Ignacio Laquintana se recibió de jugador clásico. El extremo de Peñarol volvió a ser figura ante Nacional y, a su gran actuación, le sumó el gol que sentenció la victoria aurinegra en el Campeón del Siglo por 2 a 0.
En duelos anteriores ante los tricolores, el delantero ya había dado muetras de ser un futbolista que da un plus en este tipo de partidos, marcando goles, asistiendo y enloqueciendo a los laterales del Bolso.
Lo que en clásicos anteriores sufrió Almeida, el sábado en el Campeón del Siglo lo volvió a padecer Camilo Cándido, ya que desde el primer minuto el Rayo lo complicó con su velocidad.
Generó infracciones, desbordó con claridad y puso centros peligrosos al área, desequilibró de forma constante y fue una carta de desahogo siempre que el equipo aurinegro necesitó claridad.
Si algo le faltaba a Laquintana para coronar un gran clásico, era el gol, y el mismo llegó sobre el final, tras un contragolpe que encabezaron Rodrigo Saravia y Abel Hernández, que terminó con un centro al área que Matías Arezo dejó pasar y que Nacho definió entrando por el segundo palo para dejar sin posibilidades a Rochet, estampando el 2 a 0.
Sus grandes actuaciones ante Nacional, partido a partido, resaltan a Laquintana como un "jugador clásico", de esos que no abundan.