Pocos jugadores que participarán de la Copa del Mundo de Qatar 2022 significan tanto para su Selección y para su país como Sadio Mané para Senegal. El delantero que en este mercado de invierno fue incorporado por Bayern Munich a cambio de 32 millones de euros tras seis años en el Liverpool inglés es la figura y el emblema de los Leones de la Teranga.
Nacido en Bambali, Sedhiou, en Senegal, debutó para su equipo nacional a los 20 años y es el máximo goleador histórico de su país. Disputó el Mundial de Rusia en 2018 y condujo al seleccionado al título de la Copa África de este año, el primero de la historia.
Mejor jugador del torneo continental; segundo goleador africano de la Premier League; campeón de la UEFA Champions League, la Supercopa de Europa, el Mundial de clubes, la Premier League, la Copa de la Liga, la FA Cup. Todos estos logros parecen poco en comparación con lo que realmente representa Mané para su pueblo. Sadio se destaca más afuera de la cancha que adentro.
“¿Para qué quiero diez coches Ferrari, veinte relojes con diamantes y dos aviones? ¿Qué harán estos objetos por mí y por el mundo? Yo pasé hambre, trabajé en el campo, jugué descalzo y no fui al colegio. Hoy puedo ayudar a la gente. Prefiero construir escuelas y dar comida o ropa a la gente pobre”, manifestó alguna vez y lo confirmó con hechos. Construyó en su barrio un hospital, una escuela, y les envía ropa, calzado y alimentos a las personas en extrema pobreza. Además, les envía 70 euros al mes a las familias de una región donde se crió.
El padre de Mané falleció cuando él tenía 7 años y por eso él no pudo continuar estudiando. Este hecho marcó su futuro y fue lo que impulso su conciencia social. Según su mirada, era fundamental que la gente tuviera acceso a un hospital y a una escuela. Sadio vivía en la extrema pobreza, y soñaba con algún día poder ser futbolista. Sus ganas eran tan grandes que se viajó como pudo los 400 kilómetros que separan su Bambali natal de Dakar, la capital de Senegal. Allí había más y mejores posibilidades para un jugador en formación.
Generation Foot fue el primer club donde recaló. Allí lo vio un buscador de talentos que lo llevó a Metz de Francia, donde conoció a su compañero de Seleccion Kalidou Koulibaly. En el cuadro francés hizo su debut profesional en 2012, pero solo jugó dos temporadas, hasta que fue vendido a Red Bull Salzburgo de Austria.
Allí se destacó y llamó la atención de Jurgen Klopp, quien lo quiso contratar para Borussia Dortmund pero no pudo, ya que Southampton ganó la pulseada y lo llevó a la Premier, algo que era un sueño para el futbolista. Finalmente, en 2016 Liverpool lo compró y Klopp logró lo que quería hacía varios años, poder contar con Mané en su equipo.
Hay videos en los que se destaca a Mané limpiando los baños en una mezquita. Para él la religión es muy importante: “Respeto las reglas del Islam y rezo cinco veces al día, siempre”, reconoció el futbolista que en Qatar estará presente en su segundo Mundial.