos los equipos que no están acostumbrados a pelear por el título, como pasó también con el Mónaco en 2017 o el Lille en 2021... Cuando entramos en el sprint final y ves al equipo bien situado es cuando empiezas a considerarlo como realmente candidato. Muchos equipos hacen un gran comienzo de temporada pero se pierden en el camino y no logran mantener el altísimo nivel. Es en el último tercio del campeonato, cuando comienza la carrera por el título, cuando realmente lo consideramos y aunque aquel año existió esa duda durante muchos meses, siempre nos preguntamos, hasta el final, si el Montpellier sería capaz de hacerlo.
Javier Cáceres: Desde que se disputaba la Bundesliga unificada, en las seis temporadas anteriores hubo cuatro campeones distintos, con lo que aunque el Bayern, que había sido campeón el año anterior, era el favorito, el torneo estaba más abierto y había tres o cuatro equipos más (Leverkusen, Dortmund, Hamburgo o Shalke) que podían considerarse aspirantes, pero en el Kaiserslautern nadie pensaba. Absolutamente nadie. El fútbol alemán no le empezó a tomar en serio hasta la pausa de Navidad, a la que llegó ya con cuatro puntos de ventaja, pero no fue hasta bien entrado el mes de marzo que se consideró que podía ganar la Liga.
Enzo Palladini: Los periódicos no se creían que el Verona pudiera llegar hasta el final. Pero esta Liga tenía una particularidad: fue la unica temporada en que había sorteo total de los arbitros. Puede significar nada o todo, depende. Pero cada lunes los diarios enviaban sus enviados para contar la fábula del equipo pobre que lucha para ganar. Además que los arbitros estaban menos condicionados, el Verona era un equipo en el que los once titulares jugaban siempre y tenían una combinacion perfecta y a medida que se fueron acercando las últimas jornadas, y aunque Bagnoli no quería ni oir hablar de ello, en Italia ya se creyó en el milagro.
Vitor Pinto: Aquel Boavista era un equipo poco brillante y menos convencional. Su juego era muy intenso y agresivo, en sus partidos se podían alcanzar las 40 faltas y su combatividad superó todos los problemas, haciéndose respetar por todo el mundo. En Portugal se pensó que podría luchar por las primeras plazas, pero cuando de verdad empezó a considerarse que sería campeón fue en marzo, cuando se escapó a seis puntos del Sporting.
Los mejores pases gol de la jornada 13. Girona es el líder solitario. Real Madrid es escolta y Barcelona está en tercer lugar.
3.- ¿Es comparable a lo que está haciendo el Girona en España?
Brian Owen: Sí, claro. Todo el mundo habla de ello, pero la verdad es que el Leicester venía de más lejos, de una realidad más difícil y sin ningún apoyo externo como tiene el Girona con el City. También tenía sobre el papel más rivales mucho más poderosos que él en la Liga pero está claro que son dos casos que se pueden comparar, al menos por el momento. Con todo, el mayor milagro que se recuerda es el del Nottingham Forest, que entre 1977 y 1980 subió de 2ª División, ganó la Liga en su primer año y después enlazó dos Copas de Europa.
Alexandre Aflalo: Por supuesto que es comparable con el Montpellier... Aunque creo que aún es demasiado pronto para hablar de un Girona candidato al título. Hay muchos puntos en común (es un club pequeño con una gran generación, un equipo bien engrasado, al que no esperaríamos y que puede lograr una hazaña histórica)... Pero una gran diferencia en mi opinión: En España, a diferencia de Francia, hay tres grandes equipos (Real, Barça, Atlético) que ganan sistemáticamente los títulos. El Montpellier lo ganó en Francia el año en que se compró el PSG, pero en ese momento el dominio parisino aún no había comenzado y el título, después de la gran era del Lyon, era más disputado. En mi opinión, si el Girona llegase a ser campeón debería compararse más con el Leicester.
Javier Cáceres: Se hace difícil compararlo. El Kaiserslautern venía de abajo, acababa de ascender y aunque había sido campeón en 1991 fue adquiriendo la inercia de ganar aprovechando que no existía en ese momento un equipo muy dominante, como en España sí los hay. Pero está claro que el Girona representa como aquel equipo una novedad en la competición, una lucha contra la lógica.
Enzo Palladini: Es comparable, desde luego, porque el Verona no tenía el poder economico para pagar sueldos altos a sus futbolistas y al entrenador. No estaban acostumbrados a luchar por alto objetivos y la competencia era muy fuerte. Acababa de llegar Maradona al Napoli, estaba el Inter de Rummenigge, la Juventus de Platini y Boniek, la Roma subcampeona de Europa... Nadie podía pensar en el Verona y eso, creo, es lo que pasa ahora con el Girona.
Vitor Pinto: Sí se puede comparar... Aunque son casos distintos porque el Boavista siempre fue un club con mucha tradición en Portugal, había ganado cinco veces la Copa y tres la Supercopa, había jugado Champions... Y el Girona aparece de la nada, sin tener esa historia detrás, pero tiene el soporte del grupo del Manchester City y eso le da una estabilidad que no tenía el Boavista. Y que luego, con las deudas por la construcción del nuevo estadio, le afectó.
Presencia del Girona, Real Madrid, Atlético de Madrid y Barcelona en el equipo ideal de la fecha.
4.- Desde la distancia, ¿cree que el Girona puede luchar por ganar la Liga hasta el final?
Brian Owen: Desde la distancia y sin conocer a fondo la realidad del Girona, creo que hoy por hoy tiene muy difícil pensar y aspirar a lograrlo porque tanto el Barcelona como el Real Madrid son mucho más poderosos y tienen plantillas más amplias y de mayor calidad. En 2016 los grandes solo se dieron cuenta del peligro del Leicester cuando ya era demasiado tarde y por eso fueron ellos, con el Totteham al frente, los que sintieron una presión añadida que no tenía el Lester. Pero en noviembre de 2015 nadie en Inglaterra veía posible que ganase la Liga, como tampoco lo pensaba del Blackburn Rovers en 1995...
Alexandre Aflalo: Realmente pensar eso a estas alturas es muy osado... Pero, ¿porqué no? Sin duda tiene las cualidades para hacerlo. Puede tener la temporada perfecta, puede que sea una vez en su historia, pero a veces los planetas se alinean... y significa un cambio con respecto a los campeones habituales. Es un soplo de aire fresco para el fútbol que demuestra que todavía se pueden hacer grandes cosas sin ser un club poderoso. ¡Y esa es la magia de este deporte!
Javier Cáceres: Es difícil, muy difícil, qué duda cabe. Pero si mantiene el nivel exhibido hasta ahora, ¿quién sabe? Tiene calidad, tiene hambre de gloria y dispondrá, por no jugar en Europa, de fases de descanso importantes que los otros equipos que están arriba no tendrán. Visto desde la distancia sería muy lindo, ya solo por romper la monotonía que se ha instalado en todas las Ligas.
Enzo Palladini: La posibilidad, claro, existe, pero es muy remota. Antes el futbol era muy diferente. En 1985 los equipos estaban formados por once titulares, tres suplentes y algún joven. La alineación se podía aprender como una poesía. Mi impresión es que hoy, con 25 titulares por cada equipo, al final los grandes poderes económicos acaban ganando. Real Y Barça si tienen cinco lesionados tienen otros cinco internacionales para utilizar, mientras que el Girona si pierde a un par de jugadores importantes puede tener problemas. Así que no le será nada fácil llegar hasta el final.
Vitor Pinto: En Portugal se le sigue con mucho interés y elogio... Pero ahora mismo no se cree que pueda ser campeón. Todo el mundo mira aún por encima suyo a Real Madrid y Barcelona, que se ven como dos pesos pesados que acabarán imponiendo su superioridad, como también el Atlético. Pero también se considera que será un equipo que puede perfectamente alcanzar un puesto de Champions. Su mayor mérito es la confianza que ha ganado en este gran inicio de temporada y que provoca que se hable de él como la historia de la Cenicienta o de David contra Goliat.