Sus padres brillaron con luz propia en el futbol mexicano; no obstante, las cosas no serán fáciles para ellos, pues enfrentan un entorno diferente, en el que la regla 10-8 que entró en vigor en el futbol mexicano en el presente Apertura 2016, podría en algún caso beneficiarles y en otro, perjudicarlos.
El hecho de ser hijos de futbolistas de gran trayectoria en el balompié nacional, podría representarles una ventaja, pero no sólo tratar de emular el peso de un nombre puede resultar complicado; simplemente, pretender sobresalir en la Liga MX implica algunos riesgos.
Estos tres saltaron a la palestra de la Liga MX con un sólo objetivo: lograr una carrera fructífera, tal como lo hicieron sus padres.
OPTARÍA POR EL TRI
Santiago Giménez es parte de las olvidadas Fuerzas Básicas del Cruz Azul. Máximo artillero Sub 15 con Cruz Azul y mexicano por naturalización, no hace mucho fue convocado por el tricolor Sub 16, ya que sacó de su padre la técnica y la exquisitez con la pelota.
Acerca de si ya se ha decidido por la Selección Argentina o Mexicana en caso de recibir un llamado a la mayor, el joven jugador afirmó que “la que llegue primero”, mientras su padre hizo notar que ‘Santi’ reside en México desde los dos años de edad, por lo que finalmente optaría por el tricolor, pues “él ama a México”, advirtió.
La relación entre los Giménez es de admiración mutua. El ídolo cruzazulino afirmó que su vástago “es un chico sincero y maravilloso, estoy muy orgulloso de él. Me gusta que sea futbolista, pero no porque yo lo obligue, sino porque es algo que le apasiona y que él eligió”.
Expresó que en su rol de padre, “trato de estar presente siempre, de guiarlo y aconsejarlo”, mientras que Santiago, de 15 años, señaló que “de mi papá saqué la pegada desde fuera del área, aunque futbolísticamente somos muy distintos. Yo soy más de área; él asiste y yo las meto, se podría decir, pero de él heredé su velocidad y nunca bajar los brazos; ser un líder en la cancha y ser humilde afuera”.
--¿Qué sientes cada vez que la afición celeste pide que tu papá entre a la cancha?
“Confirmo que es un ídolo en Cruz Azul, y siento orgullo y admiración por él”.
‘CALERITO’ LO TIENE BIEN CLARO
Juan José Calero, a diferencia de los otros dos está comenzando a repuntar en la Primera División, donde debutó en la Liga MX en la pasada Fecha 5, haciendo un doblete que llevó a su equipo al triunfo.
El jugador, que en septiembre del año pasado ya había hecho su presentación en el futbol profesional en Copa MX, jugará como ‘formado en México’ por la Regla 10/8, pero también porque adquirió la nacionalidad mexicana hace tres años.
Sin embargo, ya tuvo llamados de los cafetaleros Sub 15 y Sub 17 de, y ha dejado claro que quiere representar a la Selección (mayor) de Colombia por convicción: “Así lo quiso mi papá y así lo quise yo. Lo platiqué con él y así lo quisimos los dos, porque yo quería seguir la estrella de mi papá, tanto en Pachuca como en Colombia”.
Dijo que su papá “dejó que nosotros (su hermano y él) decidiéramos la carrera que queríamos seguir y yo le prometí que iba a debutar con Pachuca y que todos los goles que anotara, iban a ir dedicados para él”.
Reconoció, a sus 17 años, que en un principio pensaba que por ser hijo del ‘Cóndor’, lo iban a consentir: “Pensé que iba a haber un poquito más de preferencia, pero obviamente yo quería que me vieran como Juan José y me trataron siempre como un jugador más del club. No ha sido difícil cargar con la presión de ser el hijo de Calero”.
PRIMERO TRIUNFAR CON LA ‘MONARQUÍA’
David Franco, un tapatío de 19 años con acento argentino que en julio pasado se trasladó al futbol mexicano procedente del Banfield, expresó que “por un lado, la Regla 10-8 me perjudicó, pues aunque nací en Guadalajara, debo jugar como extranjero, aunque a la vez me viene bien, por las oportunidades que reciben en México los que vienen de fuera, pero todo dependerá de mí”.
Manifestó que “mi meta es llegar a Primera División con Morelia, al cual amo”, y reconoció que quiere jugar con la Selección Mexicana: “Uno siempre aspira a representar a su país; ahora estoy enfocado totalmente en Morelia, que es muy importante para pensar en eso en un futuro”.
David dejó el seno familiar para perseguir su sueño de ser futbolista profesional y heredó lo más esencial de su padre: “Es mi ídolo más grande, de él aprendí que hay que dejar todo por el futbol”.
El medio de contención afirmó que aunque no es tan alto como su padre, “nos parecemos mucho en el físico. También heredé su carácter, pues cuando juego me transformo”.
En tanto, Darío Franco no lo pensó dos veces al señalar que “nunca lo obligué a ser jugador; sabe por mí lo difícil que es esta carrera, pero también ahora lo vive. El consejo que siempre le doy es que aproveche cada entrenamiento y deje todo de él. Creo que me sacó la ‘garra’, el temperamento y la determinación de irse lejos, para cumplir su sueño de jugar”.