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Uruguay neutralizó a Corea del Sur y a Son, pero no logró lastimar en ofensiva

Diego Alonso sorprendió con el once inicial uruguayo, confiando en los futbolistas que lo llevaron a Qatar. EPA

Uruguay igualó sin goles ante Corea del Sur en su debut en la Copa del Mundo de Qatar 2022. La sensación del final del encuentro dejó a la Celeste con algo de amargura por el empate, pero el trámite del partido marcó una justa igualdad entre ambos equipos.

Diego Alonso, contra el pronóstico generalizado, sorprendió con el once inicial. A la presencia de Godín y Cáceres -ambos en duda-, le dio lugar a Matías Vecino en la mitad de la cancha junto a Rodrigo Bentancur y Federico Valverde, y confió en Facundo Pellistri por la banda derecha y Darwin Núñez por la izquierda en ofensiva, dejando a Suárez como único delantero. En la previa, se esperaba más una suerte de 4-4-2 que probó no convencer al entrenador en los amistosos, por lo que confió en los futbolistas que lo llevaron a Qatar.

La presencia de Martín Cáceres en el lateral derecho (en lugar de Ronald Araújo, lesionado), buscó emular lo planteado en las Eliminatorias Sudamericanas, con un marcador de punta estático por ese lugar, y más en este encuentro en que Corea tenía a Heung-Min Son por allí, su figura y la del Tottenham Hotspur. Lo cierto es que Son no logró inquietar mucho a la Celeste, que coordinó bien los movimientos en el bloque defensivo, el aspecto que más dudas generaba del equipo.

Corea no fue ingenua tampoco: no dejó gravitar a Valverde, quien no tuvo gran participación en el primer tiempo. En el segundo, se fue tirando más atrás para darle lugar a otros futbolistas en ataque e intentar sorprender, más allá del tremendo remate que sacó a los 89 minutos de juego que pegó en el vertical del arco defendido por Seung-gyu Kim.

La idea de cambiar el 4-4-2 que todos esperaban que plantearía Alonso por un 4-3-3 fue no solo liberar al "Halcón" para que intentara llegar al gol -cosa que hace muy bien en el Real Madrid- sino neutralizar a una Corea veloz por bandas, cuestión que fue un éxito general para la Celeste, salvo en tres ocasiones, una en que Son escapó en un contraataque en la primera mitad y doblegó a Cáceres en el uno contra uno pero no logró inquietar a Sergio Rochet; otra, la más clara de los asiáticos, en que fueron tocando por banda izquierda a los 34' y Hwang apareció solo en el punto del penal para rematar por arriba del travesaño y la última, en que el recién ingresado Gue-sung Cho aprovechó una mala salida del arquero uruguayo con los pies y remató desde lejos de zurda, en un disparo que se fue cerca.

El aspecto que más en debe quedó del juego uruguayo fue en ofensiva, donde Darwin Núñez fue quien más inquietó en velocidad, donde logró ganarle varias veces a sus marcadores. Suárez y Pellistri entraron poco en juego y no lograron aportar con sus características. De hecho, el salteño fue sustituido por Cavani a los 60' y no se entendió muy bien con el artiguense, mientras que el futbolista del Manchester United no consiguió aportar la gambeta y la velocidad que había mostrado en sus encuentros en las clasificatorias.

Sin ir más lejos, las más claras de Uruguay llegaron por un cabezazo de Godín en un córner a los 43' del primer tiempo y el remate de Valverde sobre el final. Con el empuje y los cambios de Alonso, que le dio lugar a Viña, De La Cruz, Varela y Cavani para refrescar al equipo, quedó la sensación de que la Celeste podría haberlo ganado, pero el encuentro estuvo marcado por la paridad. Uruguay logró su cometido de neutralizar al rival, pero le faltó algo más en ofensiva para llevarse los tres puntos.