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México y Martino: Ante el desastre, una apuesta por la fe y el optimismo

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Hugo Sánchez: 'Esperemos que los dirigentes se den cuenta que, si el rumbo continúa así, no habrá resultados favorables' (2:57)

'El Macho' considera que la FMF tiene que realizar un análisis a fondo para cambiar la cara del 'Tri' previo a la Copa del Mundo. (2:57)

Edson Álvarez llevándose las manos a los oídos en señal de que no escucha las críticas y/o abucheos en un estadio vacío, ante un rival inexistente y tras una eliminatoria desastrosa, es el fiel retrato de lo que es la Selección Mexicana de Futbol en este momento: un equipo totalmente perdido.

El guión que México ha seguido a lo largo del Octagonal no podía modificarse de la noche a la mañana, por ello el partido ante Honduras fue un ‘refrito’ de anteriores actuaciones de un Tricolor sin variantes, con pocos recursos, lleno de futbolistas en mal momento, y por si fuera poco, sin entrenador (esté o no Gerardo Martino en la banca).

Los Catrachos son una selección primaria, hasta llanera, y el conjunto azteca necesitó de 70 minutos para abrir el marcador a través de un tiro de esquina con alta dosis de fortuna, porque el balón fue tocado entre Edson Álvarez y un defensor local. De ese tamaño es la nueva y triste actuación tricolor.

Al ‘Tata’ lo contrataron como técnico del Tri luego de sondear a más de 20 entrenadores, y la misión del argentino en lo absoluto era sólo clasificar a la Copa del Mundo, eso es obligación y se da por descontado para México en la Concacaf… El reto es que el equipo pudiera adquirir un estilo, personalidad, ser reconocible y como tal enfilarse hacia Catar 2022.

Sin embargo, hasta ahora Martino reprueba de forma grosera. Esta selección es un híbrido malhecho con jugadores veteranos que ya no tienen nada que hacer vistiendo la playera nacional, y una serie de jóvenes en los que el entrenador no confía del todo porque, pese a su calidad, apenas si les ha dado minutos, lo cual resulta insuficiente para que puedan asumir un rol protagónico.

Parece ironía, pero en el año más importante de la gestión de Martino en el Tricolor todo está por construirse. No se puede apelar solo a la fe y al optimismo para esperar que México llegue a Catar y brinde una de esas actuaciones memorables como el partido frente a Alemania en Rusia 2018.

Al equipo le faltan líderes, futbolistas determinantes, y sobre todo gestión, una verdadera gestión que no esté casada con las ‘vacas sagradas’, que no tenga miedo a apostar por los que están en su mejor momento sin importar edades, clubes o posiciones, y que sencillamente lleve a los mejores, no a los nombres, veteranos o a los que militan en clubes europeos solo por ese mérito, entrenar y jugar —muy poco en varios casos— allá.

Y Martino todo el 2021 y lo que va del presente año ya dejó de manifiesto que está rebasado, que tiene la lista de los mundialistas a un 90 por ciento sin fomentar la competencia, sin asumir riesgos, sin moverle a su esquema cuadrado y sin sacudir al equipo ante un desempeño desastroso.

Hace cuatro años, el escritor mexicano Juan Villoro realizó una analogía y señaló que Juan Carlos Osorio era un “buen profesor a nivel de preparatoria o universidad”, pero si el Tri deseaba aspirar al quinto partido debía tener a un entrenador con “maestría o doctorado”.

Hoy la situación no luce tan diferente, al ‘Tata’ claramente le faltan esos ‘diplomas’ y por lo mismo en su momento salió del Barcelona y de la selección Argentina con las manos vacías.