ATENAS -- El exfutbolista mexicano Nery Castillo se sinceró y habló de algunas experiencias de su trayectoria y reconoció que su mayor error fue emigrar al Shakhtar Donetsk y dejar al Olympiakos justo cuando vivía uno de sus mejores momentos en 2007.
Castillo era una figura del Olympiakos, un ídolo, además lució con la Selección Mexicana en la Copa América Venezuela 2007, en donde el Tri obtuvo el tercer lugar y logró el subcampeonato de la Copa Oro.
El potosino deseaba mantenerse en el club griego, en el que era querido, pero comenzaron a llegar las ofertas de otros clubes en Europa, Valencia, Sevilla, Manchester City, aunque el cuadro de El Pireo no resistió a la oferta de los ucranianos.
“En ese momento, no me importaba el dinero, hablé con el corazón y dije la verdad como siempre. El presidente de Shakhtar (Rinat Akhmetov) me dio una hoja en blanco para firmar la cantidad que quiera. Tal era su ilusión para llevarme”, comentó Castillo.
En entrevista con el portal “fosonline”, el mexicano contó a detalle su traspaso prácticamente obligado al futbol ucraniano cuando se disponía a seguir con su buen nivel en la Súper Liga de Grecia.
“Regreso de la Copa América a Grecia para ir a Santorini con mi esposa que estaba embarazada. Tenía unos días libres debido a mi participación en la Copa América mientras Olympiacos comenzaría a prepararse”.
“Llego al aeropuerto (en Grecia) y un ucraniano me está esperando y comienza a hablarme sobre el dinero y que Shakhtar ha negociado con Olympiakos, todo lo que queda es encontrarse conmigo. Le digo ‘déjame ir amigo, me voy de vacaciones, no me voy de Olympiakos’".
Castillo Confalonieri todavía cumplió con sus días de vacaciones en las paradisíacas islas en el Mar Egeo y la persona, representante del Shakhtar, que lo había interceptado en el aeropuerto de Atenas lo siguió hasta Santorini en un avión privado.
“Voy a Santorini, entró en el hotel, después de un rato me llaman que él es gerente y que quiere hablar conmigo con urgencia. ¡Había venido a Santorini en un avión privado! También me dijo que Olympiacos negoció con Shakhtar y que todo lo que queda es encontrarse conmigo. ‘No me voy de Olympiakos’, repetí, ‘es el equipo que amo, ahora estoy siendo un jugador clave y mi esposa está embarazada’".
Tras el encuentro en el que no se acordó nada, Nery Castillo fue llamado por la dirigencia del conjunto griego, el presidente Petros Kokkalis le habló en un momento en el que supo que el director técnico Takis Lemonis y el gerente Ilija Ivic no lo querían en el plantel, aunado a la gran oferta que hizo el Shakhtar.
“Petros me llama desde Olympiakos y me dice que tengo que ir a las oficinas dentro de los próximos tres días para el traslado a Shakhtar. En ese momento Lemonis e Ivic estaban en Olympiakos pero ambos no me querían. Voy a las oficinas y siento una presión increíble”.
“Olympiacos nunca había ganado tanto dinero de una venta de un jugador, nunca. Y definitivamente querían venderme. Fui presionado para firmar. Solo yo, Petros, Ivic y mi padre sabemos qué presión recibí. Incluso querían eliminar el porcentaje de la cláusula que tenía en caso de que obtuviera una transferencia”.
“Mi padre solía decir: ‘Está fuera de discusión. Hice esto para el futuro de mi hijo’. Ni siquiera me importaba la cláusula, no quería irme de todos modos. ¡Incluso me dijeron que si no me iba, no estaría jugando en Olympiakos en 6 meses. Y que Lemonis no me quería”.
Shaktar desembolsó alrededor de 20 millones de euros, el fichaje más caro en ese entonces en las historia del futbol ucraniano, pero desde ese verano de 2007 comenzó la debacle de Castillo entre lo futbolístico y cuestiones personales.
“Me fui con un corazón negro, fui a Ucrania psicológicamente mal, luego las cosas empeoraron. Al principio no nos gustó, hacía mucho frío. Y más tarde, mi madre y mi padre murieron en el mismo año, con un mal escenario con el entrenador (Mircea Lucescu) que ni siquiera me dejaba ir al funeral. Fui a Shakhtar y pensaba todos los días cómo volver (a Olympiakos). Mi error fue pensar que si no jugaba bien allí, volvería más fácilmente”.
Nery Castillo detalló el trago amargo de perder a sus padres el mismo año y sin la posibilidad de ir al funeral de su mamá ante la negativa del entonces técnico del Shakhtar, Mircesa Lucescu.
“El 8 de enero de 2009, mi madre murió. Tuvimos un descanso para el campeonato con Shakhtar. Mi padre me llama desde Uruguay y me dice que mi madre cayó en coma. Estuve en Grecia, voy directo a Uruguay el mismo día el 29 de diciembre. Tenía que estar en Ucrania el 7 de enero con Shakhtar”.
“Llamo al entrenador y le digo: ‘Mi madre se está muriendo, déjame quedarme un poco más en Uruguay’. Él se negó. Mi padre me dice ‘vete, nada cambia, está en coma’. Voy a Grecia a empacar mis cosas y desde allí voy a Ucrania. Abrumado por los muchos viajes, voy a entrenar, suena el teléfono y mi padre me dice que ‘murió’ (su mamá)”.
“Voy con el entrenador y le pido permiso para ir a Uruguay para el funeral. Él no me dejó. Estas son cosas que la gente no sabe. No vi morir a mi madre, ni siquiera fui al funeral. Cómo jugar en este equipo que desde el principio no quería estar allí. Mi padre murió al mismo tiempo”, lamentó Nery Castillo, quien vive en Grecia en la actualidad, colgó los botines en 2014 tras jugar en Rayo Vallecano y se dedica a la pesca deportiva.