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Cien historias rumbo a Qatar 2022: Aliou Cissé, el patriota que lidera a un Senegal que se permite soñar

Cissé conocido como "El táctico" por su capacidad para organizar talentos en una estructura sólida y confiable AP

En esta Copa del Mundo de Qatar 2022, por primera vez en la historia los cinco seleccionados africanos son dirigidos por entrenadores oriundos de ese continente. El pionero es Aliou Cissé y sigue haciendo historia. Luego llegar a 8vos de final con Senegal como jugador, en 2002, ahora lo repite como entrenador, 20 años más tarde. "Nosotros tenemos realidades que no son las de otros continentes. Pero confiamos en nuestro fútbol, no tenemos complejos y sí grandes jugadores. Ahora necesitamos entrenadores africanos para que nuestro fútbol vaya adelante", dijo Cissé en 2018, cuando ya llevaba tres años como seleccionador.

Cissé dio comienzo a una nueva era en el fútbol africano. Su capacidad de estudio, su curiosidad y su obsesión lo convierten en una rara-avis dentro del grupo de los entrenadores de África subsahariana. Durante décadas, las selecciones de esa región fueron dirigidas por europeos que tenían como principal objetivo organizar el talento un poco caótico que era proverbial en estos países. Los pocos técnicos nacionales cimentaron su éxito más en su conocimiento de la idiosincracia y en su talento para entender a sus futbolistas que en la capacidad táctica y estratégica. Cissé consiguió unir ambas sensibilidades.

"Es un reto para nosotros demostrar que somos capaces de hacernos cargo y demostrar que no solo estamos destinados a patear una pelota. Somos capaces de ser grandes jugadores, pero también somos capaces de pensar, planificar y poner las cosas en su lugar", dijo en una entrevista con la FIFA y luego agregó: "creo que para dirigir una Selección hay que conocer la realidad del país y ser muy competente en el sentido técnico y táctico. Pero en realidad, también es importante conocer el pasado del país. Para mí, si no sabes del pasado, es difícil hablar del futuro".

ALIOU CISSÉ, UNA VIDA LLENA DE FÚTBOL
La vida de Cissé está unida a la de la Selección de su país. Hizo su debut como jugador en 1999 y en su primera participación en Eliminatorias consiguió una clasificación histórica a la Copa del Mundo de Corea-Japón 2002, el debut absoluto de Los Leones de la Teranga en el máximo torneo. Salió como capitán el 31 de mayo de 2002, cuando en el partido inaugural el cuadro africano venció a la campeona mundial Francia en uno de los batacazos más resonantes de todos los tiempos. Luego fue uno de los pilares de la extraordinaria campaña que terminó en cuartos de final.

Tras una destacada carrera como defensor en Francia e Inglaterra, con paso por PSG incluido, se retiró en 2009 y profundizó su preparación para ser director técnico, algo que siempre tuvo claro. "Toda la vida me ha apasionado este trabajo, incluso cuando jugaba. Siempre tuve curiosidad por saber el propósito de los ejercicios que hacíamos. A menudo hablaba mucho con mis entrenadores porque cuando me pedían que corriera necesitaba saber por qué tenía que correr tanto para jugar al fútbol", explicó. "Es muy bueno observar lo que hacen los demás, pero lo más importante es tener tu propia identidad y métodos".

Esa ambición por aprovechar bondades ajenas y transformarlas en propias forjó su identidad. En África es reconocido como "El táctico", por su capacidad para organizar talentos en una estructura sólida y confiable. Que los seleccionados africanos tienen buenos jugadores pero poca disciplina táctica es un lugar común con algún matiz de realidad. Por eso, apenas llegó al conjunto nacional, Cissé se puso como objetivo establecer un esquema consistente que permita potenciar esas virtudes individuales. Y con tiempo lo consiguió.

Hoy, su equipo sabe muy bien a lo que juega y está muy lejos de ser catalogado como "ingenuo" o calificativos similares que por lo general reciben los representantes de África en los Mundiales. Suele jugar con un 4-2-3-1 que se puede transformar en un 4-3-3, en el que el mediapunta a veces busca un poco más atrás conectar con el balón. Se siente cómodo jugando de contragolpe y busca transiciones veloces. Aprovecha muy bien también la velocidad de sus laterales. Por supuesto, la mayoría de sus jugadores se desempeñan en Europa y tienen amplios conocimientos tácticos y estratégicos.

ALIOU CISSÉ, Y EL SER AFRICANO
Además de un estudioso del fúbol, Cissé es un nacionalista. Un patriota. Su grito de guerra es "Mboloo Mooy gagner", que quiere decir "la unidad trae la victoria" en wolof, una de las lenguas autóctonas más difundidas en su país. Él se ocupó de mantener vivo el idioma incluso en los años en los que vivió en Europa. "En este momento, el barómetro de la sociedad senegalesa es el fútbol”, dijo en una entrevista con The New York Times tras lograr la clasificación a Qatar 2022. "La gente nos ve jugar y se siente orgullosa de ser senegalesa, orgullosa de ser africana".

Meses antes, su equipo había ganado la primera Copa africana de su historia, que además fue una revancha personal. Hace veinte años, Cissé falló el penal definitivo de la final contra Camerún y el plantel que luego brilló en el Mundial de Japón y Corea sufrió una derrota muy dolorosa. Dos décadas más tarde, celebró desde el banco de suplentes la victoria sobre Egipto, que le dio el título perdido aquella vez en Mali.

"Dedico esta victoria al pueblo senegalés. Durante años, hemos estado persiguiendo esta copa. Hoy podremos poner una estrella en nuestras camisetas", exclamó en medio de los festejos. Otra vez, el sentimiento nacional a flor de piel. Para él, dirigir a la Selección es "como ser un político". Considera que es necesario "conocer la economía, la cultura, la educación y la historia de tu país". En tiempos en los que los buenos técnicos son solo los que ganan partidos, destacar la identificación de un entrenador con su pueblo es un acto de rebeldía.

¿Cómo se puede trasladar el patriotismo a la dirección técnica de forma directa? No es fácil, pero Cissé encontró una manera. En esta época en la que los seleccionados europeos se han nutrido de futbolistas nacidos en África, Cissé consiguió que varios oriundos de Francia, el país que más se ha visto beneficiado por esta mecánica, defiendan la camiseta de Senegal. Hoy, Édouard Mendy, Kalidou Koulibaly, Abdou Diallo y Boulaye Dia forman parte de la base de los Leones de la Teranga pese a que nacieron en suelo francés. Todos son hombres fundamentales en su idea.

El 2002 fue el año más trascendente de su carrera como futbolista pero el hecho que lo marcó fue ajeno al campo de juego. Aquel año sufrió la muerte de doce familiares en el transbordador Le Joba, que cubría el trayecto Ziguinchor-Dakar. Fue una de las peores tragedias marítimas de Senegal, en la que fallecieron 1893 personas y solo se salvaron 64. La tragedia habría ocurrido como consecuencia de una gran tormenta y porque el barco llevaba el triple de personas de su capacidad.

Como muchos compatriotas, Cissé tuvo que convertir el dolor y la carencia en fortaleza. Lo consiguió para sí mismo y, gracias al fútbol, logró extenderlo al resto de su pueblo. Hoy, es un símbolo del éxito y el líder de una Selección que tiene ambiciones de hacer historia en esta Copa del Mundo.


*Esta nota se publicó originalmente el 7 de octubre de 2022, como parte de una serie previa rumbo al Mundial. Y se actualizó el 29 de noviembre de 2022, para dar cuenta de la clasificación de Senegal a los 8vos de final de la Copa del Mundo.