Desde que África disputó una Copa del Mundo por primera vez en Italia 1934, de la mano de Egipto, 44 selecciones han representado al continente en el torneo más importante de todos. De ese total, solo 14 fueron dirigidos por entrenadores africanos. Es decir que el 68% de los seleccionados fueron conducidos por extranjeros. La conclusión es evidente: el fútbol de África creció por su talento natural mientras se nutría de las enseñanzas de maestros europeos.
Así fue hasta hoy, porque en Qatar 2022 llegó el momento de los técnicos autóctonos.
"El futbol africano ha tomado las riendas de sus asuntos", afirmó Aliou Cissé en diálogo con FIFA en abril de este año y no dejó dudas sobre la capacidad de sus coterráneos. Es que por primera vez en la historia los cinco representantes de África serán dirigidos por DTs de sus países. El senegalés, campeón continental hace pocos meses, es el símbolo de esta época. Fue quien primero llegó y quien marcó el camino de éxito para que los dirigentes confíen en sus compatriotas.
A diferencia del seleccionador de Senegal, no todos arribaron al cargo por una decisión pensada y estudiada. Algunos lo hicieron por cuestiones fortuitas o para intentar encarrilar situaciones complejas y urgentes. Lo seguro es todos ellos cumplieron las expectativas apenas se pusieron al frente de sus jugadores y consiguieron el objetivo máximo de este año: clasificar a Qatar 2022. Las razones de este suceso son varias.
Según Cissé, "para dirigir a una selección necesitas conocer la realidad futbolística del país y ser altamente competente en un sentido técnico y táctico. También es importante conocer el pasado del país. Si no conoces el pasado es difícil hablar del futuro". La miradad es clara: dirigir a un conjunto nacional no es lo mismo que a un club y el conocimiento de la cultura y las costumbres puede marcar la diferencia. Durante décadas, África eligió técnicos que no habían crecido en la misma tierra que sus futbolistas y eso puede representar una dificultad ante desafíos como un Mundial.
Recién en Argentina 1978, un técnico africano hizo su aparición en una Copa del Mundo. Fue Abdelmajid Chetali, quien condujo a Túnez a la primera victoria mundialista del continente. Es decir que el triunfo primordial llegó gracias a un equipo dirigido por un DT autóctono. La historia de Chetali mereció su propio espacio en esta cuenta regresiva y está muy relacionada con las palabras de Cissé: el sentimiento patriótico como movilizador de la victoria deportiva.
Cuatro años más tarde, la Argelia de Rachid Mekhloufi logró el triunfo más resonante de un seleccionado africano hasta ese momento y uno de los más espectaculares de todos los tiempos. En el debut en España 1982, los argelinos vencieron 2-1 a Alemania Federal, el campeón reinante. Fue la primera vez que un conjunto del continente vencía a un europeo y la primera vez que le ganaba a un campeón defensor. Luego, no pudo clasificar a la segunda fase por un "arreglo" entre Alemania y Austria en el último partido del grupo.
Más allá de los buenos resultados logrados por Chetali y Mekhloufi, ambos protagonizaron hechos aislados, porque los europeos y sudamericanos mantuvieron sus lugares en los bancos de suplentes africanos. En 1986, Marruecos clasificó a octavos de final al mando del brasileño José Faria. Fue la primera vez que una Selección de África superó la fase de grupos en un Mundial.
En los años posteriores, Camerún, Nigeria, Senegal y Ghana tuvieron campañas históricas siempre con entrenadores europeos, como el ruso Valeri Nepomniachi, el holandés Clemens Westerhof, el serbio Bora Milutinovic, el francés Bruno Metsu y el serbio Ratomir Dujkovic. Los técnicos nacionales eran excepciones a la regla. Solo una vez hubo tres africanos en un Mundial, y fue récord. En 2002, Jomo Sono dirigió a Sudáfrica, Ammar Souayah a Túnez y Adegboye Onigbinde a Nigeria. Veinte años después se romperá la marca con un cien cien por ciento de efectividad.
ALIOU CISSÉ, EL PRIMERO
La historia del seleccionador de Senegal ya fue contada en este dossier. Es el ícono indiscutible de este proceso, por antigüedad en el cargo, resultados, capacidad y dialéctica. Fue símbolo del seleccionado senegalés como futbolista y en 2015 llegó a la dirección técnica.
Renovó las esperanzas del fútbol de su país, logró volver a un Mundial tras 16 años en Rusia 2018 y consiguió el primer título continental de los Leones de la Teranga. Con una campaña destacada, en Qatar se podría convertir en el entrenador africano más importante de la historia.
RIGOBERT SONG, EL ÍDOLO QUE AHORA SE SIENTA EN EL BANCO
Al igual que Cissé, es uno de los jugadores más destacados de la historia de su Selección. No llegó a formar parte del histórico equipo de Italia 1990 pero participó de los cuatro Mundiales siguientes. Tras su retiro luego de la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010 estuvo un tiempo alejado del profesionalismo. En 2015, se hizo cargo del combinado de Chad y en 2016 del equipo A de Camerún, formado por futbolistas del medio local.
Su aporte fue menor en aquellas circunstancias, pero semanas antes del duelo definitorio de las Eliminatorias contra Argelia fue convocado de urgencia. Toni Conceição había sido despedido tras la eliminación en semis de la Copa África y el equipo necesitaba un DT con conocimiento para afrontar un desafío tan duro. Camerún logró el pasaje de forma agónica y Song dirigirá en Qatar.
OTTO ADDO, EL HOMBRE FORMADO EN ALEMANIA QUE APROVECHÓ SU OPORTUNIDAD
Solo disputó 15 partidos internacionales, pero su nombre es recordado como uno de los protagonistas de la primera gran campaña de Ghana en un Mundial, en Alemania 2006. En ese mismo país forjó una gran carrera, primero como futbolista y luego como asistente técnico.
En 2021, fue contratado como ayudante de Milovan Rajevac. El serbio tenía el luminoso antecedente del Mundial 2010, cuando Ghana alcanzó los cuartos de final, pero la ignominiosa eliminación en primera fase de la Copa África precipitó su salida. Entonces, Addo se convirtió en el DT principal pocos días antes del choque contra Nigeria por el pasaje al Mundial. Allí las Estrellas negras mostraron carácter y ganaron por penales.
JALEL KADRI, EL TRABAJADOR QUE TIENE SU PREMIO
A diferencia de los nombres anteriores, el entrenador de Túnez no tuvo una carrera destacada como futbolista. Sin embargo, sí ha sido un director técnico dedicado a su trabajo y esa tenecidad lo condujo a una Copa del Mundo.
El año pasado se convirtió en el asistente de Mondher Kebaier y una circunstancia particular lo ubicó en su actual puesto. Por infección de covid-19 del técnico principal, dirigió el partido de octavos de final de la Copa África contra Nigeria y el equipo tuvo la mejor actuación del ciclo para ganar 1-0 de forma sorpresiva. Luego, quedó eliminado en cuartos contra Burkina Faso y Kebaier fue despedido.
Entonces, a días del partido de Eliminatorias contra Mali, Kadrid fue designado seleccionador y condujo a las Águilas de Cártago a la victoria.
WADID REGRAGUI, EL ÚLTIMO INVITADO A LA FIESTA
Tres de los cuatro nombres anteriores llegaron al cargo de forma urgente, días antes de la definición de las Eliminatorias y con el único objetivo de clasificar al equipo de su país de origen al Mundial. Pero Wadid Regragui arribó a Marruecos después de la clasificación. Menos de cien días antes del comienzo de Qatar 2022, Vahid Halilhodžić fue despedido por diferencias con la Federación y la contratación de un técnico marroquí pasó a ser la salida más clara a la crisis.
"Para nosotros es un reto demostrar que somos capaces de tomar las riendas y demostrar que no solo sabemos correr tras un balón", afirma Cissé. "Somos capaces de ser grandes jugadores, pero también somos capaces de pensar, de planificar y de implementar cosas. Y a medida que las cosas avanzan hoy en día, podemos ver que otras federaciones depositan su confianza en sus productos autóctonos. Si hay entrenadores competentes a nivel local, no veo por qué vamos a buscar en otro sitio; deberíamos confiar en ellos", agrega. El senegalés alza la voz por sus colegas africanos y entrega una mirada. La Copa del Mundo de Qatar 2022 es la gran oportunidad de demostrar que los técnicos africanos pueden.