“Juan Carlos Osorio podrá ser un buen entrenador a nivel preparatoria, a nivel licenciatura… Si queremos llegar al quinto partido debemos aprobar un examen de doctorado.
“Él es un muy buen entrenador para exámenes de preparatoria y de licenciatura, pero no de doctorado, y en un Mundial se necesita a alguien con doctorado… Tienes cuatro exámenes de doctorado, no más, que son partidos de competencia oficial con grandes selecciones, ahí es donde te enfrentas con la realidad”...
La frase corresponde al escritor mexicano Juan Villoro, quien previo a la Copa del Mundo de Rusia 2018 puso en entredicho los alcances del entonces técnico de la Selección Mexicana...
Meses después, pese a un inicio alentador con aquel triunfo histórico ante Alemania, las palabras del autor de ‘Dios es Redondo’ cobraron sentido. Osorio y el Tri no ‘aprobaron’ los exámenes de la trascendencia, y con derrotas ante Suecia y Brasil, México volvió a casa con la misma sensación de mundiales anteriores.
La pregunta hoy en día, a menos de dos años para Catar 2022 es la siguiente: ¿Gerardo Martino es un entrenador a nivel preparatoria o doctorado?
Sus números hasta ahora son envidiable –los de Osorio también lo eran antes de la hora de la verdad–, pues en 22 partidos dirigidos ha ganado 20, empatado uno y perdido uno, aquel ante Argentina en el que Lautaro Martínez exhibió de fea manera a la defensa azteca.
La realidad es que hoy en día hay poco que reprocharle al apodado ‘Tata’, pues en sus convocatorias domina la cordura y justicia deportiva, cuando se presenta ante la prensa suele hacerlo de forma frontal, sin discursos baratos ni enredados, tiene autocrítica y apuesta por alineaciones base sin ‘inventos’ ni rotaciones absurdas.
Sin embargo, Martino no se ha enfrentado a una prueba de fuego, porque ganar una Copa Oro o conseguir el boleto al Mundial son valores entendidos para México en la Concacaf. Y los duelos amistosos ante selecciones importantes, como los de finales de 2020 (Holanda y Corea), no dejan de ser eso, simples partidos de preparación, no una competencia real.
La amplia y destacada trayectoria de Martino como entrenador resulta incuestionable, pero no puede pasarse por alto que dos grandes ‘exámenes de doctorado’ no los aprobó.
En la selección Argentina estuvo en un periodo caótico en el que la albiceleste tuvo hasta a cuatro entrenadores rumbo a Rusia 2018, perdió aquellas finales de Copa América (2015 y 2016), y con el boleto al Mundial en entredicho y los Juegos Olímpicos de Río 2016 en puerta, decidió renunciar.
Sus números no fueron malos, pero no pudo levantar un título: 29 partidos con saldo de 19 victorias, siete empates y tres derrotas.
Antes, con el Barcelona, vivió según sus propias palabras, su “peor” momento como director técnico. Fracaso rotundo en una temporada (2013-2014) en la que solo ganó la Supercopa de España, perdió la Liga de forma estrepitosa y sobre todo, el equipo nunca jugó bien aunque tuvo un arranque de campaña prometedor y después vino el derrumbe con todo y los Messi, Neymar, Víctor Valdés, Alexis Sánchez, Pedro y compañía.
El beneficio de la duda para el ‘Tata’ radica, además de en su capacidad y experiencia, en que ya llegó a un quinto partido en un Mundial con Paraguay y dejó gratas sensaciones por la forma en que jugaba aquella selección que incluso pudo ir más lejos, pues estuvo cerca de eliminar a España, que a la postre fue Campeona del Mundo en aquella justa de Sudáfrica 2010.
Así las cosas, aquella duda de Juan Villoro con respecto a Osorio, la cual se confirmó y de forma contundente en Rusia 2018, hoy también ronda a Gerardo Martino... ¿Es un entrenador a nivel preparatoria o de doctorado?