Kevin De Bruyne es la máxima figura de la Selección de Bélgica que disputará la Copa del Mundo de Qatar 2022. Perfeccionó su juego en la Premier League con la camiseta de Manchester City y los Diablos rojos lo aprovechan. Es el socio de todos en el equipo de Roberto Martínez.
Es indescifrable. Le sale fácil cambiar de ritmo con pelota dominada o recuperar para iniciar juego siempre hacia adelante y hasta definir como nueve, una jugada que construyó segundos antes como interior.
En cada partido actualiza el manual del futbolista completo. Con Manchester City o su Selección siempre da más. Solidario, desequilibrante, con mucha precisión para entender lo que pide un partido. Piensa, simplifica y ejecuta.
Aprendió a jugar 20 metros más atrás de su origen natural de extremo. Desde ahí gobierna con el balón como interior, mediapunta o a veces por las bandas. Con su movilidad distrae, confunde rivales y libera zonas para lanzar pases definitivos al espacio.
Alejó su protagonismo del área, resignó gol. Sin embargo, sostiene el fútbol ofensivo con toque corto, largo, priorizando avanzar. Sus decisiones casi siempre le dan la razón. Bélgica es una sinfonía. De la paciencia al fuego sin escalas.
En palabras de Pep Guardiola, "es un luchador y alguien que crea goles y asistencias". Martínez su DT local, va más allá: "Si tuviera que apostar por un Balón de Oro, lo haría por Lukaku y De Bruyne"
Tiene 31 años y 91 partidos en el equipo nacional. También va por su tercer Mundial consecutivo con la experiencia que dan siete campañas bajo la exigencia inagotable de Guardiola en la Premier League. Será una de las figuras de Qatar 2022 y los hinchas tienen licencia para creer en grande.