Barcelona sufrió una derrota difícil de creer frente al Leganés este domingo, al caer por 1-0 por la fecha 17 de La Liga. Sergio González, a los cuatro minutos de juego, marcó el único gol del partido para los visitantes, que le dieron un mazazo en el comienzo a los culés en Montjuic. Fue el zaguero quien descolocó a los dirigidos por Hansi Flick, cuando apareció muy solo en un córner y cabeceó al ángulo, aprovechando una cortina por detrás suyo y dejando sin chances a Marc-André ter Stegen. A Barcelona le costó acomodarse unos minutos, y cuando lo hizo no fue efectivo. La línea de cinco defensores planteada por el entrenador visitante, Borja Jiménez, le complicó las ofensivas a los culés. Pero poco a poco, sobre todo con Lamine Yamal, Dani Olmo y Raphinha, los culés empujaron. Y fallaron chances muy claras cara a cara con Marko Dmitrovic, arquero del Leganés, que se lució para salvar a su equipo una y otra vez. También contribuyó la falta de efectividad por sí misma del equipo de Flick, que le costó generar, pero cuando lo hizo estuvo muy cerca. No fue el día. El tiempo transcurrió y terminó sentenciando una insólita derrota del Barça. ¿Por qué insólita? Porque todavía sigue líder de LaLiga, pero le da la chance al Real Madrid y al Atlético Madrid de superarlo. Y porque cayó frente a un rival que hasta esta fecha estaba casi en zona de descenso y que ahora respira.