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Desastre en el Barça: Messi con un pie fuera, Bartomeu detenido, problemas económicos, falta de trofeos

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Libertal provisional para Bartomeu (1:07)

El expresidente del Barcelona abandonó la cárcel este martes. (1:07)

Como bálsamo ante la situación por la que pasa el club, Barcelona avanzó a la Final de la Copa del Rey luego de anotar tres goles en el Camp Nou y remontar una desventaja de 2 a 0, durante la misma semana la reputación del Barcelona se hundió hasta profundidades inhóspitas el lunes cuando el expresidente Josep María Bartomeu fue uno de los cuatro hombres vinculados al club detenidos en relación con los pagos derivados del escándalo de redes sociales denominado "Barçagate" por los medios locales. Una fuente policial afirmó a ESPN que Bartomeu y el resto de los ejecutivos barcelonistas fueron detenidos a consecuencia de una operación efectuada en colaboración con la unidad de delitos financieros.

Bartomeu, cuya renuncia en octubre pasado no fue producto del "Barçagate", pasó la noche del lunes bajo custodia de las autoridades, junto a su exasesor personal Jaume Masferrer; mientras que se permitió que Oscar Grau, CEO del club, y el jefe de servicios legales Román Gómez Penti volvieran a sus respectivas residencias.

"Tenemos un máximo respeto por las actuaciones judiciales y policiales, así como por la presunción de la inocencia", afirmó Joan Laporta, quien aspira suceder a Bartomeu, cuando los socios barcelonistas elijan un nuevo presidente este domingo. "Pero lamentamos profundamente que se hayan producido estos hechos que perjudican enormemente a la imagen y reputación de nuestro club".

En la tarde del lunes, la plantilla del Barcelona acudió a su entrenamiento con toda normalidad. Este miércoles, tendrá la oportunidad de rescatar una parte de lo que ha sido una campaña complicada, si clasifica a la final de Copa del Rey. Sin embargo, deberán hacerlo por la ruta más difícil tras haber perdido en la ida de su cruce de semifinales por marcador 2-0 ante el Sevilla en el Estadio Sánchez Pizjuán el mes pasado.

Adicionalmente, ésta podría ser la única oportunidad para los culés de alzar algún trofeo. Su triunfo 2-0 de visitante sobre los sevillistas en encuentro de liga les ha dado cierta confianza con miras a la vuelta, aparte de mantenerles con vida en la carrera por el título de La Liga de España.

Sin embargo, la nómina de Ronald Koeman podría mantener la creencia que es más probable revertir el mal rumbo en Copa que alcanzar al actual líder Atlético de Madrid, que disfruta de cinco puntos de ventaja con un partido menos.

Mientras tanto, el resto de la institución arde en llamas alrededor de Koeman y sus jugadores.

Hubo una época en la cual el Barça era un club admirado en toda Europa. Su plantilla estaba llena de egresados de su cantera, portaban el logo de Unicef a la delantera de sus camisetas, rechazando así la oportunidad de vender patrocinios al mejor postor. A pesar de ello, lograban competir (y superar) a los mejores y más acaudalados clubes.

Sin embargo, los eventos producidos el lunes fueron quizás la culminación natural de lo que han sido 14 meses asombrosamente caóticos dentro de la institución del Barça, en todos los sentidos. El club ha saltado de un desastre autoinflingido a otro, en medio de una crisis acelerada por la pandemia del coronavirus, que ha dejado expuestos diversos problemas económicos y divisiones dentro de la Junta Directiva.

Enero 2020

Una serie documental que resuma las sucesivas caídas del Barça ocurridas desde 2020 sería todo un éxito taquillero. El primer capítulo arrancaría con el despido de Ernesto Valverde, tras la derrota en la Supercopa de España sufrida a manos del Atlético de Madrid en un partido disputado en Arabia Saudita el 9 de enero. La retrospectiva nos permite ver que Valverde, quien guio al Barça hasta conquistar dos títulos de liga consecutivos y los dejó ocupando la cima de la tabla del circuito español, quizás era el único capaz de mantener las cosas en orden.

La pugna para sustituirle fue todo un caos, que se desarrolló ante la vista del público. Un rechazo fue sucedido por otro. Xavi Hernández dijo "no". Koeman respondió "por ahora no". Eventualmente, el contratado fue Quique Setién; sin embargo, en cuestión de un mes, el Barça perdió ante el Valencia un encuentro de liga y fue eliminado de Copa del Rey por el Athletic de Bilbao.

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3:00
¿Laporta es la esperanza del Barcelona?

Análisis contrarreloj de las posibilidades de que Joan Laporta regrese a la presidencia del Barça y con él se quede Lionel Messi en el equipo.

Febrero

Lionel Messi y el entonces director deportivo Eric Abidal se enfrentaron a través de Instagram: "Cuando se habla de jugadores, habría que dar nombres, porque sino se nos está ensuciando a todos" fue la fuerte respuesta de Messi. Al mismo tiempo, la Cadena SER fue la primera en revelar los detalles del caso que ahora se conoce como "Barçagate". Al principio, parecía ser un caso simple en el cual Bartomeu y su Junta Directiva contrató una empresa externa con la intención de desprestigiar en redes sociales a distintas personas no afines a su mandato. Gerard Piqué, Xavi Hernández, Lionel Messi, Pep Guardiola y los actuales candidatos a la presidencia Joan Laporta y Víctor Font fueron algunos de los atacados.

Bartomeu se apresuró a negar cualquier relación con las cuentas de redes sociales implicadas y rescindió el contrato del club con I3 Ventures, la empresa externa que prestaba sus servicios para supervisar la presencia del club en las redes.

Marzo

Luego que la pandemia del coronavirus obligara a suspender la actividad futbolística, la Junta Directiva y la plantilla se enfrentaron por la intención de la primera de efectuar recortes salariales. Las negociaciones se desarrollaron ante la mirada del público, con la plantilla afirmando sentirse "sorprendidos de que algunas personas dentro del club nos quieran someter a tanta presión", cuando siempre se mostraron contentos de aportar su parte con la intención de ayudar al club a reducir costos.

A estas alturas, los miembros de la Junta Directiva discutían entre ellos, al igual que con los jugadores. Bartomeu pidió la renuncia de cuatro directores luego de expresar desacuerdos relativos a temas vinculados con el "Barçagate". Seis de ellos renunciaron y uno (específicamente el exvicepresidente Emili Rousaud) afirmó que "alguien ha metido mano en la caja del club", al quedar claro por primera vez que el escándalo podía ir más allá de unas meras campañas de desprestigio.

"Desde el primer momento, supe que el ‘Barçagate’ sería el principio del fin", afirmó Roussaud a la cadena radial catalana RAC1 tras el anuncio de los arrestos de Bartomeu y compañía.

Junio

La acción del fútbol volvió en el mes de junio, ayudando así a distraer al público de los problemas que confronta el club fuera del césped. Sin embargo, la ilusión fue apenas efímera, ya que la plantilla de Setién comenzó a ser un reflejo del drama que se vivía dentro de la sala de reuniones. Puntos perdidos, divisiones entre jugadores y cuerpo técnico, aparte del impecable nivel mostrado por el Real Madrid ayudaron a que el título de liga se escapara de las manos. Posteriormente, se produjo la histórica y humillante derrota 2-8 contra el Bayern Munich en partido de cuartos de final de Champions League, específicamente el 14 de agosto.

Setién fue cesanteado (aunque ya su destino estaba sellado, según indican fuentes a ESPN). Sin embargo, su salida fue gestionada de la peor forma posible. El entrenador oriundo de Cantabria afirma que el club aún no le ha pagado deudas pendientes y que los llevará a instancias judiciales.

Koeman fue su sustituto, convirtiéndose en el tercer director técnico del Barça en ocho meses; sin embargo, su contratación fue opacada por Messi, máximo goleador histórico del club. El argentino declaró en público sus intenciones de partir del Camp Nou después de 20 años de servicios leales. Messi envió al club un burofax informándole de su deseo de irse del Barça mediante una transacción gratuita, tal y como se lo permite una cláusula de su contrato. Bartomeu y el club pelearon para invalidar dicha cláusula. Eventualmente, Messi dio marcha atrás, afirmando que no estaba dispuesto a llevar al "club de mi vida" a los tribunales.

Messi, quien cumplirá 34 años en junio próximo, anunció su permanencia con el club para honrar el último año de su contrato (aún puede salir del Barça de forma gratuita en junio de 2021, al vencimiento de dicho pacto) en una entrevista con el portal Goal, catalogando a Bartomeu de mentiroso y acusando a la Junta Directiva de ir "haciendo malabares y tapando agujeros" durante años.

Por un lado, el Barça deseaba la permanencia de Messi y por el otro, querían obligar la salida de otros jugadores. Ivan Rakitic y Arturo Vidal se fueron a cambio de muy poco. Luis Suárez hizo lo propio y se puso la camiseta de un rival directo: el Atleti. "No [merecías] que te echen como lo hicieron", fueron las palabras de Messi en su cuenta de Instagram al confirmarse la salida de Suárez. "Pero la verdad es que a esta altura ya no me sorprende nada".

Octubre

No tardaron en quedar claras las razones tras el desespero del club de desprenderse de fichas con sueldos cuantiosos. Las cuentas contables más recientes del club, con fecha de octubre de 2020, revelaron una deuda neta por €488 millones y una deuda bruta que se acerca a los €1.2 mil millones. La Liga de España ha obligado al Barça a reducir su nómina, que rozaba los €671 millones, hasta alcanzar €382.7 millones. Finalmente, los años de gastos dispendiosos en fichajes y pagos excesivos a jugadores han pasado factura.

Sin embargo, no fue el tratamiento de Suárez o los problemas financieros los que provocaron el fin de la era Bartomeu. Por el contrario, todo se debió a la presión que Messi ejerció momentáneamente para lograr su salida del club. En medio de la tormenta mediática causada por el burofax del astro argentino, el socio Jordi Farré presentó una moción de censura contra Bartomeu. La moción recibió cerca de 20.000 firmas de otros socios barcelonistas, obligando a la celebración de un referéndum para decidir el futuro del presidente culé.

No obstante, Bartomeu dimitió antes de llegar a ese punto, expresando que sería irresponsable escenificar un referéndum con votaciones presenciales en medio de una pandemia de salud mundial. Durante su comparecencia para anunciar oficialmente su salida del club, Bartomeu atacó al gobierno catalán por no aplazar la consulta por motivos de sanidad pública y, al mejor estilo de un villano de películas épicas, soltó la bomba de que había sostenido conversaciones con los clubes más grandes del balompié continental, relativas a la creación de una Superliga de Europa.

El sustituto de Bartomeu debió ser elegido en un periodo no mayor a 90 días; a pesar de ello, la fecha original del 24 de enero fue aplazada debido a las restricciones sobre la movilidad en Cataluña, motivadas por el coronavirus. Finalmente, el 7 de marzo, se elegirá el nuevo presidente culé entre Laporta, Font o Toni Freixa.

Esta semana y el futuro cercano

A primera vista, el "Barçagate" parece un ejercicio de narcisismo. Bartomeu quería mejorar su imagen propia, a la vez que atacaba a sus adversarios. Al ahondar en el escándalo, gracias a las investigaciones efectuadas en el último año por periodistas, cuerpos policiales y de forma interna, han salido a relucir diversas irregularidades financieras.

El contrato con I3 Ventures se encuentra bajo el microscopio, acusando al Barça de pagar sobrecostes a raíz del contrato. La pregunta es ¿por qué? Adicionalmente, se alega que los seis pagos anuales efectuados a I3 Ventures fueron ligeramente inferiores a €200.000 cada uno. Cualquier monto superior debía ser aprobado por la Junta Directiva. Nuevamente, ¿por qué sucedió esto? De forma curiosa, cada pago fue girado por diversos departamentos del club: La Masía, Barça Innovation Hub, Actius Digitals, Patrocinis, Mitjans de Comunicació y Fundació FCB.

En medio de todo ese contexto, el Barça también confronta dificultades en lo deportivo. Suma cuatro derrotas en sus 10 encuentros de liga más recientes bajo las ordenes de Koeman, lo que representa su peor arranque de campaña local en 30 años. Los recuerdos de sonoros fracasos de antaño contra Roma, Liverpool y Bayern salieron a relucir

La demora por ganar cualquier trofeo ya roza los dos años. Cuando el Barça se impuso al Levante para ganar el título de La Liga el 27 de abril de 2019, todo parecía posible. Tres días después, despacharon 3-0 al Liverpool en el Camp Nou en la ida de semifinales de Champions League y todo parecía posible. Incluso se hablaba de un tercer Triplete.

Y a pesar de todo, de todos los tropiezos sufridos en la cancha, de todas las distracciones fuera de ella, el Barça, con su capitán Messi a la cabeza, sigue acudiendo a los entrenamientos esta semana, con la convicción de que mantienen las posibilidades de acariciar un trofeo esta temporada. El defensa Piqué afirma estar "convencido" de que pueden remontar contra el Sevilla en Copa del Rey, y de que "absolutamente" se mantiene la lucha por el título en la primera división del balompié español.

Allí está Piqué, sentado a la mesa, con el resto de sus compañeros del Barça, bebiendo un té caliente, dentro de una habitación que se consume por las llamas. No todo está bien (particularmente, no lo está para Bartomeu y los otros tres ejecutivos detenidos esta semana); sin embargo, la semana podría terminar con los blaugranas disputando una final de Copa y, sin duda alguna, acabará con la elección de un nuevo presidente, una nueva Junta Directiva y un nuevo comienzo.