La consagración de Liverpool como campeón del Campeonato Uruguayo no es producto de la casualidad. El equipo de Belvedere ha demostrado ser el más regular del año además de plasmar en cancha una idea clara de juego.
La mayoría de los protagonistas del campeonato, coinciden en señalar que Liverpool es el mejor equipo del medio.
Todo ello es consecuencia de la consolidación del trabajo realizado por Jorge Bava en la conducción del equipo. El citado entrenador asumió el cargo en la octava fecha del Clausura 2021.
El tiempo de trabajo le permitió desarrollar su tarea apelando principalmente a jugadores de las formativas. “El club tiene cimientos sólidos y eso nos permite a nosotros trabajar con tranquilidad y proyectarnos a mediano y corto plazo. Primero vemos lo que hay en casa, y después tratamos de ser minuciosos con lo que salimos a buscar”, dijo el técnico.
La campaña del elenco negriazul se cimentó en el Apertura y se consolidó en el Clausura. Todo partió desde el arco con un golero como Sebastián Britos que transmitió confianza. Su estilo es de la vieja guardia. Su rendimiento fue preponderante.
Britos fue fundamental en la primera final del Campeonato Uruguayo donde, con el partido 0 a 0, tapó tres pelotas de gol. El técnico Jorge Bava remarcó al respecto: “Britos nos da mucha tranquilidad y apareció cuando tenía que aparecer. El arquero está para intervenir en ese tipo de acciones y por suerte tuvo una gran actuación”.
En el fondo el equipo contó con un baluarte como Federico Pereira, campeón histórico con el club, que puede jugar tanto de lateral como de zaguero. A su lado jugó otro central con experiencia como Juan Izquierdo. El técnico Bava tuvo mucho que ver en la incorporación de otro jugador con largo recorrido como el paraguayo Samudio, que se terminó transformando en un pilar del equipo. Los tres se transformaron en pilares defensivos y abanderados a la hora de transmitir personalidad al equipo.
En la mitad de la cancha estuvo otros de los puntos fuertes del equipo donde destacaron dos pilares defensivos como Gonzalo Napoli y el argentino Marcelo Meli. Se complementaron muy bien y lograron un gran entendimiento.
Al tiempo que, de mitad de cancha para adelante, Liverpool fue punzante con Luciano Rodríguez y Alan Medina por las bandas. Los dos tuvieron un gran año y fueron desequilibrantes.
Los goleadores del equipo fueron un capítulo aparte. Bava rescató de Peñarol a Ruben Bentancourt y el delantero no falló a su confianza transformándose en uno de los goleadores de la temporada, con tantos en las dos finales.
Cuando sonaron las alarmas por la lesión de Bentancourt, apareció Thiago Vecino que, con goles importantes como el convertido ante Peñarol en el Campeón del Siglo y en las finales, se ganó la titularidad.
Liverpool fue un campeón sólido, un equipo con ideas claras y que salió a ser protagonista en todas las canchas. Ahí estuvo su principal fortaleza, en la personalidad para salir a jugar y sobreponerse a las adversidades lo que le permitió coronarse campeón Uruguayo por primera vez en la historia.