El jueves arrancó en San Luis la penúltima fecha del Guardianes 2020 con todos los equipos compartiendo una idea: subirse a la Liguilla
Y tan hay, que a falta de dos jornadas para que termine la fase regular del torneo mexicano, sólo León aseguró ya puesto de Liguilla.
El debate podría ser el de siempre. Un sistema de competencia que fomenta irregularidad y que permite que casi cualquiera aspire a clasificar y pelear por el título. Aunque no puede pasarse por alto la realidad de la pandemia que obligó a nuevas consideraciones en el formato.
El torneo tiene a seis equipos que aún aspiran a superar los 30 puntos. Llegar a ese objetivo supondría para quien lo consiga una efectividad cercana al 60% en medio de un campeonato con una demanda física inusual, y con las constantes distracciones que para cualquier futbolista pueda significar el sin fin de pruebas PCR a las que se ha sometido.
La cantidad de partidos acumulados ya le ha pasado factura a varios. Constantes lesiones han mermado a muchos. Probablemente América sea el primero en esa lista.
Los casos positivos a Covid-19 también le han quitado armas a todos los entrenadores y la falta de gente en los estadios ha restado impulso a todos los clubes. Algunos suelen encontrar en eso muchas veces la diferencia entre sólo jugar o verdaderamente competir.
Por eso creo que al menos esta vez no podemos, o no debemos, ser tan exigentes. El torneo mexicano ha mantenido dentro de todo su nivel. León y un estilo de juego reconocible y admirado en cada cancha. Cruz Azul y su empuje más allá del último bache que zanjó en Guadalajara. Pumas con un mérito gigantesco en el trabajo de Lillini y el rendimiento de un plantel infravalorado. América otra vez siendo capaz de dar la cara pese a la cantidad de bajas. O la calidad conocida, aunque a veces también escondida, de Tigres o Rayados.
Por debajo de éstos, un grupo de equipos, más amplio esta vez por la bondad del formato, capaz de dar alguna sorpresa. La liga mexicana tiene a 17 clubes que, con dos partidos por jugar, todavía pueden clasificar. Eso cuando menos garantiza que cada encuentro pendiente le ofrezca algo al aficionado.
Hoy más que nunca el futbol es un distractor social enorme y fundamental. Ya habrá tiempo para exigir mayor nivel o volver a pelearnos por formatos de torneos que obliguen a la regularidad y exijan una mayor competencia deportiva. Por lo pronto ayer arrancó en San Luis la penúltima fecha del Guardianes 2020 con todos los equipos compartiendo una idea: subirse a una Liguilla para la que todavía hay muchos lugares.