Atlético Madrid mostró este sábado, una vez más, su espíritu de lucha y por eso le dio vuelta el partido sobre el final a Alavés para convertirse, al menos provisoriamente, en el escolta de Barcelona en LaLiga.
La tenía difícil el equipo del Cholo. Porque el español Jon Guridi abrió el marcador de penal temprano, a los siete minutos, para la visita. Pero también porque Aleti no reaccionó rápido ni mucho menos. Y durante el primer tiempo careció de ideas. Como consecuencia, no creó demasiado riesgo sobre el arco rival.
Alavés, tranquilo con la situación, lograba que el partido se jugara como le convenía: muy trabajo en el mediocampo y con poca actividad en las áreas.
La charla técnica del entretiempo, que imaginamos con bastante vehemencia por parte del Cholo, surtió efecto.
En el segundo tiempo, el local salió más liviano. Consiguió poner a correr a sus delanteros, con Griezmann a veces llegando profundo y otras aportando su calidad desde más atrás para elaborar juego.
Así llegó el gol del empate. Un centro que cayó sobre el área de Alavés y saltaron a intentar cabecear el noruego Alexander Sorloth y el marroquí Abdel Abqar. Llegó primero el jugador de Aleti pero cabeceó sucio y la pelota después le rebotó en el brazo al africano. Tras revisar en el VAR, el árbitro sancionó penal y Griezmann no falló desde los doce pasos.
El dominio ya era todo del conjunto de Simeone, mientras Alavés intentaba aguantar el empate.
Casi lo logra pero a los 86 minutos apareció la magia del argentino Rodrigo De Paul que, en una jugada rápida, le brindó una asistencia en cortada a Sorloth sobre la derecha del área rival. El noruego recibió y sacó un tremendo remate al primer palo, que dejó sin chances al arquero rival, el español Antonio Sivera.