Llegó el día. Este domingo comienza la Copa del Mundo. Y la Selección de Ecuador será la encargada de poner el marcha el máximo torneo. Lo hará contra la anfitrión Qatar, en un enfrentamiento peligroso para el seleccionado sudamericano, que chocará contra un debutante absoluto y al mismo tiempo frente a un duro adversario que lleva un proceso de varios años de trabajo y además tendrá el apoyo de su hinchada en el estadio Al Bayt.
"Queremos hacer historia y ser el primer equipo que le gana a un local en el encuentro inaugural", dijo el capitán Enner Valencia y dejó bien claro el objetivo de la Tri. Ganar. No hay otra posibilidad. Una victoria en el comienzo podría marcar el resto de la competencia. Por eso, Gustavo Alfaro prepara el encuentro con paciencia artesanal.
LA DISPUTA EN EL MEDIOCAMPO
Ecuador debe hacer goles. Esa es la gran deuda y preocupación del conjunto nacional después de la sequía evidenciada en los últimos encuentros. Está claro y lo saben todos. Sin embargo, en los partidos de esta relevancia y de semejante tensión competitiva en lo anímico y mental, la clave siempre está en el centro del campo. Allí se gestan las victorias y comienza a sufrirse las derrotas. Entonces, una obsesión del cuerpo técnico será potenciar el trabajo del trío de mediocampistas.
El jugador más destacado de la Selección es Moisés Caicedo. Él es el líder del equipo, la usina de fútbol y el encargado de manejar los tiempos, de elegir en qué sector del campo presionar y qué tan rápido salir. Si prevalece y el partido se juega a su ritmo, Ecuador tendrá mejores posibilidades. Para que se mueva con mayor libertad, Alfaro siempre alinea a un socio de corte, con perfil de pivote. Su preferido para esta función es Carlos Gruezo, quien está listo para ser titular.
El tercer integrante de la línea media en el 4-3-3 sería José Cifuentes. De esta manera, la Tri contaría con un trío con mucho músculo, dinámica y velocidad. Esa fortaleza física podría ser fundamental contra el doble cinco que por lo general plantea Félix Sánchez Bas en Qatar. Karim Boudiaf y Abdulaziz Hatem juegan en esa zona y deberán trajinar y mucho para no perder el control.
EL JUEGO POR LAS BANDAS
A comienzos de las Eliminatorias, el juego por afuera había sido una de las virtudes ecuatorianas. Pervis Estupiñán se destacaba, desde la izquierda, como una especie de armador de juego con la cancha torcida. Su ascendencia era absoluta y el seleccionado jugaba a su manera. A medida que avanzó el ciclo, el equipo cambió de fisionomía y el aporte de los laterales perdió trascendencia, aunque el jugador de Brighton aún es uno de los líderes.
En el Mundial, Alfaro necesita recuperar la capacidad de desnivelar por las bandas. Qatar se ha caracterizado desde hace años por su paciencia para sostener la posesión y por la movilidad de sus jugadores con el balón. No es tan incisivo por los extremos, pero sabe utilizarlos cuando es necesario. Por eso, la capacidad atlética y la pegada de Pervis podrían abrir el partido. Por la derecha jugaría Angelo Preciado, quien también sabe atacar bien. Si no, iría Xavier Arreaga, y eso le permitiría tener más libertad a Estupiñán.
EL JUEGO DEL CENTRODELANTERO
Como se dijo más de una vez, el máximo reto de Ecuador en su primer partido mundialista será marcar un gol rápido. Para comenzar bien la Copa, para cambiar la tónica de los últimos amistosos y para que los delanteros recuperen confianza. Enner Valencia jugará en el puesto de centroatacante y su experiencia será importante si el tiempo pasa y el gol no llega.
Enner sabe asociarse bien con sus compañeros y también es buen finalizador de jugadas. Llega al Mundial tras una gran campaña en Fenerbahce, pero su principal objetivo de 2022 era este partido que se disputará en el estadio Al Bayt. Su capacidad para ubicarse y su frialdad para definir podrían ser los cimientos del triunfo. El anfitrión por lo general juega con una línea de cuatro, pero esta vez podría hacerlo con tres defensores: Bassam Al-Rawi, Boualem Khoukhi y Pedro Miguel. Deberá encontrar espacios y también propiciar la llegada de los extremos y de los mediocampistas. Ecuador necesita gol y no importa quien sea el autor.