Lionel no se debe haber sorprendido; ser abucheado por la propia afición de Paris Saint-Germain no es algo nuevo para él
Puede que los últimos dos partidos locales hayan sido difíciles, pero la temporada pasada, tras perder contra Real Madrid en la Champions League, todo el Parque de los Príncipes lo silbó. En las derrotas de la Ligue 1 contra Lyon el domingo y contra Rennes antes de la ventana internacional, fue sólo una pequeña parte del estadio la que abucheó.
Históricamente, el público de París es complicado (y no sólo en el fútbol). Siempre ha sido --y siempre será-- exigente y difícil de complacer. Ocurrió con Neymar y otros grandes de PSG en el pasado, como Raí, George Weah o Ronaldinho. Sin embargo, abuchear a quien posiblemente sea el mejor jugador de la historia es otra cosa. Para algunos, es una falta de respeto; para otros, un derecho del hincha.
La causa del descontento entre algunos aficionados y el astro de 35 años viene de sus actuaciones desde principios de año. Tras una primera mitad de temporada muy buena, Messi bajó mucho su rendimiento luego de ganar el Mundial con Argentina. De un gol cada 138 minutos y una asistencia cada 118 minutos en todas las competiciones antes de Qatar, Messi ha bajado a un gol cada 210 minutos y una asistencia cada 420 minutos en todas las competiciones. No es el mismo Messi, y aunque sigue creando ocasiones, su impacto en los partidos ha disminuido considerablemente.
Contra Lyon, perdió la pelota 26 veces en 90 minutos. Y para un jugador del talento de Messi, 26 veces es una barbaridad. Sus actuaciones en 2023 han sido pobres, y alimentaron la retórica de que Messi sólo quería estar en su mejor nivel para la Copa Mundial y no le importa nada más, aunque se dice que no está contento con su rendimiento y con el hostigamiento de sus propios fans.
Todo esto ocurre en un momento clave de la temporada, tanto dentro como fuera del campo de juego. Fuera de la cancha, ESPN informó el martes que es poco probable que el siete veces ganador del Balón de Oro permanezca en la capital francesa la próxima temporada. Su contrato vence en junio, y ni PSG ni Messi están muy seguros de continuar juntos a pesar del principio de acuerdo que alcanzaron antes del Mundial. Y el hecho de que Messi esté coqueteando con su exequipo, Barcelona, con el Inter de Miami de la MLS y con varios clubes saudíes (una fuente le comentó a Mark Ogden, de ESPN, que está considerando seriamente la posibilidad de firmar con Al Hilal, rival del Al Nassr de Cristiano Ronaldo), no les cayó nada bien a los aficionados parisinos.
En la cancha, PSG es un caos. Ha perdido tres de sus últimos cuatro partidos, seis de los últimos 10 y ocho de los últimos 18, todos en 2023. Estos números no tienen precedentes desde que los cataríes tomaron el control como propietarios en el verano de 2011. Los últimos tres meses han sido una pesadilla para el técnico Christophe Galtier, cuyo puesto está bajo una presión extrema, y otro mal resultado en Niza este fin de semana, o en casa contra Lens dentro de 10 días, casi con seguridad conducirá a su despido.
Las últimas semanas han envejecido muchísimo a Galtier. Está cansado, perdido, y no parece tener una solución para enderezar el rumbo. A pesar de tener el mejor plantel de la Ligue 1 y una ventaja de seis puntos en la punta de la tabla delante de Lens y Marsella, es muy posible que PSG no termine ganando la liga. Definitivamente no es el mejor equipo de Francia en este momento -una expectativa mínima para la mayoría de los aficionados de PSG- y la responsabilidad de ello recae principalmente en los pies de Galtier.
Este es un equipo que no tiene cohesión, no hay conexión entre los jugadores, no hay patrones de jugadas, no hay movimiento ni sed de victoria. Seguirán ganando partidos porque cuentan con el talento individual para hacer la diferencia, pero eso es todo. Si miras a Lens, Marsella o Reims, sólo por nombrar a tres, el contraste con PSG es impresionante.
Galtier no es el único responsable de esta situación; los jugadores, en especial los líderes en el vestuario (y en especial, Messi), también tienen que hacerse cago de sus responsabilidades. Ninguno está jugando en el nivel esperado, y hasta parecería que algunos de ellos han perdido su deseo de jugar.
En este momento, las decisiones con respecto a la posibilidad de que el trío estelar conformado por Messi, Neymar y Kylian Mbappé permanezca intacto la próxima temporada o que Galtier tenga un año más para demostrar lo que es capaz de hacer, son irrelevantes. El enfoque tiene que estar puesto en dar vuelta las cosas ahora. Algo tiene que cambiar adentro del campo de juego y las próximas semanas serán las más importantes en la historia reciente del club. De otra manera, los abucheos se seguirán escuchando en el Parc des Princes.