La épica de Nacional estaba latente. En los albores de 1989, la euforia de su gente no se apagaba. Todo generado por la gloria deportiva alcanzada un año antes. Primero con el regreso del patriarca Hugo De León para coronarse como campeones de la Copa Libertadores de América de 1988, Un torneo en el que debieron sortear duras batallas como las de Santiago, Cali y Rosario. Y después el sufrido partido intercontinental contra el PSV Eindhoven, con un agónico cabezazo del Vasco Ostolaza y los interminables penales que tuvieron como protagonista a Jorge Seré.
En 1989 el club era gobernado por la incertidumbre. Ya no estaban el desequilibrante Ernesto Vargas, el magistral Yubert Lemos y el delantero de los goles importantes, Juan Carlos De Lima. Tampoco el entrenador, ya que Roberto Fleitas se había alejado de la institución.
Para colmo de males, la dirigencia tenía que afrontar una deuda con el plantel cercana a los 350 mil dólares.
El año 1989 comenzaba con un desafío: la Recopa Sudamericana. Dos partidos, a todo o nada, para quedarse con un nuevo trofeo continental. El rival era el campeón de la Supercopa, Racing de Avellaneda.
La directiva designó como nuevo conductor del club a Héctor Pichón Núñez. Un hombre que la mayor parte de su carrera como entrenador la había realizado en España dirigiendo a Tenerife, Levante, Valladolid, Granada, Atlético de Madrid, Rayo Vallecano y Las Palmas.
Pichón era un profesional identificado con la camiseta tricolor, de hecho, fue campeón uruguayo como futbolista integrando una delantera que dejó su nombre grabado en el club junto con Héctor Ciengramos Rodríguez, Guillermo Escalada, Julio Acosta y Juan Núñez.
Pichón puso manos a la obra y comenzó a trabajar en Los Céspedes. Entre los nuevos jugadores figuraban Javier Cabrera y Julio Zoppi, incorporados desde Huracán Buceo, y una promesa juvenil, el delantero Daniel Fonseca.
El primer partido se disputó el 31 de enero de 1989 en el Estadio Centenario. Bajo la conducción del brasileño Romualdo Arpi Filho, Nacional formó con: Seré; Tony Gómez, Revelez, De León y Pintos Saldaña;: Ostolaza, Cardaccio y Jorge Cabrera (83’ Carlos Soca); William Castro, Julio Zoppi (67’ Daniel Fonseca) y Sergio Olivera.
Racing, que era dirigido técnicamente por Alfio Basile, lo hizo con: Balerio; Vásquez, Costas, Fabbri y Olarán; Acuña, Lamadrid, Videla (74’ Iglesias) y Ortega Sánchez (78’ Colombatti); Medina Bello y Walter Fernández.
Daniel Fonseca marcó el único gol del partido aprovechando un pase de William Castro. De esa forma, Nacional sacó ventaja de cara al juego de vuelta.
La revancha se jugó el 6 de febrero de 1989 en el José Amalfitani de Buenos Aires bajo la conducción del paraguayo Gabriel González.
El local formó con Balerio; Vásquez, Costas, Fabbri (24’ Zaccanti) y Olarán; Acuña, Lamadrid y Videla (76’ Colombatti); Medina Bello, Iglesias y Walter Fernández.
Nacional, por su parte, con Seré; Tony Gómez, Revelez, De León y Pintos Saldaña; Ostolaza, Cardaccio y Jorge Cabrera; William Castro, Zoppi (60’ Fonseca) y Sergio Olivera (80’ Enrique Saravia).
El partido quedó marcado por dos incidencias: la primera fue la fractura del zaguero de Racing, Néstor Fabbri, tras chocar con el Vasco Ostolaza. Y la segunda fue el penal atajado por Jorge Seré a Walter Fernández a los 63 minutos, cuando el local había puesto el pie en el acelerador en procura de igualar la serie.
El encuentro terminó 0 a 0 y, con ese resultado, Nacional se coronó como el primer campeón de la Recopa Sudamericana. Aquel fue el último trofeo continental que levantó Hugo De León como capitán tricolor y la última alegría del fútbol uruguayo a nivel de clubes.
Plantel de Nacional
Jorge Seré, Tony Gómez, Hugo De León, Enrique Saravia, José Luis Pintos Saldanha, Santiago Ostolaza, Héctor Morán, Jorge Cardaccio, Daniel Fonseca, Javier Cabrera, William Castro, Mario Alles, Gustavo Mozo, Carlos Soca, Julio Lancieri, Sergio Olivera, Julio Zoppi, Hugo Romeo Guerra, Ruben Acosta, José García, Aldo Beninca, Daniel Revelez y Galileo Percovich.