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Real Madrid: ¿cuánto han pesado las bajas de Toni Kroos y Nacho?

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¿No se valora a Rodrygo Goes? (2:35)

El brasileño fue clave en la victoria de Real Madrid sobre Stuttgart en la Champions League. (2:35)

Las bajas de Kroos y Nacho dejaron dos huecos difíciles de llenar en Real Madrid, que no fichó jugadores en esas posiciones


MADRID -- Aunque el Real Madrid no sufrió muchas bajas para esta temporada, mantuvo una tendencia al dejar ir a jugadores importantes como Toni Kroos y Nacho, ausencias que, en principio, parecen difíciles de superar.

La de Toni Kroos es la principal. El alemán se enamoró del Real Madrid cuando llegó en 2014 y, desde entonces, ambos emprendieron una relación de amistad que terminó en idilio perenne. El alemán era el balance, el equilibrio, la elegancia y el toque hecho fútbol. Llegó sin hacer ruido y, con la misma timidez pública, abandonó el club en lo más alto después de conseguir otra Champions League.

Porque Kroos era tan especial que fue distinto hasta en la despedida. Otros hubieran intentado quedarse hasta que el futbol les diera la patada, pero él se apartó pudiendo quedarse más años en la élite. Tiró de sentido común y de solidaridad con un club que le dio todo y al que él dio todas las facilidades con el fin de que los más jóvenes dieran un pasito al frente.

Pero el Real Madrid, como el pérfido enamorado que es del futbol de Kroos, no lo ha superado. Como aquel novio que mira la foto de su ex cada noche anhelando su vuelta, los blancos han perdido el rumbo en el centro del campo y necesitan una figura parecida que otorgue equilibrio a la medular. El equipo sigue partido en dos y no hay visos inmediatos de un balance parecido. Veremos si cuando vuelvan Jude Bellingham y Eduardo Camavinga la cosa mejora y Ancelotti respira más tranquilo, porque de momento hay urgencias en el Bernabéu.

Otra de las despedidas más amargas fue la de Nacho Fernández. Después de pasar una vida de blanco, el capitán encargado de ofrecerle la última Champions League a la Cibeles se fue a Arabia Saudita. En este caso el enamoramiento es diferente. Es el amor y cariño a quien se considera un hijo de Valdebebas. El típico niño que llega con la misma cara de inocencia con la que se fue, el pequeño que llega con la ilusión de triunfar en su equipo y lo consigue, y el adolescente ejemplar que se mereció elegir un futuro diferente al que sus padres tenían pensado para él.

Porque muchos en Valdebebas pensaban que Nacho sería uno de los últimos One Club Men. Había esperado su momento, había interiorizado su rol y, por fin, le llegaba la recompensa de ser el sucesor de los Sergio Ramos o Iker Casillas para levantar los trofeos. El dinero de Arabia Saudita le sedujo y nadie le puso un pero más allá de lo ya comentado.

Además, a nivel deportivo el Real Madrid lo echa de menos. Quizá no como titular indiscutible porque nunca lo fue, pero sí como hombre importante de rotación. Con Joan Martínez lesionado, con Jesús Vallejo como última opción y con David Alaba lesionado, Nacho hubiera iniciado en varios partidos del inicio de liga para rotar con Éder Militão y Antonio Rüdiger. Ancelotti sabe que el año es largo y no quería líos en defensa ni arriesgarse a futuras lesiones. Pero Nacho decidió irse y el italiano no tuvo a ningún recambio de garantías.

Con Joselu, que también optó por la aventura en Arabia Saudita, no pasa lo mismo. Los servicios prestados se agradecieron, sobre todo sus noche mágica contra el Bayern Munich, pero en su lugar llegaron Kylian Mbappé y Endrick. Ambos jugadores tienen más presente y futuro que el internacional español, por lo cual nadie le echa de menos más allá de ser un tipo fenomenal y un grandísimo profesional.

En el caso de Juanmi Latasa, Kepa Arrizabalaga o Álvaro Rodríguez tampoco se echa a nadie de menos. Quizá sí a Rafa Marín, cuya venta al Napoli sorprendió cuando todo el mundo pensaba que reforzaría a la zaga merengue tras un gran año en el Alavés y cuyo caso se asemeja bastante al de Nacho: sería ideal para completar la defensa. Sin embargo, los 12 millones de euros pagados por el equipo italiano fueron suficiente para que Florentino priorizara la operación económica a la deportiva.

Las despedidas en el Madrid dejan un saldo más positivo que negativo, pero está claro que el corazón blanco no late igual sin Kroos y Nacho que con ellos. Veremos si esta historia tiene un final feliz y necesario o si, por el contrario, acaba como aquellas relaciones que sólo miran hacia atrás anhelando una vuelta al pasado para cambiar el rumbo del amor merengue.