Marco Oroná, juvenil de Universidad de Chile citado por Marcelo Bielsa para los partidos de Uruguay por Eliminatorias ante Perú y Ecuador, conversó en exclusiva con ESPN.com.uy, narró su historia que comenzó en la pequeña localidad de Villa Soriano y subrayó que ‘la selección está por encima de todo, es el sueño de cada pibe’.
El mediocampista nacido el seis de agosto de 2005 contó quiénes son sus referentes futbolísticos, valoró el apoyo de su familia por ejemplo en aquellos viajes en moto con su padre a Dolores, dijo cuánto aprende al ver entrenar a Marcelo Díaz y recordó su prueba no concretada en Gremio de Porto Alegre.
Su camino desde La Villa FC, su paso por Sportivo Barracas y su prueba en Gremio
Marco comenzó jugando de niño en La Villa FC, un club que se armó en la localidad de casi dos mil habitantes para competir contra los equipos de Dolores, ciudad ubicada a 22 kilómetros y con una población que supera las 17 mil personas.
“En Villa Soriano sólo hay un club, en Dolores hay seis o siete clubes más. Ese club de mi pueblo se armó para que los gurises de ahí tengamos un club para ir a competir, entonces jugamos ahí y competimos en la Liga de Dolores. Me gustaba jugar al fútbol y me metí, la familia me acompañó después en los viajes a Dolores; cuando metía Selección de Dolores mi viejo me llevaba en moto a entrenar y mi padrastro también me dio una mano. La familia siempre estuvo ahí, yendo y viniendo de arriba para abajo. Mis padres, tíos, abuelos siempre estuvieron ahí”.
¿Y cuántas escuelas? En Villa Soriano hay dos, Oroná fue a la número 7 y después tocó seguir estudiando en la UTU (Universidad del Trabajo del Uruguay) mientras seguía corriendo detrás de la pelota con el aliento del papá camionero y de mamá ama de casa.
Luego llegó a estar dos años a préstamo en Sportivo Barracas de Dolores, que en octubre de 2023 se transformó en el primer equipo de la Organización del Fútbol del Interior en eliminar a un club de Primera División en la Copa AUF Uruguay al vencer 3 a 2 a Cerro Largo, con goles de Oroná, Ezequiel Cabral e Ignacio Nadal.
“En ese partido por suerte ligué ese cabezazo abajo del arco, y sabemos lo que era jugar y dejar afuera con un equipo del interior a un equipo de Primera división”, recordó el jugador que tiene cinco hermanos (cuatro más chicos y uno más grande).
Durante esos años también se probó en diferentes equipos para meterse en el fútbol profesional, como Plaza Colonia, River Plate y Wanderers. “En Gremio tuve dos o tres semanas de prueba a fines de 2022. Era mi primera salida, fue una experiencia única ir a otro país; yo nunca había salido de mi pueblo. Me dijeron que volviera al año siguiente, pero cuando volví habían cambiado todos los directivos y coordinadores; no se acordaban de mí, me estaban dejando muy de lado, y la veía venir que no había posibilidades. Ahí me volví”.
La llegada a Universidad de Chile y sus cualidades futbolísticas
Su representante (Luis Calcaterra) le consiguió una prueba en Universidad de Chile en este 2024 y la superó con éxito. “Es mucha intensidad, juegan bien. Me siento cómodo”, destacó sobre la U, donde se incorporó a las divisiones formativas, más allá de también realizar algún entrenamiento con el primer equipo.
“Ahí están Marcelo Díaz y Charles Aránguiz, son buenos medios. Tenés para aprender y admirarlos más que nada en cada entrenamiento. Uno mira a Díaz y capaz no te mete un pique o te corre el partido, pero agarra la pelota y te la saca jugando limpia, lo hace todo simple, le sale natural”.
Oroná se define como un volante interior, siendo en el doble cinco el que pueda tener más responsabilidades ofensivas: “Antes en el baby fútbol (fútbol infantil) agarraba la pelota y no se la pasaba a nadie, me la tiraba de diez, pero más grande te vas dando cuenta de que si te prueban en otra posición y servís, vas a andar ahí también, aunque siempre me gustó en la mitad de la cancha”.
“A veces me gusta llegar y pisar el área, aunque me gusta jugar, de donde venga. Me gusta el pase y cuando hay que gambetear, gambeteo; pero más que nada intento hacerlo simple para que se vaya dando el juego. También para raspar soy bueno, me gusta ir al tranque, a raspar y ganar la pelota. ¿Referentes? Siempre me gustó Fede Valverde, también veo videos de Sergio Busquets”, detalló en diálogo con ESPN.
El primer llamado de la Selección Uruguaya Sub 20 y ser sparring en los intensos entrenamientos de Bielsa
En mayo de 2024 llegó su primer llamado para la Selección, pero esta vez no era para jugar por la Selección de Dolores, sino para trabajar en la Selección Uruguaya Sub 20.
“Justo salíamos de un partido importante en Universidad de Chile y el profe me da la noticia delante de todos los compañeros, yo me puse muy contento, orgulloso, le conté a la familia ¡y no sabían cómo festejar! Cuando volví al pueblo sí hicimos un asadito para festejar todos juntos, y por suerte se me está dando de participar en todos estos amistosos de la Sub 20”.
Porque en cada convocatoria del equipo juvenil de la Celeste también se celebra la posibilidad de que el pibe de 19 años pueda volver a ver a la familia.
“Los primeros tres o cuatro meses en Chile me costó el tema de adaptarme y estar lejos de la familia. Estoy en una pensión con otros once jugadores que también viven lejos. Lo que extraña uno también lo extraña otro, y hay casos donde la casa de algún compañero chileno queda más lejos que mi viaje a Uruguay en dos horas y media, ellos pueden tener quince horas de viaje igual. Nos damos para adelante entre todos y siempre estamos todos juntos”.
Además de sus compañeros en la Universidad de Chile, Oroná cuenta con el respaldo presencial del sicólogo del club y de Washington Castro, quien trabaja con su representante.
En junio, Oroná también fue llamado para trabajar como sparring de la selección mayor dirigida por Marcelo Bielsa. “No estuve con todos porque por ejemplo Federico Valverde o Darwin Núñez se fueron a jugar un amistoso ante México, pero sí estaban Nicolás de la Cruz, Giorgian De Arrascaeta, Ronald Araujo…”
“Fueron once reducidos de cuatro minutos donde se va la pelota y ya meten otra, y dale y dale. Al tercer o cuarto reducido ya estás muerto, pero había que aguantar y seguir. Pensamos que nos iban a pasar por arriba, pero por suerte les jugamos bien, fuimos intensos y a veces teníamos la pelota más nosotros”.
“Los ves a ellos y aprendés muchas cosas, dónde ubicarte, y verlos jugar al lado tuyo es otra cosa. Lo corrí de atrás a De la Cruz y ¡no sabés cómo corría! Tienen una intensidad…”, aseguró Oroná.
A fines de julio, la Sub 20 de Uruguay dirigida por Fabián Coito pudo ganar el Torneo COTIF de L’Alcúdia. “¡Fui el único que llevé una bandera de mi pueblo! ¡Imaginate la confianza que tenía! Hace menos de un año se dio todo esto; en el pueblo siempre están apoyando y la gente se hace presente”.
Marco también tiene presente a su gente en cada partido. Y mientras se fija después de un entrenamiento en el Complejo Celeste si llega al ómnibus de las 13 horas o tiene que esperar al de las cinco de la tarde para viajar a su pueblo, acota como buen volante oriental en el final de la entrevista con ESPN: “No sé si te lo dije, pero la selección por encima de todo, es el sueño de cada pibe”.