Marcel Ruiz acepta que no la pasó bien mientras jugó con los Xolos, por eso ahora disfuta el presente que vive con la casaca de los Diablos
TOLUCA -- Marcel Ruiz sonríe, celebra y pasa entre sus compañeros para recibir el típico “pasillo cumpleañero”. El juvenil cumplió 22 años este jueves y aunque disfruta el infierno del Estadio Nemesio Diez y del Toluca, recuerda que hace no mucho vivió uno con Tijuana.
Mencionado como uno de los prospectos más importantes del futbol mexicano en el medio campo, el oriundo de Mérida, Yucatán, vive el sueño de la final, la primera de su carrera.
Apenas en abril pasado, pudo escapar del infierno vivió con los Xolos de Tijuana, equipo al que pertenecía antes de llegar a los escarlatas para este semestre. Dotado de plena confianza por Ignacio Ambriz, el mediocampista de inmediato se volvió una pieza clave en la alineación mexiquense.
“Una alegría inmensa por conseguir el pase a la final. En lo personal mi primera final. Después de tantos momentos difíciles en Tijuana, es un sentimiento de verdad indescriptible. Claro que sí (un sueño). No tengo palabras”, relató Marcel luego que el Toluca eliminó al América y consiguieron su pase a la final ante Pachuca.
El buen ambiente en el vestidor escarlata se palpa. Todo es risa bajo la mirada atenta y estricta de Ignacio Ambriz, estratega de los Diablos.
Esa buena vibra que ahora goza Ruiz contrasta con el paso sin brillo que tuvo con los fronterizos, donde vivió su peor época como futbolista, esto pese a que su carrera es joven.
“En Querétaro tuve buenos momentos y en Tijuana fue donde peor la pasé y ahora es puro disfrutar y es un momento muy bonito para todos, para el plantel y esperemos que podamos ganarla para toda la afición”, resaltó.
Marcel Ruiz sabe que a Toluca no lo pueden ignorar, puesto que el nivel futbolístico que tiene es importante y que, incluso, ese pecado fue lo que sepultó al América en las semifinales.
“A nosotros nunca nos dieron como favoritos y estábamos tranquilos. Era mejor que no nos dieron de favoritos. Ellos (América) no sé si nos daban por muertos, pero nunca nos pueden dar por muertos”.
Marcel vivirá su primera final de la Liga MX a los 22 años. Su nivel futbolístico es importante y luego del infierno que vivió en Tijuana, mismo que lo marcó, ahora disfruta en un infierno más cálido, donde recordó cómo es disfrutar el futbol.