BARCELONA -- Fichado en plena campaña electoral en el verano de 2015 bajo la presión del entonces candidato Josep Maria Bartomeu y con el beneplácito de un Luis Enrique que acababa de conquistar al frente del Barça el triplete en su primera temporada como entrenador, la permanencia de Arda Turan en el Camp Nou más allá del final de este curso ya se cuestiona abiertamente.
Una información de la Cadena Cope sostuvo hace algunos días que el futbolista turco "valora dos grandes ofertas" procedentes de clubes de la Super Liga china para incorporarse durante el mercado de verano, al acabar la temporada en Europa, y nadie del entorno del jugador, como ocurrió en anteriores ocasiones, desmintió tal posibilidad.
El Barcelona, que está al tanto de todos estos movimientos, no ha puesto a Turan en el mercado a sabiendas de que ello afectaría negativamente a su cotización, pero de puertas adentro su traspaso es considerado ya entre factible y necesario, admitiéndose en voz baja que su fichaje ha supuesto un auténtico fiasco deportivo y una nefasta operación financiera.
El nombre del internacional turco ha sido puesto en conocimiento de al menos tres clubes chinos a través de varios agentes que, con el consentimiento del Barça, han ofrecido la posibilidad de negociar un traspaso. Frederic Kanoute, ex futbolista del Sevilla y que intermedió en el fichaje de Jonathan Soriano por el Beijing Gouan (en el que se retiró), también está al tanto de la predisposición del azulgrana, lo que podría facilitar los contactos.
Arda Turan fichó por el Barcelona en el verano de 2015 procedente del Atlético de Madrid por 34 millones de euros sin que se llegase a concretar qué posición debía hacerse suya. Interior zurdo, su puesto principal se le presuponía fijo a Iniesta, como a Neymar el extremo o a Rakitic la banda derecha.
Seis meses después de su llegada, cuando por fin pudo debutar, ni alcanzó a poner en aprietos a Rakitic ni, tampoco, provocó que se dudase del papel innegociable de Iniesta, completando apenas 5 de los 13 partidos en que fue titular y llegándose al verano de 2016 con más dudas que certezas.
Durante el verano de 2016 se conoció que el Barcelona mantuvo contacto con diversos agentes interesados en colocar a Turan en la pujante liga china, pero la necesidad de recuperar buena parte de lo invertido en su fichaje y la poca predisposición del propio jugador en abandonar el club frenó cualquier posibilidad.
Nuevamente en diciembre de 2016 el futbolista turco apareció en el escenario al publicarse un interés del Guangzhou Evergrande por su fichaje durante el mercado invernal. Se habló de una oferta de hasta 50 millones de euros por su traspaso antes de que un portavoz del propio club chino desmintiera la veracidad de la noticia. Y ahora el asunto regresa al plano.
Sin el paraguas de Luis Enrique ni el apoyo explícito de la secretaría técnica de Robert Fernández, entre la directiva ya son mayoría las voces favorables a su traspaso en el verano de 2017, aunque su salida produzca una pérdida contable, por cuanto se entiende que el Barcelona deberá hacer frente a una nueva operación y para ello deberá aligerar una plantilla que, sea cual sea el resultado deportivo final de la temporada, ha evidenciado en lo que a sus secundarios se refiere un rendimiento entre discreto y malo.
Arda Turan no es el único 'señalado' de la plantilla... Pero su impacto mediático y su valor en el mercado le ofrece al Barcelona mayores posibilidades de sacar un provecho económico. Y solucionar, también, un problema deportivo evidente.