BARCELONA -- Ansu Fati y el Barcelona se han dado un plazo de dos semanas antes de valorar si el último tratamiento al que se ha sometido en la difícil recuperación de su rodilla izquierda da los resultados esperados o si finalmente vuelve a ser operado para extirparse definitivamente el menisco, última solución aconsejable pero que cinco meses después de su lesión ya se contempla como el camino más factible.
Acabando la Liga el 23 de mayo en el Barça se da por hecho que Ansu no podrá volver a jugar esta temporada a las órdenes de Ronald Koeman, aunque no se descarta su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio, cuyo torneo futbolístico se iniciará el 22 de agosto, siendo bastante menos probable, aunque no imposible, que pudiera estar recuperado para ser tenido en cuenta por Luis Enrique de cara a la fase final de la Eurocopa, en la que España debutará el 14 de junio frente a Suecia después de una concentración previa de dos semanas.
El jugador sufrió una rotura del menisco interno de la rodilla derecha durante el partido entre el Barça y el Betis del 7 de noviembre, siendo intervenido dos días después y apuntándose un periodo de baja de cuatro meses al no extirpársele el menisco dañado.
Los servicios médicos del club azulgrana, de acuerdo con Ansu y su familia, descartaron de entrada esta terapia de choque en noviembre entendiendo que su juventud, 18 años, desaconsejaba extraerle el menisco completamente puesto que aunque ello aceleraría su recuperación podría perjudicar su carrera a largo plazo, degenerando al cabo de los años en problemas articulares que afectarían su estado físico cuando aún estaría en la plenitud de su carrera deportiva, pero las complicaciones surgidas desde el mes de enero han variado el escenario hasta valorar esta opción.
Ansu viajó la pasada semana a Lyon para visitarse con el doctor Bertrand Cottet, reconocido traumatólogo francés que tras la consulta y a la vista tanto de los informes de las dos artroscopias a las que fue sometido el jugador en noviembre y enero como del estado actual de su rodilla, que sigue inflamándose, le aconsejó someterse a una tercera y decisiva intervención para extraerse definitivamente el menisco, cortando de raiz los problemas y acelerando su recuperación física, lo que le permitiría reaparecer, sin riesgo evidente, en un plazo inferior a los dos meses.
Dicha solución está encima de la mesa pero sigue sin ser contemplada como ideal por las consecuencias a largo plazo explicadas y, bajo la supervisión de los responsables médicos del Barcelona, comenzó el último jueves, reveló el diario As, a un tratamiento de artrocentesis que acompañará desde este lunes con una intensificación de los ejercicios de recuperación de su rodilla.
De no surgir complicaciones, durante la segunda semana de abril se volverá a examinar el estado de la rodilla de Ansu y según sea su estado se tomará la decisión definitiva de mantener esta terapia de recuperación o, por el contrario y en el temido caso que no mejore, ser sometido a una nueva operación para extraerle totalmente el menisco con el riesgo que puede provocar en la carrera futura del delantero.