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La perseverancia y las ganas de crecer de Catalina Alimenti

Catalina Cali Alimenti, oriunda de Coronel Suárez, viajó a Capital Federal en busca del crecimiento personal en el hockey. En la actualidad no solo es la goleadora de su club con 22 tantos, GEBA, y del Torneo Metropolitano A, sino que también está entrenando con Las Leonas.

Con 16 años ya había debutado en Primera en Coronel Suárez Rugby & Hockey Club. Con 18 años, y con impulso de su entrenador, fue a probarse a GEBA y desde entonces que juega en el club de Palermo, donde debutó en Primera en 2022. "Siempre miré a GEBA, y además mi entrenador siempre me motivaba para ir", comentó sobre la elección. Mercedes Taboada, amiga y capitana de Cali, se acuerda del momento que llegó: "Tenía vinchitas. En ese momento se habían puesto de moda las que eran finitas, y ella las usaba. Cuando jugó pensé 'es buena'. Para nosotras es común que vengan a probarse, así que estamos acostumbradas a que venga gente que capaz no jugó desde chica en el club".

Alimenti es una jugadora que siempre querés tener en tu equipo, porque además de su infalible córner corto también tiene goles de jugada, y su favorito fue por esa vía. "No tengo muchos goles que no sean desde la jugada fija, pero recuerdo uno contra Arquitectura y otro contra Vélez que me gustaron mucho, especialmente por eso". Otro que quiso remarcar fue el tanto contra River Plate en el cruce de los Playoffs 2023, por el contexto en el que se dio, y fue uno de los primeros que metió.

Según Clara Campi, compañera de equipo, una de las cualidades que tiene Cali es el instinto que tiene dentro de la cancha, la visión de saber dónde tiene que estar en el momento. Mer agregó que es como un caballito de batalla, siempre va para adelante. "Tiene mucha dedicación por el entrenamiento, sus goles no son casualidad, sino que se prepara mucho", agregó la capitana. Uno de los gestos que más entrenó, y sigue entrenando, es la pegada de derecho. Cuando era más chica, siempre se perfilaba para el revés cada vez que entraba al área, pero cuando le tocaba tirar de derecho le salía sin fuerza. Así fue como, en cancha de arena, se quedaba tirando 20 bochas cada vez que tenía que entrenar.

GEBA fue un equipo que fue en ascenso en 2024. El televisado ante Ciudad, el clásico, fue un punto de quiebre para el conjunto de Palermo. Desde ahí todo empezó a mejorar, llegando a clasificar de manera directa a las semifinales de los Playoffs. Pero cuando a veces no salen las cosas, la clave está en saber que uno sigue dando todo por el equipo. "Es algo que tengo que mejorar muchísimo, porque me frustro bastante, pero siempre intento de enfocarme en que capaz en ese momento eso es lo que puedo darle a mis compañeras".

Su entrenador de Coronel Suárez logró que Catalina sea quien es hoy, y ella le debe mucho a él. "Él es muy fanático del hockey y me lo terminó transmitiendo a mi también. Desde los cuatro años que agarré un palo de hockey por primera vez que nunca falté a un entrenamiento". Además, Carlita Rebecchi, fue una de las jugadoras argentinas que más miró e intentó copiar. "Obvio que miraba a Lucha (Aymar), pero Carlita jugaba en mi misma posición y también arrastraba". Para perfeccionar el tiro de córner corto se centra en Agustina Gorzelany y Frédérique Matla, jugadora de Países Bajos. En base a lo que ve en estas jugadoras, intenta de aplicarlo a su forma de juego, modificando algunas cosas y copiando otras.

Es una jugadora que vino exclusivamente por el hockey, y si bien estudia, esa fue la razón primordial de hacer el cambio y dejar tantas cosas detrás. Entre sus sueños y metas a cumplir dijo: "Salir campeona con GEBA y vestir la camiseta argentina".