Todo se dio un lunes, un día después de que habíamos perdido la serie vs. Gallos de Querétaro para el ascenso. Ese año, previo a la final, mi cargo era directo con el dueño Paco Bernat. Él le había dado el manejo del equipo a Emilio Maurer, quien contrató al 'Mortero' Aravena como técnico y que, en plena liguilla, le dio las gracias y puso a Paul Moreno, mismo que alzó la copa de campeón en el primer torneo. Después llegó el Sr. Bracamontes, pero no tuvo éxito y no entramos a liguilla. Posteriormente se contrató a Menotti para esperar al campeón y jugar la serie final.
Al llegar al draft en la Ciudad de México, la indicación de Paco Bernat fue la de colocar la franquicia a algún equipo de primera división, ya que todos debían tener un equipo en liga de ascenso por reglamento y Paco, después del fracaso del torneo anterior, ya no quería invertir. El equipo no podía desaparecer como tal porque la FMF, un año antes, había desaparecido al Irapuato y al Querétaro porque sospechaban de manejos turbios en su administración. Cualquiera de esos dos era el abocado a descender pero, al desaparecer, la FMF ofreció un premio al que descendiera de varios millones de pesos.
Al Puebla le tocó descender, pero el premio, o como se le quiera llamar, no llegó en todo el año. Entonces, para el siguiente torneo, si Puebla desaparecía, automáticamente no se podía cobrar ese dinero. Por lo tanto, Paco colocó en la mañana de ese draft al Puebla como filial del Veracruz y los demás nos encargamos de vender a los jugadores ya que el Veracruz se haría cargo del equipo, por lo que me acuerdo de haber colocado a Mascorro, al 'Chero' y alguno más.
Hasta la hora de la comida todo parecía perfecto para el plan de Paco, pero en cosa de minutos todo cambió. La FMF sacó a la venta franquicias del ascenso muy baratas y entonces, los equipos de primera que habían hecho tratos con los del ascenso, rompieron el negocio y el Puebla tenía que participar so pena de no cobrar el adeudo que tenían con la institución. En ese momento, Paco me dijo que yo sería el técnico y que hiciera lo posible para no descenderlo a segunda división. Que tomara jugadores sin costo de préstamo o de compra y que armara el equipo para competir.
Tengo que decir que a Emilio Maurer no le gustó la idea, entonces me puso a Luis Enrique Fernández, quien a la postre fue vital para el armado y así fue como tuve mi primera oportunidad de dirigir al Puebla.
Esa mañana, con la cruda realidad de no haber ascendido, me encontré en la hora y en el lugar perfecto para recibir tan grande oportunidad.