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El Barcelona enfrenta con paciencia el complicado recorte salarial para recontratar a Messi

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¡Un León culé! El Barcelona anuncia una nueva incorporación (0:21)

Llegando como jugador libre tras terminar contrato con el Lyon, Memphis Depay se suma al ataque de los blaugranas. (0:21)

BARCELONA -- Joan Laporta, presidente del Barcelona, no se deja, al menos de puertas afuera, llevar por la intranquilidad que se adivina en el entorno del club debido a su debilitada situación financiera que, de momento, no permite cerrar oficialmente la anunciada continuidad de Lionel Messi.

"Todo va bien... Tranquilos”, refirió, lacónico y breve, el miércoles pasado el presidente a su llegada a las oficinas, advirtiendo que la intención del club sigue siendo la misma y la paciencia igualmente necesaria, admitiendo la labor de ingeniería a la que se enfrenta el Barça.

El club azulgrana, al que LaLiga recortó el límite salarial en el último mercado de invierno hasta los 347 millones de euros desde los casi 383 que tenía al comenzar el pasado curso o de los 671 que disfrutaba en la temporada 2019-20, espera a conocer las nuevas disposiciones de la patronal del futbol español para saber, con exactitud, hasta qué punto debe seguir ajustándose el cinturón en cuanto a los salarios de sus futbolistas. Diversas informaciones cifran en cerca de 200 millones la cantidad que deberá rebajar y aunque una fuente de LaLiga advirtió a ESPN Digital que "todavía no están concretadas las cantidades", fuentes del club reconocieron la necesidad de seguir adelgazando las nóminas deportivas, una labor en la que están centrados los ejecutivos con Mateu Alemany al frente.

El Barcelona se enfrenta a un escenario desconocido en los últimos años como sería contemplar que su techo en cuanto a la masa salarial deportiva quedara apenas por encima de los 150 millones de euros, una cantidad que superan clubes de Europa League y que provoca una lógica intranquilidad, incluso alarma, en el Camp Nou. Y es que el famoso "Hay que encajar en el 'fair play' financiero" que proclamó Laporta el 30 de junio para explicar el retraso en cuanto al acuerdo con Messi viene provocado por esa disparada masa salarial de la plantilla, que ya se sabe muy superior al límite que establecerá la patronal.

Los casos ya concretados de Jean Claire Todibo, Junior Firpo, Trincao o Konrad de la Fuente, que le han supuesto unos ingresos de casi 24 millones de euros y un ahorro en salarios de calculado en otros 16 son los primeros... Pero ni los últimos ni, mucho menos, los más importantes. Samuel Umtiti y Miralem Pjanic; Philippe Coutinho, Martin Braithwaite, Neto, Carles Aleñá, Sergi Roberto, Antoine Griezmann, Ousmane Dembélé o Clement Lenglet están, en mayor medida (indiscutibles los primeros, posibles los últimos) señalados para dejar el Barça en una operación limpieza tan necesaria como complicada de llevar a cabo...

El club, tal como explicó ESPN, busca la salida de al menos diez futbolistas y renegociar contratos con quienes permanezcan en el club. En ese escenario, en el mejor de los casos, podría aspirar a adelgazar el coste salarial de su plantilla para adecuarse a la normativa de una patronal al frente de la cual Javier Tebas ya advirtió que no haría ninguna excepción.

El coste salarial engloba tanto los sueldos fijos y variables como los gastos asociados a un fichaje (se entiende como pago de comisiones a terceros) y también la amortización del futbolista. Esto es el precio de su fichaje dividido por las temporadas de su contrato. La suma de todo ello establece la masa salarial, que en el caso de la plantilla azulgrana ya se rebajó desde los 671 millones que llegó a tener en 2018.

URGENCIAS
La marcha de Ivan Rakitic, Luis Suárez, Arturo Vidal y Nelson Semedo en el verano de 2020 ya le supuso al club un ahorro en este apartado superior a los 70 millones de euros, pero ahora, lastrado por unas pérdidas que se aventuran en torno a los 300 millones, los nuevos dirigentes están obligados a continuar con una política de recortes que no se atrevió a llevar a cabo la junta de Josep María Bartomeu.

La cesión de Francisco Trincao al Wolverhampton Wanderers, que se añadió al traspaso de Todibo al Niza y al que seguirá el de Junior Firpo al Leeds United liberaron cerca de 25 millones de euros que no son más que la punta del iceberg, sumándose los 3 millones ingresados por la venta de Konrad de la Fuente al Olympique de Marsella.

Pero se necesita liberar más espacio salarial, y no poco, para salir adelante y en ello están centrados los ejecutivos del club azulgrana con Mateu Alemany al frente. Tres son los jugadores, tal como ha venido explicando ESPN Digital, que están en el podio del interés en el Camp Nou: Umtiti, Pjanic y Coutinho. A la espera de la recuperación del brasileño, con los dos primeros ya se hicieron los primeros pasos ofreciéndoles una carta de libertad que en ambos casos no se ha consumado.

Ceder a Pjanic, entendiendo que un traspaso cuando aún hay pendientes 45 millones de euros por amortizar de su fichaje es utópico, le significaría al Barcelona un ahorro de 14 millones de euros; un escenario optimista y mucho menos asequible en el caso de Umtiti, cuyo coste salarial anual alcanza los 22 millones que hoy por hoy se considera inasumible para cualquier club.

De esta manera una baja incentivada como ocurrió con Luis Suárez sería visto como un mal menor con el que por lo menos ahorrar 10 millones puesto que el club tiene decidido que el central francés no siga de ninguna de las maneras a las órdenes de Ronald Koeman.

El escenario con Coutinho, que como Umtiti mantiene contrato hasta 2023, no es muy distinto y se trabaja para encontrarle una cesión similar a la que protagonizó en la temporada 2019-20 con el Bayern Munich y que podría significar un ahorro superior a los 25 millones de euros.

Encontrar salida a los tres futbolistas, con la baja incentivada de Umtiti y la cesión de Pjanic y Coutinho provocaría un ahorro de otros 49 millones, con lo que ya se acercaría a un total de 80 millones... Todavía por debajo de las necesidades.

A partir de aquí entran en escena otros jugadores a los que se busca acomodo fuera del club para seguir rebajando. Se considera factible el traspaso de Braithwaite, con quien restan 11 millones por amortizar que se entiende se recuperarían por la venta para ahorrar además un coste salarial superior a los 6 millones, alcanzando con él otro ahorro total de 17 millones.

Un traspaso de Neto computaría pérdidas siempre que no fuera por los 16 millones que restan por amortizar de su fichaje aunque una cesión (mantiene mercado en Inglaterra) provocaría otros 6 millones de ahorro, tal como con Carles Aleñà (cerca de 5 millones).

¿INTOCABLES?

Hasta ahí habría contabilizados algo más de 100 millones con los que aligerar la masa salarial de la plantilla, a la que hay que seguir metiendo mano, con otros jugadores menos intocables de lo que se supondría, como Antoine Griezmann y otros a los que se quiere retocar, y no poco, su contrato.

El salario del delantero francés le cuesta anualmente al Barcelona más de 24 millones de euros pero su salida se entiende de entrada muy difícil ya que, bajo contrato hasta 2024 restan más de 80 millones de euros por amortizar de su fichaje y no se aventura un club dispuesto a apostar por su incorporación.

Si Marc Andre Ter Stegen ya renovó a la baja, como Frenkie de Jong y Lenglet, su continuidad en los términos actuales se observa un hecho... excepto en el caso del francés, por quien el Barça recibiría con agrado una oferta incluso inferior a los 15 millones que faltan por amortizar de su fichaje para ahorrarse un salario bruto cercano a los 7 millones de euros.

A partir de aquí, como nombres destacados están Gerard Piqué, Sergio Busquets y Jordi Alba, cuya suma salarial le significa al Barcelona un gasto anual superior a los 60 millones y que el club pretende renegociar a la baja sin excusas. El central, que ya mantuvo una conversación con Joan Laporta, está dispuesto a aceptar unas nuevas condiciones, pero de sus compañeros, ahora concentrados con la selección española, no hay todavía noticias.

Falta, claro, el caso de Dembélé, lesionado durante la Eurocopa y que cerró la puerta a cualquier opción de traspaso inmediato que en el Camp Nou se contempló factible. La decepción fue evidente entendiendo que su venta dejaría un beneficio evidente por cuanto siempre sería muy por encima de los 24 millones que restan de amortizar de su fichaje... Y que el ahorro de su ficha sería cercana a los 20 millones.