En entrevista con ESPN Uruguay, Santiago Homenchenko contó cómo ha cambiado su juego desde que está en España, qué similitudes ve entre su Mercedes natal y la ciudad donde vive, y qué le dejó trabajar con Marcelo Bielsa.
Homenchenko llegó al fútbol español a comienzos de 2024 cuando el Grupo Pachuca lo adquirió de Peñarol, y lo cedió a Real Oviedo. En ese club, el volante no tuvo demasiados minutos en el primer semestre del año, pero la situación sería distinta a partir de agosto. El uruguayo pasó a jugar al Mirandés y ha tenido participación en 18 de los 21 partidos del club en la Segunda División esta temporada.
“Estoy muy contento con el trabajo que vengo haciendo porque llegar acá no es fácil, mantenerse es muy difícil por el nivel que muestra la gente, y al ocupar un cupo de extranjero uno tiene esa presión de demostrar un poquito más y de que quiere quedarse”, contó Homenchenko.
El uruguayo dijo que a su etapa en Real Oviedo la tomó como una de adaptación a la liga y al país, y que ahora viene encontrando “estabilidad, tranquilidad en lo emocional y en lo deportivo”. “Con el paso de los partidos estoy cada vez más contento, porque además de que nos está yendo muy bien como equipo, yo me vengo sintiendo muy bien, que no es fácil. Cuando la miraba de afuera a esta liga pensaba que era ir y jugar nomás, pero es una de las más competitivas del mundo. No digo que en Oviedo hice las cosas mal, pero acá me voy asentando más en lo que es la Segunda División y estoy muy contento con el paso de los partidos”, añadió.
El club Mirandés pertenece a la ciudad de Miranda de Ebro, una localidad de unos 35.000 habitantes en el norte español, a una hora de Bilbao. Homenchenko pudo reconocer algunos puntos de contacto entre Miranda y Mercedes, donde nació. “Es Mercedes, pero en España, es lo más parecido. Me gustan las ciudades tranquilas, no me gusta Madrid y esas otras grandes, sí para irme unos días, pero después ya no. El día que tenga el nivel para vivir tranquilo en Madrid será otra cosa, pero acá vivo en una casa que queda afuera, a tres minutos de la ciudad y acá dicen que queda en el campo. En invierno hace un frío bárbaro y no salgo mucho, pero en verano me siento a tomar mate por ahí, a recordar, a sentirme como en la rambla de Mercedes”, contó.
El mediocampista de 21 años tuvo que cambiar la rambla del Río Negro por la del Ebro, pero le costó más acostumbrarse a aspectos futbolísticos que de la vida diaria. “En los entrenamientos si pegás una patada capaz que sos un criminal y en Uruguay era normal. Te tenés que adaptar un poco a eso”, indicó.
Para Homenchenko, poder tomar rodaje en Mirandés fue clave para acelerar su adaptación al fútbol europeo y también su crecimiento como jugador. “El futbolista necesita tener minutos para soltar el cuerpo, es como una moto cuando recién la comprás. Yo sabía que la podía romper, porque tengo mucha confianza en mí y en mis condiciones, pero al no tener rodaje, siempre estaba un poquito frenado y tenía dudas. Con el paso de los partidos te vas soltando”, expresó. A su vez, contó que puede ver mejoras en aspectos puntuales de su juego: “puedo manejar más el tiempo del partido, cosa que en Peñarol lo hacía mal por ser un ‘guacho’ chico y no tener experiencia con gente que te diga que estés tranquilo. Hoy me siento mucho más completo”, dijo.
De todas maneras, el ex Peñarol no abandona el rasgo uruguayo de su juego. “Soy como soy, acá la gente me conoce, sabe que tengo mis arranques, por eso digo que tengo personalidad fuerte. Pero no me gusta quedar mal con nadie: si le pego una patada de caliente a alguien, después le doy un abrazo y le digo que afuera está todo bien, pero que en la cancha me gusta competir”, comentó.
“Los uruguayos tenemos el problema de que a veces jugamos con el corazón y no con la cabeza. Acá en España todo es mucho de conceptos, estar ordenaditos, y yo a veces empiezo a correr a todos en la mitad de la cancha y eso te cuesta, pero cuando te adaptás, le agregás todos los conceptos de acá a lo que vos tenés como uruguayo”, añadió.
La experiencia con Bielsa
Homenchenko fue parte del plantel de Uruguay en el Preolímpico celebrado en enero de 2024, y que fue dirigido por Marcelo Bielsa, algo que el jugador definió como “una experiencia extraordinaria”.
Si bien tanto en Peñarol como en este año en España ha jugado como mediocampista, en ese certamen le tocó jugar de zaguero. “Estoy jugando como interior muchas veces, o de cinco, pero sé que si el día de mañana me toca jugar de central sé que tengo un trabajo hecho ahí porque me preparé muy bien y me enseñaron a jugar de central izquierdo”, señaló.
El futbolista de Mirandés comentó que aprendió “muchísimas cosas” de trabajar con el DT argentino, tales como “fundamentos, salidas con el balón y hasta a pegarle mejor a la pelota”, y destacó la exigencia física que tenían los trabajos con el “Loco”.