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De guía, el corazón: la increíble vida de Lucho Ferrario a través del hockey

¿Cuántas vidas tenemos para perseguir nuestros sueños? Luciano Ferrario responde sin dudarlo. “Sin importar las opiniones de la gente que te quiere, que está a tu alrededor, siempre hay que seguir lo que te dice el corazón”. Un día Lucho emprendió un camino que lo llevó a conocer el mundo, con el palo de hockey bajo el brazo y la valija llena de ilusiones. Hoy después de conocer el deporte del palo y la bocha en profundidad en España, Suiza, Italia y Rusia es el head coach del centro de alto rendimiento Odisha Naval Tata en India, nada más y nada menos, que contratado por Raoul Ehren y y Sjoerd Marijne, el DT y AC respectivamente de la Selección de Países Bajos femenina. Desde Bhubaneshwar y en exclusiva para ESPN Hockey habló de todas sus vivencias, la posibilidad de vivir de su pasión y los rumbos diversos que tomaron su vida.

“Lo que me llamó la atención de trabajar acá en la India es conocer de adentro su cultura, cómo trabajan y la relación que tienen con el hockey”, inició. “Yo estaba trabajando en Zúrich como entrenador y también jugando que era lo que venía haciendo en los últimos tres años. De vacaciones en Argentina, me crucé con Matías Vila, en un asado en el club y me dijo: ‘Tengo algo para vos’. Ahí me comentó esta posibilidad”, recordó Lucho, quien se encuentra en el país asiático desde agosto del año pasado. “La academia donde estoy trabajando contrató una compañía neerlandesa que los socios son Raoul Ehren y Sjoerd Marijne, actualmente mis dos jefes. Contactado por Mati (Vila) que había sido jugador de uno de ellos llegó la oportunidad. El mundo del hockey es bastante chico en todo el mundo. Te empezás a conocer con gente, llegan entrevistas y aparecí acá”, agregó.

La montaña rusa increíble en la vida de Ferrario, como cada chico argentino, arrancó en el club de su vida, en Banco Provincia y la curiosidad, el movimiento, la intriga fue algo que siempre le despertó. “Siempre fui muy de Banco, del club, de los amigos, estar siempre ahí. Sin embargo, a los 25 años hubo un quiebre que desarrolló todo lo que vino después. Hice mi primer viaje a Italia, sobre todo para tramitar el pasaporte. Eso fue clave. Sabía que iba a abrirme muchas puertas en el futuro”, rememoró. Ese paso por el Cus Cagliari fue diferencial en la vida de Luciano que desde ahí vio el mundo y nunca paró. “De chico trabajé con gente increíble como Gabi Minadeo, Nano Ortíz, en las inferiores de Banco, en CUBA, después en el CASI con Mariano Pacho Fernández, un amigo y del cual aprendí un montón. También estuve en el SIC con Fede Monja, otro hermano de la vida. Después de todo eso la pandemia hizo un quiebre en mí. Parecía que el torneo no arrancaba y las experiencias en Europa anteriores habían sido cortitas, con pasaje de ida y vuelta. Entonces apareció un llamado de un club de Málaga a través de Ezequiel Pampa Sosa, otro jugador del club que estaba ahí. Y de ahí terminé en Suiza en Zúrich que me llevó Facundo Quiroga. Lo esencial ahí es que practiqué y aprendí inglés, lo que me permitió seguir desarrollándome y llegar hasta donde estoy ahora”, narró Ferrario.

India supo ser la gran potencia del hockey a nivel internacional junto a Pakistán durante los años 60’ y 70’ lo que generó una explosión de popularidad del hockey allí que persiste hasta la actualidad. “Me sorprendió. Es un mundo aparte acá. Todo lo que nosotros conocemos de clubes es completamente distinto. Acá son academias que no juegan todos los fines de semana, sino que se van preparando para torneos particulares. Hay en el año seis, siete u ocho torneos, para lo que sería sub-16, sub-18, Mayores. En el caso de nuestra academia, que es un centro de alto rendimiento, los chicos viven acá. Estudian también con un plan que está armado por la academia, pero lo que más hacen es jugar el hockey. Juegan a la mañana, a la tarde, tenemos fisioterapeutas, tenemos nutricionistas, tenemos psicólogos para ellos. No te puedo decir que todas sean iguales, porque sé que hay algunas que son academias públicas y no tienen los mismos recursos. De los siete días de la semana, estamos entrenando de lunes a sábado, más que en cualquier otro lugar del mundo. Entrenan más que los que entrenan algunos seleccionados, porque el tiempo que pasan con el palo y con la bocha es abismal la diferencia”, comentó.

Los niños empiezan en lo que serían centros grass roots, que son como potreros que están regulados por diferentes academias. Nosotros tenemos entre 32 y 36 centros de alto rendimiento. Dos o tres canchas de agua, la mitad del resto de cancha de arena y canchas de pasto natural también. Tuve la suerte de visitar algunos de estos centros, en algunas pequeñas giras o pequeños viajes y te encontrás con chicos que entrenan a la mañana antes de ir al colegio y a la tarde post colegio. Tenés dos entrenadores por centro. La calidad no es la mejor, pero más que nada por el tema de la cantidad de jugadores por entrenador. Hicimos unas capacitaciones para los entrenadores de estos centros, para conectar, para escucharlos, ver otras realidades, y tratar de darles una mano, ayudar en lo que se podía, teniendo en cuenta las condiciones en las que ellos trabajan. En esos lugares no sabemos si reciben todas las comidas que un jugador debería recibir en esas edades. Hay lugares que están en el medio de la selva, que es difícil llegar, es increíble verlo, es una cancha de hockey, un predio, con vestuarios, con todo, en el medio de la nada. O de poblados muy humildes. Esos lugares les dan a los chicos un lugar para estar y están felices. Es la humildad total, lugares sin luz, sin agua, era una cancha de hockey, y bueno, se repite mucho a lo largo del país, eso es muy sorprendente, sí”, destacó.

La masividad, la popularidad que tiene el hockey en India es algo que impactó en Ferrario desde el principio. “El hockey acá en India es como lo vivimos en Argentina con el fútbol, porque el hockey acá lo juega todo el mundo. Tenés el cricket y el hockey, como los dos deportes que se juegan a gran escala, y el cricket es para gente más pudiente. El hockey es una pelota y a jugar. Tenés materiales, bocha, palo, están en todos lados. En la calle ves gente jugando al hockey de manera casera. Acá quien juega en un seleccionado, le cambia la vida. Su nombre, a nivel indio, cambia. La mayoría o todos al pisar seleccionados obtienen un trabajo de por vida, entonces les cambia completamente. Si juegan Juegos Olímpicos, si juegan Mundiales, torneos importantes, van subiendo su nivel, y van a tener un ingreso, por más de que después dejen su carrera como jugadores. Ellos van a recibir un ingreso por haber sido jugadores de Selección”, contó.

También, aprovechó para dejar su ojo crítico acerca de la Hockey India League, el certamen con figuras internacionales que se está desarrollando en la nación asiática. “De la Hockey India League he visto dos cosas, algo positivo y algo un poco negativo. Lo positivo fue el hecho de que yo que creía era que era un torneo que jugaban solamente figuras indias del momento y figuras internacionales. Pero después viendo los equipos y viendo cómo se conforma el número total, los equipos tienen ex-jugadores olímpicos o mundialistas indios. Los ves en la tele y no están en forma como un tipo que ha jugado hace poco en los Juegos Olímpicos, que tienen la calidad pero que no están a ese nivel físico. También hay chicos de nuestra academia que la están jugando, o sea chicos de 17, 18 años también están formándose en ese torneo. Eso me parece loquísimo y lo hace muy entretenido. Después lo negativo que hablaba con Lucas Toscani, que estuvo con los Delhi Pipers, es que hay una sola sede. Antes se viajaba alrededor de todo el país, y movía a mucha gente eso. Se llenaban los estadios, tenías la oportunidad de ver a todos en distintos lugares, y aparte con la entrada gratuita”, opinó.

La ambición y el sueño de seguir nuevos rumbos está latente para Ferrario. Como cualquier persona que se dedica a un deporte, la idea de ser parte de la Selección de su país siempre está cerca. “No lo busco desesperadamente. Lo importante es lo que vos estás haciendo por las personas en ese momento, y eso es lo que me llena. Yo lo que hago es trabajar, y cuando aparecen cosas, es como que se va dando, no sé por qué, pero en mi vida las cosas se van dando. No tengo un rumbo fijo. No me imaginaba vivir en Zúrich, no me imaginaba venir a la India, no sé qué me depara el futuro, pero sí, sería lindo formar parte de un cuerpo técnico en general”, explicó. Y añadió: “Lo veo de esa manera, yo creo que es muy importante la experiencia que tienen los que han jugado para conducir esos procesos, así que poder vivirlo, ya que no lo pude vivir como jugador, porque no me dio para vivirlo como jugador. Pero poder vivirlo como entrenador, y bueno, sería algo muy lindo, pero siempre formando equipo, o acompañando, o asistiendo. Yo soy muy respetuoso de los que han estado ahí como jugadores, y bueno, hay gente muy capacitada, pero bueno, sí, ni hablar, si algún día llega alguna oportunidad, sea argentina o la que fuera, sí, sería muy lindo”.

Para cerrar, Lucho fue expeditivo. “Más allá de lo que uno tiene que aprender y saber del deporte, para mi hay dos cosas que son fundamentales. La primera es dar todo por lo que estoy haciendo en ese momento. Dar el 110%. Eso los jugadores, las jugadoras, lo ven y contagia. La segunda es ser fiel y tener buena fe con los de alrededor. No querer acelerar caminos y todo llega ese momento o no llega. Cuando vos te manejás bien, se van abriendo puertas por lo que uno hizo. Esas fueron las dos claves que me tienen girando por el mundo”, expuso. Y concluyó: “Sin importar las opiniones de la gente que te quiere de tu alrededor, hay que seguir al corazón. Seguí lo que sentís en el momento. Puede salir bien o mal, pero todo pasa y se acomoda. Eso me parece lo más importante. Hay que escuchar a los que uno quiere y lo que te dicen. Pero, si no hubiese seguido lo que yo quería hacer, tal vez no hubiera llegado donde llegué y estoy contento de haberme animado a viajar, que fue lo que me hizo estar acá”.