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Loly Piñeiro y su dura experiencia en la MLS: "Sufrí cosas feas. A veces me iba llorando de los entrenamientos"

Rodrigo ‘Loly’ Piñeiro contó este viernes que vivió situaciones muy duras y feas en el Nashville Soccer Club de la MLS, donde sufrió humillaciones y menosprecio que provocaron que a veces debiera irse llorando de los entrenamientos. En ‘Último al arco’ (Sport 890), el ex futbolista de Peñarol y Danubio aseguró que piensa volver a jugar en Uruguay para estar cerca de su familia luego de sufrir un ataque de ansiedad y depresión en noviembre.

‘Ojalá algún día la gente entienda que la salud mental es tan importante como la física. Ya no aguanto más’, publicó el jugador de 22 años en su cuenta de Instagram el pasado 25 de noviembre, lo que generó preocupación en el últimamente golpeado ambiente del fútbol uruguayo, que en este 2021 ha sufrido varios casos de depresión de profesionales y ex jugadores.

Tres días más tarde de esa publicación, Piñeiro agradeció todos los mensajes de apoyo, asegurando que se sintió muy querido: “Les agradezco a todos, pasé un ataque de ansiedad muy feo. Hace meses vengo así, estoy lejos de mi familia y pasando momentos muy duros en mi trabajo que hoy no puedo contar. Hice una publicación como un desahogo, no quise preocupar a muchas personas. Ya estoy en manos de un profesional para poder cuidar mi salud mental y gracias a Dios estoy bien”, expresó en una carta pública.

Este viernes, el joven contó en Radio Sport que ya se encuentra en su país. El exjugador de Peñarol, Miramar Misiones, Boston River, Rampla, Danubio y selecciones juveniles de Uruguay, había sido fichado por el Nashville a inicios de febrero de este 2021, firmando contrato hasta fines del 2023.

“Creo que estoy en un momento muy bueno de mi carrera y que tengo que aprovecharlo, pero en lo individual no me fue tan bien. Creo que me merecía un poco más, pero son cosas del fútbol, en lo personal me fue bastante mal, muy triste todo”, comenzó evaluando Piñeiro, quien sólo disputó dos partidos en la temporada de la MLS jugando apenas un minuto en mayo ante Inter Miami por la tercera fecha, e ingresando a los 81’ ante Toronto por la novena etapa del campeonato en junio.

Consultado sobre qué le generaba tristeza, Loly señaló: “Estar lejos de mi familia y a veces un poco de menosprecio hacia mi trabajo. Hoy en día no es bueno decir quién me menospreciaba, solamente marcar que me vine a Uruguay muy triste. Pasé cosas feas como menosprecio y humillaciones, pero son cosas de las que tengo que aprender”.

“Fue muy duro, fue la primera vez que me tocó vivir algo así. Además estaba lejos de mi familia y no tenía un apoyo emocional, estuve sólo un año entero; uno necesita ese apoyo para bancar ciertas cosas”, dijo el futbolista que tuvo escasas posibilidades con el entrenador inglés Gary Smith.

Incluso Piñeiro relató una decisión insólita de parte del cuerpo técnico: “Yo siempre le respondí bien al entrenador; la confianza y la fe no me la sacan nadie, ni con humillaciones ni faltándome el respeto. Al revés, siempre le demostré que estaba para jugar, yo estaba contento y motivado pero no llegó la chance. En mis redes sociales subía videos míos entrenando y en determinado momento me prohibieron subirlos”.

Estuve muy triste durante casi nueve o diez meses; en los primeros dos meses era todo nuevo, entonces no me caía la ficha de que estaba solo porque estaba muy feliz de poder dar ese paso en mi carrera. Pero luego sí, tuve varios meses que extrañaba y que necesitaba el abrazo de mi padre o de mi madre, consejos de mis amigos, a mi mujer. Yo me guardaba las humillaciones que pudiera recibir, me dolían, y hasta a veces me iba llorando de los entrenamientos”, comentó.

Y dijo lo que sintió en el momento de escribir aquella publicación del 25 de noviembre donde afirmaba que ‘no aguantaba más’: “Se te pasan millones de cosas por la cabeza, me dio un ataque de ansiedad y depresión, se me dio por romper cosas en mi casa. De hacer cosas que yo me desconocía totalmente, entré en una depresión y no aguantaba más, lloraba solo, llamé a mi mujer que se preocupó”.

“En el momento que escribí eso no sabía qué hacer, estaba en ese ataque de ansiedad y agarraba el celular y no sabía a quién llamar. Me dolió haber preocupado a muchas personas, pero fue un desahogo emocional para que me ayuden a salir de esa situación muy fea, hoy gracias a Dios estoy muy bien y me sentí muy querido por toda la gente, no sólo la de Peñarol, me escribieron de todos los cuadros, hasta hinchas de Nacional”, valoró.

Piñeiro contó que los jugadores latinoamericanos del Nashville le brindaron su apoyo, así como funcionarios y dirigentes del club. Además, Lucas Monzón, zaguero uruguayo del New York Red Bulls, también le escribió al igual que varios jugadores de Peñarol, entre ellos Walter Gargano: “El Mota me mandó muchos mensajes, me llamó, y un apoyo de esos para mí que soy un pibe es algo único”.

Respecto a su futuro, se le consultó a Loly si considera volver al fútbol uruguayo y respondió: “Sí, se me pasa por la cabeza estar cerca de mi familia. Creo que con el Nashville estamos en una buena relación como para negociar el préstamo, ya están por dar el ok, es lo que todos buscamos. Es la mejor solución para poder tener cerca a mi gente y sentirme de buena manera, quiero ser feliz, hoy en día estoy en busca de mi felicidad”.

“Me gustaría volver a Peñarol, creo que estoy preparado para una segunda oportunidad, de joven desaproveché alguna posibilidad, ahora estoy más maduro. También fui feliz en Danubio y me sentí muy querido. El Chino Lasalvia y Gerardo Rabajda están negociando, y lo que sea mejor en busca de mi felicidad será la decisión correcta”, concluyó.