BARCELONA -- Entre patada, agarrón y rodillazo, Álvaro aún tuvo tiempo de charlar con Messi en el terreno de juego. Hablaron más de una y de dos veces. Y aunque en general no se supo que pudieron decirse, sí se descubrió una de esas conversaciones, corta, de una sola frase pero picante, cuanto menos.
“Eres muy bajito” le dijo en un momento dado el defensa del Espanyol al capitán del Barça, pasando por su lado y con una seriedad extrema. Y Leo se lo miró para reaccionar de inmediato. “Y tú muy malo” le contestó el argentino, alejándose de su rival para cerrar el cambio de impresiones… Y preparado para seguir recibiendo sus caricias.
Lo cierto es que Álvaro González, cántabro que llegó al Espanyol en 2014 y que se destacó la pasada temporada ocupando la plaza de Héctor Moreno cuando el mexicano estuvo lesionado o de Colotto después, completó el derbi rozando la violencia, para después, al acabar, quitar cualquier trascendencia a lo sucedido y afirmar aquello tan manido de que lo que pasa en el campo se queda en el campo.
“Hemos pedido a la federación que se pueda sancionar por televisión porque el árbitro no puede verlo todo” avisó el presidente azulgrana, Josep María Bartomeu, haciendo mención al pisotón de Pau López la pasada semana en el Camp Nou. Si las solicitudes del mandatario azulgrana fueran atendidas, probablemente el partido de Álvaro no quedaría impune.
Ni el de Caicedo, por supuesto, que realizó una entrada durísima y desmedida sobre Ter tegen en la primera mitad.
Quizá ni el Espanyol, como club, quedase sin castigo. “Shakira es de todos” se pudo leer en una pancarta alusiva a la pareja de Piqué, de la misma manera que en otra se recordaba una muy poco afortunada del dedo de Mourinho en el Bernabéu dedicada esta vez a Pau López: “Pau, tu pie nos marca el camino” se podía leer.
Fue un derbi descafeinado y sin mucho a discutir en el marcador pero que tuvo en Messi a un personaje destacado. Tanto en el fútbol como en la paciencia que demostró ante las entradas que recibió. Y por su despedida. Después de tantas tarascadas, el ‘10’ azulgrana se despidió desde el centro del campo aplaudiendo al público rival.