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Eurocopa: Suiza y Escocia empataron 1-1 en el partido de los errores

Suiza y Escocia empataron 1-1 este miércoles en el marco de la segunda fecha del Grupo A de la Eurocopa en un partido que tuvo a los errores defensivos y a un verdadero golazo de Xherdan Shaqiri como protagonistas.

Los desaciertos en la última línea marcaron el destino del encuentro. Primero, porque Escocia abrió el tanteador gracias a un gol en contra de Fabian Schar, que interpuso su pie a un tiro de Scott Mctominay que no llevaba ningún peligro y terminó desconcertando al arquero.

Segundo, porque el gol del empate suizo fue una obra de arte de Shaqiri. Pero al pequeño futbolista helvético se le dio la chance de fabricar esa definición por un grave error de Anthony Ralston, quien intentó jugó la pelota hacia atrás en una salida y se la regaló.

Con el empate, Suiza quedó con un pie y medio en octavos de final, donde ya está instalado el anfitrión y líder de este grupo, Alemania, tras el triunfo de este miércoles por 2-0 ante Hungría.

Fue Escocia el que se hizo cargo del dominio de la pelota en la mayor parte del encuentro, con una Suiza más táctica, que priorizó fortalecerse en el fondo para después intentar salir de contra.

Eso fue lo mejor del partido: un choque de estilos muy marcados que, cada uno a su forma, produjo ocasiones de peligro suficientes como para llevarse los tres puntos. Si después no estuvieron finos a la hora de concretarlas, ya es otra discusión.

El único que estuvo muy preciso fue el eterno Shaqiri, que aprovechó el error ya mencionado de Ralston para meter un zurdazo fantástico, de primera y desde afuera del área, que entró literalmente en el ángulo.

Con el choque 1-1, lo tuvo primero Suiza a los 58, cuando Dan Ndoye tuvo un mano a mano, sobre el centro del área, y no pudo ante el arquero británico Angus Gunn, que rozó la pelota lo suficiente para que no entrara al arco.

Luego llegó el turno de Escocia, que a los 66 casi desnivela a través de un buen cabezazo de Grant Hanley tras un tiro de esquina desde la derecha, pero el palo opuesto le dijo que no.

El final fue dramático, con los británicos volcados al ataque en busca de una victoria que los dejara con más chances de clasificar. Hubo varios centros muy venenosos que cerca estuvieron de terminar dentro del arco, pero nadie logró empujar el balón y, así, todo quedó 1-1.