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El Barcelona podría cerrar el actual mercado con un inusual superávit

BARCELONA -- El Barcelona y el Everton hicieron oficial el traspaso de Lucas Digne al club británico por 23.6 millones de dólares fijos más unos variables cifrados en 1.8 millones más, pendientes de su rendimiento, y alcanzó los 97.2 millones de ingresos con las salidas de tres futbolistas (Paulinho y Deulofeu además del lateral francés), para acercarse al objetivo inicial de 120 millones por traspasos, una cifra que en el Camp Nou se considera cercana, y más aún, superable, atendiendo a las negociaciones que se mantienen en marcha.

El Barça mantiene la discreción por bandera a la hora de hacer valoraciones antes de tiempo, pero una fuente cercana a la entidad reconoció que, por primera vez en 13 años, el club está en disposición de obtener un beneficio económico en el saldo entre fichajes y traspasos.

Pendiente de aceptar los 10.5 millones ofertados por el Sevilla para concretar la venta de Aleix Vidal, con la duda entre Alcácer y Munir, el pase de Yerry Mina a la Premier League y paciente con el desenlace con André Gomes y lo que pueda suceder con Rafinha, Arnáiz y Marlon, en el Barça incluso se considera factible cerrar el mercado de fichajes con un balance equilibrado entre gastos e ingresos, una circunstancia absolutamente novedosa en el club.

Entre Arthur, Lenglet y Malcom el Barcelona ha invertido 126 millones de dólares, a los que tiene previsto sumar un desembolso aproximado de otros 50 con el fichaje del centrocampista exigido por Valverde y que teniendo en Rabiot al primer y conocido candidato mantiene en la recámara a otros nombres. Pero por primera vez en muchos años el club azulgrana contempla factible acabar el verano con beneficio.

LOS PENDIENTES
Yerry Mina tiene su futuro ligado a la Premier League y su pase dejará en la caja no menos de 35 millones de dólares, que podrían llegar a los 50 si su destino fuera el Manchester United.

Por José Arnáiz, quien jugó la última campaña en el filial con esporádicas apariciones en el primer equipo, mantiene el Barça conversaciones adelantadas con el Leganés, dispuesto a pagar 7 millones de dólares por un pase que sería el récord histórico del club madrileño.

Alcácer y Munir son dos casos que van unidos en uno solo. El Barça comunicó al canterano su deseo de renovarle y mantenerle en la plantilla colocando en el mercado al valenciano... pero hasta el momento no apareció ninguna propuesta firme que se acercase a los 28 millones de dólares en que fija su precio. Por Munir se mostró interesado el Sevilla, dispuesto a pagar 14 millones. Y él podría ser quien se marchara finalmente (siempre que lo acepte) si no se solucionara una venta del primero.

A Rafinha se le va cerrando la puerta de su deseado regreso al Inter de Milán y aunque entre la expedición del Barça no se descarta su permanencia en la plantilla azulgrana, el jugador, desconfiado de su status a las órdenes de Valverde, mantiene en el plano su intención de salir del club. El Inter, que fichó a Nainggolan, tiene muy avanzada la llegada desde el Bayern de Arturo Vidal por lo que el barcelonista quedaría en un plano muy secundario... Aunque su buen desempeño en la segunda parte del pasado curso ha despertado el interés de la Lazio.

Una fuente periodística italiana apuntó esta posibilidad a ESPN, ligada, sin embargo, al posible traspaso de Milinkovic-Savic, por quien existen varios clubes interesados (Juventus, Chelsea, Manchester United y Real Madrid al frente) y dispuestos a presentar propuestas cercanas a los 100 millones de dólares. De concretarse una de ellas, la Lazio estaría en disposición de pagar 30 millones por el mediocampista azulgrana.

Marlon, por su parte, va provocando incomodidad con el paso de los días al no aparecer ninguna propuesta firme. El Barça, que aspiraba a ingresar unos 16 millones de dólares por su venta, está dispuesto a rebajar sus pretensiones, a sabiendas de que en Francia mantiene buen cartel tras su paso por el Niza y en último caso no le cerraría la puerta a una nueva cesión.

Y, por fin, queda el caso de André Gomes, el más enrevesado para el club y cuya lesión en el amistoso frente al Tottenham ha acabado por complicar más, si cabe, su salida. El Valencia, tal y como adelantó en su día ESPN, se mantiene a la espera de acontecimientos pero incluso estaría en disposición de convertir su cesión en un paso previo a su fichaje el próximo curso dependiendo de su rendimiento en el club che.

El Barça, que en 2016 pagó 43.2 millones de dólares por su fichaje, aspiraba a una venta por al menos 26 millones atendiendo a los 17 ya amortizados en estos dos temporadas. Su lesión, que le mantendrá KO 5 semanas, favorece la tesis del Valencia, por más que se haya especulado con un interés del Arsenal que, sin embargo, no ha presentado oferta ninguna por él y que dejaría al club che en el escenario, dispuesto a pagar su salario en una cesión y, en el verano de 2019 hacer frente a su fichaje por una cifra aproximada de 20 millones.

EL SALDO
De esta manera, en los despachos del Barcelona se hacen cábalas y el cálculo más optimista supera los 100 millones de dólares en ingresos, que se sumarían a los 97.2 ya solventados y catapultarían los cobros hasta unos 200 millones... Lo que provocaría un beneficio respecto a los gastos que podría superar los 25 millones de dólares.

Hace un año, obligado por el asalto del PSG con Neymar, el Barça cerró el mercado de verano con un beneficio de 27.4 millones de dólares, habiendo fichado a toda prisa a Dembélé tras Paulinho y Semedo. En el cómputo global, sin embargo, con las llegadas de Mina y Coutinho y las salidas de Deulofeu (cedido) y Mascherano, el saldo negativo se disparó hasta los 124.8 millones.

La última vez que el Barcelona cerró una temporada con un balance positivo fue en la 2005-06, cuando incorporó a Van Bommel y Ezquerro con la carta de libertad e ingreso 3.5 millones de dólares entre las ventas de Sergio García al Zaragoza y Fabio Rochemback al Middlesbrough, demás de la cesión de Javier Saviola al Sevilla que le significó un ingreso adicional de 700 mil dólares.