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Países Bajos-Senegal: ritmo, buen juego pero poca imaginación en ataque

Países Bajos tuvo su debut triunfal en Qatar 2022. AP

DOHA (Enviado especial) -- Países Bajos y Senegal jugaron el primer partidazo de la Copa del Mundo. Los tres puntos quedaron en poder de la Naranja, pero ambos evidencieron varias virtudes y un mismo defecto: falta de ingenio y talento en ataque. Después de dos encuentros que se resolvieron muy rápido en favor de Ecuador e Inglaterra, el segundo partido del grupo A fue un choque cargado de intensidad, ritmo y talento en todos los sectores del campo excepto en las áreas. Allí es donde fallaron siempre salvo en un par de jugadas que fueron más errores defensivo que virtudes ofensivas.

En una zona en la que la pelea entre tres aspirantes a la clasificación se adivina muy compleja, la falta de peso ofensivo puede ser la clave que defina todo. Los tres implicados son conjuntos sólidos, confiables y con identidad. Está claro que eso es lo más difícil de conseguir y con estas virtudes los goles deberían llegar por peso propio, pero también es cierto que el Mundial es corto y aprovechar cada ocasión es fundamental. Ecuador lo hizo en sus primeros veinte minutos y por eso es líder. Países Bajos también pudo sacarle rédito a las equivocaciones de Edouard Mendy y ganó un encuentro que se había presentado muy duro.

El duelo disputado en el estadio Al Thumama fue muy parejo pero al mismo tiempo fluido. Se jugó entre ambas aéreas y fue muy atractivo en ese sentido. Los dos expusieron argumentos de juego como para quedarse con los tres puntos. Tienen buen funcionamiento, saben jugar en corto y en largo, salir con posesiones extensas y aprovechar las transiciones. Cumplen en casi todas las facetas del juego. Pero no tienen inventiva en el área rival. No hay una gambeta, un pase filtrado, una pared justa.

Senegal se mostró como un equipo muy trabajado, tal como se esperaba. De la mano de Aliou Cissé dejó de ser un seleccionado "ingenuo" y tiene la fisionomía de cualquier buen cuadro europeo. Por supuesto, todas sus figuras se desempeñan en ese continente. Pero una cosa es brillar desde lo individual y otra formar un buen colectivo. El 4-2-3-1 está bien aceitado pero sufre la ausencia de su indiscutible estrella.

La sensación que quedó después de ver este cotejo es que con Sadio Mané podría haber aspirado a cualquier objetivo. Un jugador como el de Bayern Munich, con la mezcla exacta de rebeldía, habilidad y gol habría cambiado absolutamente el panorama para los Leones de la Teranga. El resto del equipo mantuvo sus virtudes, pero sin él se le dificulta convertirlas en goles. Además, tiene una intensidad física que será difícil de aguantar. Su único problema es que Krepin Diatta, Cheikhou Kouyaté, Ismaila Sarr y Boulaye Dia se asocian bien y hacen un gran trabajo en el retroceso, pero carecen de ideas para desnivelar.

Países Bajos también expuso un funcionamiento inmejorable, sobre todo en la presión, la recuperación y el avance en bloque. Frenkie De Jong fue el líder del mediocampo y Steven Berghuis su socio. La línea de tres no tuvo grandes dificultades contra los delanteros africanos y Virgil Van Dijk fue salida como siempre. Sí le faltó profundidad por los laterales, algo que los equipos de Louis Van Gaal siempre necesitan.

El trío de ataque formado por Cody Gakpo, Vincent Janssen y Steven Bergwijn no estuvo en la misma sintonía. La envergadura física de los centrales Kalidou Koulibal y Pape Abou Cissé fue demasiado para ellos. Allí hay una lección para emprender en Ecuador, que también tiene defensores de categoría y buen porte. En la mitad del segundo tiempo ingresó Memphis Depay para darle otra imaginación a la línea ofensiva y aprovechar la disminución del ritmo lógica del paso de los minutos. Su ingreso fue valioso en un momento en el que ritmo comenzó a bajar.

En definitiva, Países Bajos logró una victoria trascendental gracias a que supo encontrar espacios cuando el cansancio apareció y de paso aprovechar un par de erorres muy graves del adversario. Lo consiguió por eso más que por su talento en ataque. Por su parte, Senegal perdió porque sufrió y mucho la ausencia de su ídolo Mané y porque tampoco tiene imaginación para abrir espacios en campo rival. En un grupo que podría definirse por detalles, este punto será fundamental.