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Una vuelta esperada, Victoria Granatto y su regreso a Las Leonas

Una vieja conocida se reintregró a Las Leonas tras un impasse con la Selección. María Victoria Granatto. Vickyta, para sus cercanos. Retomó su proceso con la camiseta argentina tras unos años en los que estuvo lejos, pero no tanto.

Victoria Granatto volvió a ser convocada para representar a la Argentina. La subcampeona olímpica en Tokio 2020, Mundial en 2022 y campeona Panamericana 2019, volará a Salta Capital para ser parte del equipo comandado por Fernando Ferrara, quien ha sido importante para el regreso de la delantera oriunda de La Plata.

Lo vivo como si fuese el primer llamado, como aquella primera vez que me citaron en el 2010 y me dijeron que iba a entrenar con Las Leonas, estoy con esos nervios muy lindos en la panza”, le contó Granatto a este medio.

El último partido que disputó Vicky tuvo un desenlace agridulce. La final de la Copa del Mundo 2022, en Terrassa y ante Países Bajos. Lo agrio resultó -valga la redundancia- el resultado. Ese 3-1 a favor de las Naranjas dolió, y mucho, por el buen torneo realizado por Argentina; pero lo dulce de ese desenlace pudo más, debido a que varias familias de Las Leonas se acercaron a brindar su apoyo y el apellido Granatto no estuvo solamente en el campo de juego. Ella y Majo contaron con su mamá, Eva, y sus hermanas, Delfina y Mariquena, en las gradas dejando la voz para alentar a su sangre y semejantes.

Tiempo después, a pesar de que Ferrara quería contar con su participación, María Victoria decidió tomar otros rumbos. Priorizó su estabilidad emocional para lograr brindarse a los demás. Primero se fue a jugar a Italia. La ciudad de Roma cobijó su intensidad, más precisamente, el Hockey Club Butterfly se convirtió en su nueva casa. Allí logró mantener su buen nivel y hasta consiguió levantar el primer trofeo en la historia de la institución.

Para estar en la selección tenés que estar al 110%, me alejé un poco del camino por no estar en ese lugar, situaciones que me han pasado en la vida me fueron apartando de ese potencial. Hoy, este llamado de Fer, y al encontrarme con ese 110% de energía, hicieron que vuelva a estar en este momento, en este lugar”, manifestó Vickyta.

También, al estar lejos de su verdadero hogar, se reprochó no poder alzar la primera gran hazaña de su querido Santa Bárbara. Las Damas de Gonnet, contra todo pronóstico, le dieron vuelta el partido a Lomas Athletic, correspondiente a la final del Súper 8, y así consiguieron la estrella que hoy tienen bordada en su camiseta. La misma maglia tricolor que Vicky tanto ama y amó, a pesar de no haber estado presente en aquel recordado 3 de septiembre en Santiago del Estero, la mayor de las Granatto estuvo vigente por todo lo brindado que ayudó a hacer florecer a ese galardón.

Poco después, se quitó las ganas y retomó su camino en Buenos Aires. Jugó unos meses con Santa, se reencontró con familia, amistades y en el campo con sus hermanas. Victoria dio todos los abrazos que le faltaban. Gritó los goles atragantados que le quedaban y volvió a Europa, con mucha calma, consciente de que se estaba siendo fiel a sí misma y al dictado de su alma. Un nuevo desafío estaba en marcha, el cual conllevaba un cambio de ciudad. Barcelona sería el lugar que la arroparía y el Junior el club que le daría sus colores para defender.

En España había mucha expectativa y no defraudó. Allí encontró su mejor versión y no por no haberla hallado antes, sino por el mero hecho de disfrutar ayudando a hacer crecer al hockey de su nuevo club. El primer año fue de encrucijadas, logró jugar la Euro Hockey League y convertir goles difíciles de olvidar, pero el final fue amargo por no llegar a los resultados planeados. Eso le afectó, pero no la detuvo. Se cayó, sufrió y volvió a nacer a través de sus cenizas. Aunque en esta nueva temporada habría un condimento que le haría todo más especial. La magia se iba apersonar y, con ella, las alegrías estaban garantizadas. Su hermana, María José, terminó su participación en los Juegos Olímpicos de París y -con una medalla colgada en el cuello- arribó al país ibérico para compartir ataque (por primera vez en Europa) con su ídola de siempre. La doble G retomó sus andanzas, e hicieron temblar a todas sus rivales de la Liga, posicionándose, hasta la fecha, en la tercera posición del campeonato.

Las fui a ver a Las Leonas a París, también cuando estuvieron en Europa por la Pro League, y las visité en el CeNARD. Nunca me desvinculé, siempre estuve presente. La verdad que tengo muy buen vínculo con todas y eso hace que todo sea armonioso, más natural, orgánico y lindo”, identificó Victoria.

Y eso nos lleva a la actualidad, era un secreto a voces que, culminada la primera parte de sus compromisos en España, Vickyta volvería -al menos- a entrenar en Buenos Aires con el seleccionado nacional. Dejando maravillados a propios y ajenos, Victoria seguía con ese nivel que ya no sorprende, porque excedió a una temporada o unas cuantas jornadas. Ahora viajará a Salta para volver a ser parte de una convocatoria y, quizás, calzarse la camiseta argentina, otra vez más, de manera oficial, en la Pro League de Santiago del Estero.

La mayor de las Granatto demostró que puede llegar a lugares inalcanzables para algunos, porque encontró a su primer y único rival: ella misma. María Victoria es dueña de su bandera, la que pretende izar en cualquier pradera, o en cada cancha que se plantee jugar; con solamente una premisa… brindar todo de sí, para el otro y, tal vez así, regalar más de una sonrisa.