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El año del Papu Gómez: del éxtasis mundialista al doping que amenaza su carrera

Alejandro Gómez disputó dos partidos en Qatar 2022: Arabia Saudita y Australia. Getty Images

La noticia de que Alejandro "Papu" Gómez dio positivo en un control antidoping conmocionó al mundo del fútbol este viernes, pero es un revés más en un año que no dio tregua para el actual futbolista del Monza.

Aunque sufrió un esguince de tobillo en el partido ante Australia, por los octavos de final, y no estuvo disponible para los encuentros definitorios, el ex Arsenal y San Lorenzo tocó el cielo con las manos el 18 de diciembre, cuando la Selección Argentina se consagró campeona del mundo en Qatar 2022.

El Papu, veterano jugador que apenas había tenido oportunidades en la Albiceleste antes de la llegada de Lionel Scaloni, se ganó un lugar como relevo en el equipo que ganó la Copa América, la Finalissima y el Mundial, totalizando 17 presentaciones y tres goles con la camiseta de su país.

No obstante, desde la coronación en Medio Oriente, el ídolo del Atalanta no volvió a representar a Argentina. Su nombre apareció en la convocatoria de marzo, pero él mismo anunció su baja por la lesión que arrastraba desde la Copa del Mundo y lo había forzado a operarse el tobillo derecho.

“Lamentablemente por mi lesión no voy a poder viajar a saludarlos y abrazarlos, es un dolor y una tristeza muy grande porque me hubiese encantado estar allí y sentir todo su amor y cariño. Gracias por sus mensajes y estoy seguro que nos volveremos a ver ! Acá seguiré recuperándome para volver a jugar. Los abrazo a la distancia ! Disfruten de la Scaloneta y de ese grupo maravilloso”, indicó el talentoso volante en su cuenta de Instagram.

Previamente, Gómez había dejado en claro que "había dado todo por ganar la Copa del Mundo y no se arrepentía de nada", aunque "su tobillo estaba pagando ese hermoso sacrificio".

De hecho, en 2023, el Papu apenas pudo disputar 447 minutos con su equipo, el Sevilla, repartidos en nueve partidos, incluida la semifinal de la UEFA Europa League, certamen en el que el elenco español venció a Roma en la definición.

Pero mientras el argentino luchaba por dejar atrás la lesión y regresar al nivel que lo había hecho brillar en la Serie A, empezaba a sufrir una suerte de ostracismo de la Scaloneta. En época de redes sociales, un like dice mucho.

Y, en medio de rumores que deslizaban una ruptura entre el Papu y sus compañeros, aduciendo cuestiones de magia negra -o similares- en torno a la lesión de Giovani Lo Celso, los futbolistas de la Selección Argentina dejaron de interactuar con él, al menos, en la esfera pública.

El único en referirse a este tema fue Leandro Paredes, uno de los más cercanos, quien descartó problemas internos: “Son rumores que se dijeron en Internet y no sé por qué, pero no, no pasa nada. Es algo que salió y no sabemos el porqué".

"Se habla mucho, pero nosotros no le damos bola porque sabemos cómo es la prensa, que cuando las cosas van muy bien algo tiene que hablar para movilizar ese bienestar. Entonces tratamos de no escuchar y seguir en la nuestra”, añadió el mediocampista.

En cualquier caso, el campeón del mundo sub 20 en Canadá 2007, con poca competencia encima por los problemas físicos, perdió su lugar en la Selección Argentina y, encima, el 1° de septiembre se desvinculó del Sevilla, club al que le agradeció que "le dio la posibilidad de ganar su primer título en Europa y poder ganar tantos títulos con su Selección".

Luego, coqueteó con el retiro, dejando en claro que podía considerar esa decisión en caso de no encontrar la "oportunidad adecuada", aunque finalmente firmó con el Monza, el equipo de la familia Berlusconi, concretando su regreso al fútbol italiano iniciada la temporada.

Antes de la bomba que significó su doping positivo en vísperas del Mundial (podría perder la medalla, aunque el título de la Albiceleste no corre peligro), el número 17 se estrenó en el conjunto de Lombardía, con el que suma 39 minutos entre sus ingresos frente a Sassuolo y Salernitana, las únicas victorias del equipo rojo desde la segunda fecha del campeonato.

Según indicó la institución italiana, FIFA inhabilitó al futolista para la práctica deportiva durante dos años por la presencia de terbutalina, un fármaco que se tomó para calmar una crisis de broncoespasmo, en las muestras del futbolista, a la sazón en el Sveilla.