BARCELONA -- Ajeno a la tormenta desatada alrededor del Camp Nou y sin atender a que este mismo martes podría ser denunciado junto a la junta directiva por no cumplir con los estatutos, Josep María Bartomeu dejó claro que "no hay motivos para dimitir y estamos por responsabilidad, en un momento muy complejo. Seguramente el más difícil del club después de una guerra".
"Estamos esperando a la respuesta de la Generalitat para saber si el Procicat sigue pensando que la votación se debe llevar a cabo los días 1 y 2 de noviembre. Si es así no hay tiempo para prepararlo y se debe hacer en el Camp Nou. Nuestra voluntad era hacerlo descentralizado, pero necesitábamos 15 días y así lo solicitamos", reveló el presidente del Barcelona, quien no aclaró si se plantea una dimisión en el caso de no recibir la respuesta que desea porque "no me gusta hablar de hipótesis".
"Vamos a esperar a la respuesta de la Generalitat y entonces nos volveremos a reunir" sentenció Bartomeu, sin hablar de plazos (se esperan inmediatos) y mucho menos de decisiones de dimisión, que podría ser mañana mismo, o de seguir adelante con un voto de censura que, ya se sabe, el gobierno catalán no autorizará realizar en una única sede... Lo que dejaría a la directiva en un callejón sin salida y abocada a esa dimisión.
"Seguimos en el club porque cada día hay que tomar decisiones y hay mucha incertidumbre. Lo que más importa es que haya gente que tome decisiones y pensar que una gestora no podría tomar esas decisiones", avisó el presidente azulgrana, dejando claro no temer un resultado contrario del voto de censura "porque tenemos el máximo respeto por los 20 mil socios que firmaron. No es la primera vez que pasa en la historia del club y la mejor explicación es que nunca se intentó paralizar nada, al contrario, se puso todo en manos de la mesa para hacer la validación y se hizo en los términos especificados".
"Queremos que el socio se exprese, pero antes hay que saber las cosas. Nosotros preparamos el protocolo con el tiempo y las formas necesarios, pero nos modificaron los protocolos presentados" explicó Bartomeu, quien argumentó que se comenzó a trabajar en la preparación "el 14 de octubre, porque la validación, creo, que acabó el día 9. A partir de ahí, ya explicamos que queríamos hacer un voto descentralizado y que necesitábamos 15 días. Después vinieron distintas reuniones, hasta el jueves pasado".
Fue entonces, el jueves de la última semana, cuando, descubrió el presidente azulgrana, "nos manda la Generalitat una comunicación avisando que la votación debe hacerse el 1 y 2 de noviembre, a pesar de nuestra solicitud, atendiendo al interés de nuestros socios de aplazarla por 15 días. Entonces es cuando decidimos que si debe hacerse así solo puede hacerse en el Camp Nou".
"Me gustaria pensar que la Generalitat no tiene ningún interés en este asunto" avisó Bartomeu, conviniendo que su deseo "siempre ha sido mantener al club alejado de poderes políticos y que sea el socio quien decide".
"Todo lo que se ha decidido ha sido de forma unánime, todos pensamos igual", proclamó el dirigente, aclarando que no hay ningún miedo en la junta. "No gestionamos el club con miedo, lo hacemos por responsabilidad y queriendo que el socio se exprese, pero que también que sepa las cosas", avisó, poniendo en valor que el club "ha ganado 22 títulos en diez temporadas, lo que nunca se había hecho antes".
"Nosotros pedimos que el voto fuera descentralizado para darle mayor protagonismo al socio y que hubiera mucha participación. Queremos que prevalezcan los 15 días. Si no se puede, la sede única será en el Camp Nou", repitió Bartomeu, proclamando, con tono firme, que la directiva, con él al frente, fue la primera que quiso "hacer la votación, con varias sedes para tener más participación y por las dificultades de la pandemia".