“El barrio organizó una olla solidaria, son mis amigos los que comenzaron la idea, me comentaron de ella y yo al ser del barrio me arrimé a colaborar”. Así de sencillo explica el delantero Mathías Acuña su acercamiento a la olla popular del barrio. El barrio no precisa mayores razones, el barrio se siente.
Se podrá haber mudado algún par de cuadras, pero lo mejor de los barrios, de nuestros equipos de fútbol o de nuestra piel (que al final son casi lo mismo) ‘es que no nos deja huir’. “Ahora vivo más para el lado de Palermo, pero me crié ahí, nací en Cerro Norte pero a muy temprana edad me vine a Barrio Sur, a la esquina Carlos Gardel y Cuareim, ahí fue donde me crié”, le comenta a ESPN el actual futbolista de Wanderers.
Acuña, quien en tres partidos en el Bohemio ya lleva convertidos dos goles, siempre fue parte del barrio: “Mis vacaciones siempre fueron en el barrio, teníamos fútbol, el carnaval, el taller infantil con el que a fin de año teníamos el campamento; eso eran mis vacaciones, esa niñez fue lo mejor que viví, fue muy lindo todo, el barrio es el barrio y me siento orgulloso de haberme criado ahí”.
El Barrio Sur, el barrio que lo vio crecer y correr: “Siempre hacíamos partidos de fútbol y jugábamos ahí los campeonatos, siempre nos organizábamos en el barrio y después tocábamos el tambor todos juntos”. Por todo eso, porque al recuerdo lo mantiene presente, a Mathías Acuña le sorprende que se destaque tanto su colaboración:
“Es algo normal para mí, a muchos les puede llamar la atención que esté ayudando, pero es normal porque me crié de esa manera, pila de gente me ha ayudado en toda mi carrera y uno le tiene que devolver al barrio un poquito de todo lo que el barrio le ha dado porque el barrio también me ayudó mucho a salir adelante “.
Y remarca: “Por ahí se habla de mi gesto, para mí es normal ir y ayudar porque me nace, me gusta y me siento bien. En mi barrio todos somos uno, con mis amigos somos así, no hay uno más que nadie, somos todos iguales. Sin mis amigos no hubiera surgido esta olla, es la olla del Barrio Sur, es la olla del barrio, yo me arrimé a colaborar. Uno lo hace porque le causa felicidad y le da tranquilidad también de que todo el mundo tenga su plato de comida”.
Con el plantel de Wanderers se mantiene el contacto aún en cuarentena y cuenta que "hay muy buena comunicación, con los compañeros, con el cuerpo técnico, con la gerencia". Aunque claro, "el día a día se extraña un montón porque nada sana tanto como el fútbol, en nuestra rutina siempre está el fútbol y hoy no lo tenemos" cuenta Mathías.
De su entrenador Mauricio Larriera destaca en estos días: “Sabemos que es un enfermo del trabajo, trabaja muy bien, pero está poniendo en primer plano el tema de la salud que es lo más importante, nos pregunta cómo estamos y cómo está nuestro entorno. Igualmente el jugador siempre está mirando algún partido viejo para ir corrigiendo porque también está bueno trabajar sobre el error, no todo siempre se hace bien”.
El ex Fénix y Liverpool trabaja con el profe Flavio Chagas, coordinando con él los trabajos que le envía el preparador físico de Wanderers (Luis Cal). “Martes y jueves trabajo en casa; lunes, miércoles y viernes voy con el profe a correr en Punta Carretas; trato de respetar el tema de la cuarentena dentro de mis posibilidades, porque por ejemplo también los viernes me tengo que arrimar a la olla para poder ayudar a que la gente lo necesita”.
El barrio siempre vuelve a la conversa. “Con el tema de la olla popular todo el barrio se está moviendo, los comercios también, es muy bueno ver esa unión de los vecinos y vecinas también en otras zonas donde también hay ollas populares, la gente ha estado muy unida y muy comprometida con la causa”.
En tiempos de coronavirus y crecientes problemas laborales, Acuña destaca el movimiento colectivo como respuesta: “Está bueno cómo se están juntando los barrios para ayudar, es algo que no se ve muy seguido como hoy en día tampoco se ve jugar un picado en la calle o jugar a la bolita, se han perdido muchas cosas de barrio que estaría bueno recuperar”.
Todos los días se reciben alimentos no perecederos y los viernes a las 21 horas hay olla popular en el corazón del Barrio Sur. Mathías publica en su twitter (@MathiasA_29) la información para saber cómo colaborar: “En el correr de la semana aceptamos todo tipo de donaciones y el viernes la gente puede ayudar en la preparación de la olla, el tema es que no es bueno aglomerar mucha gente, quizás algún viernes pueda venir alguien que tenga ganas y darle descanso a otra persona”.
“Ayudo en todo: cocinando o pelando y preparando los alimentos, la otra vez hubo un cocinero que nos guio, porque la mayoría tiene la voluntad pero no sabe mucho de cocinar” aclara el delantero hincha en el básquet de Atenas: "Se extraña ir a verlo, pero hoy todo pasa a un segundo plano, ojalá todo mejore", dice.
Sabe que por el momento todos los viernes tiene un partido importante, de esos que son lindos de jugar porque es con sus amigos y por su barrio. El resto de los días, entrena y disfruta de sus hijos: “En casa intentamos tener una rutina divertida para que los niños estén contentos porque son el motor y la alegría de la casa".
Allá en el Prado la cancha del Parque Viera lo espera sabiendo que hoy hay cuestiones mucho más importantes. Acuña, quien convirtió el último gol del fútbol uruguayo antes del coronavirus (el empate ante Nacional en la hora en el estadio de Wanderers), espera ser el primero en anotar cuando todo vuelva, como lo hace él para ayudar a su barrio ahí, en Carlos Gardel cuando se cruza con Cuareim, con sus amigos y con la camiseta puesta.