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Barcelona celebra 47 años de la primera Liga de Johan Cruyff

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Joan Laporta recuerda a Johan Cruyff en su primer discuso como presidente del Barcelona (1:19)

El ahora presidente del club blaugrana agradeció a las personas que ya no están presentes que forman parte de la ideología de su gestión, entre ellos la leyenda neerlandesa. (1:19)

BARCELONA -- Cruyff de Futbol Barcelona. Así se conoció y proclamó el impacto y trascendencia que significó la llegada del Cruyff futbolista al Barça en 1973. El holandés volador, fichado aquel verano después de unas negociaciones dignas de una telenovela en la que el propio jugador rechazó una oferta a última hora del Real Madrid, se convirtió en un abrir y cerrar de ojos en el personaje capital del barcelonismo, que recuperó con grandeza la autoestima con la conquista de una Liga soberbia que acabó con 14 años, que se dice pronto, de sequía en el campeonato español.

Este miércoles se cumple un mes de la victoria de Joan Laporta (cruyffista desacomplejado) en las elecciones a la presidencia del Barça... y se cumplen 47 años del domingo en que venciendo por 2-4 en El Molinón al Sporting Gijon el equipo azulgrana se proclamó campeón de Liga con cinco jornadas de antelación y después de enlazar 24 jornadas (18 victorias y 6 empates) sin conocer la derrota.

'Mamita, campeonamos!' bramó el peruano Hugo Cholo Sotil desde un teléfono de los vestuarios del estadio asturiano, llamando, eufórico, a su madre que desde Lima recibió aquella buena nueva que provocó un estallido de felicidad en Barcelona y en todo el universo culer, a quien Cruyff quitó un peso de encima durante una temporada soberbia.

Ni Ronaldinho, ni Ronaldo, ni Maradona... Nadie tuvo el impacto mediático que en su día personalizó el fichaje de aquel holandés que casi dos décadas después, desde el banquillo, aún aumentó hasta el infinito su carácter de leyenda en el barcelonismo pero que con el 9 a la espalda convirtió la España que sufría los últimos coletazos de la dictadura franquista en una fiesta barcelonista.

Cruyff no pudo debutar hasta el 28 de octubre de 1973 por exigencias de la federación holandesa y se puso al frente de un equipo que consumidas siete jornadas de Liga era 14º en la clasificación, habiendo ganado solo dos de los primeros siete partidos y que apenas sumaba un punto más que el Castellón, el primero en puestos de descenso...

La rebelión del Barça fue una bestialidad. Del 4-0 con que se estrenó Cruyff (dos goles) frente al Granada, se pasó a dos empates lejos del Camp Nou (Murcia y Real Zaragoza) a los que siguieron nueve victorias consecutivas, un hecho insólito en la época y que a mediados de diciembre (1-3 en Oviedo) le colocaron ya como líder en solitario, una posición que ya no abandonaría.

Con Rinus Michels en el banquillo y un once tipo que mantiene el aficionado culer en la memoria (Sadurní, Rifé, Torres, Costas, De la Cruz, Juan Carlos, Rexach, Asensi, Cruyff, Sotil y Marcial) más las apariciones secundarias del veterano Gallego y el canario Juanito, el Barça sorprendió con un futbol coral que desarmó a todos los rivales que fue encontrándose por delante, con especial significado del Real Madrid, al que arrasó en un duelo para la historia.

El equipo merengue, en caída libre víctima de una crisis acentuada de resultados que le tenía en febrero en séptima posición de la Liga a nueve puntos (las victorias sumaban dos en aquella época) del Barça, fue aplastado en el Bernabéu por un legendario 0-5 que fue la guinda de una campaña que se sigue recordando con especial consideración alrededor del club y que hasta el 2-6 de 2009 se mantuvo como la goleada de referencia en un Clásico jugado en el Bernabéu.

El Barça voló de manera incontestable por encima de todo y de todos hasta aquel 7 de abril de 1974, en que conociendo la derrota de un día antes del Atlético de Madrid en Murcia (1-0) se bastaba con una victoria en Gijón para proclamarse campeón de forma matemática en la jornada 29, cinco antes del final del torneo.

Marcó Rexach el 0-1 poco después de la media hora y la fatalidad llamó a la puerta con la remontada del Sporting por medio de Ciriaco y Leal en la segunda parte, pero un hat-trick de Marcial entre los minutos 75 y 87 dieron forma al 2-4 definitivo que solventó a lo grande la conquista de la Liga.

Hoy se entiende impensable que un club como el Barcelona pudiera acumular 14 años sin ganar una Liga. Aquellos 14 años, sin embargo, existieron; con polémicos finales de Liga en que se sintió estafado y en los que el Real Madrid sumó nueve trofeos para destacarse como el dominador absoluto del campeonato.

Así se explica que aquel bramido del añorado Cholo Sotil (¡Mamita, campeonamos!) se convirtiera en el grito de toda una hinchada que disfrutó de una gloria que, siendo efímera (el Barça volvería a pasarse once años sin ganar el título), se mantiene, al cabo de 47 años, en el imaginario del barcelonismo.