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Otra vez el fútbol en segundo plano

BUENOS AIRES -- Un hincha de Tigre muerto, varios heridos, entre ellos integrantes de la Policía, y 78 personas detenidas, fue el saldo del grave enfrentamiento que protagonizaron el lunes a la tarde en las tribunas, campo de juego y calles aledañas al estadio de Nueva Chicago, hinchas de ese equipo y de Tigre, al término del encuentro que ambos equipos disputaron en Mataderos por una plaza en Primera División.

El hincha muerto, según la información del médico Alberto Crescenti, del SAME, había sido internado con un impacto de una piedra en el cráneo, pero poco después falleció.

Fuentes de la Policía Federal dijeron que 10 efectivos sufrieron heridas y contusiones que obligaron a llevarlos al hospital Churruca, un número no precisado de particulares también resultó lesionado y 78 personas fueron detenidas.

Los arrestados fueron derivados a comisarías de la Circunscripción 8va., con jurisdicción en los barrios de Mataderos, Lugano y Liniers, entre otros, precisaron las fuentes.

Posteriormente, Stábile puntualizó que "el operativo no falló, simplemente sucedió que 15 mil personas empezaron a hacer fuerza para ingresar a la cancha".

El operativo de seguridad para Chicago-Tigre, en que estaba en juego la plaza en Primera División del equipo de Mataderos, estuvo compuesto por 350 efectivos de la policia, mas personal de apoyo de orden urbano.

El jefe del operativo manifestó luego que los incidentes tuvieron mayor trascendencia por el "resultado adverso" para los hinchas de Chicago y "la antipatía" entre ambas parcialidades.

Instantes antes de la suspensión del encuentro, hinchas locales habían atacado a pedradas el banco de suplentes de Tigre, donde los jugadores visitantes comenzaban a festejar el ascenso del club a Primera tras 28 años de espera.

Una vez reanudado el partido, cuando se jugaban 3 minutos de descuento y la victoria de Tigre era irreversible (2-1 sobre Chicago, que necesitaba ganar para seguir en Primera) el árbitro Gustavo Bassi decretó un tiro penal a favor de Tigre.

De inmediato, cientos de hinchas de Chicago burlaron el cordón policial y cruzaron el campo de juego, arrancando las prendas a sus jugadores y finalmente atacando con todo tipo de proyectiles (incluso golpeando la alambrada con carteles de publicidad) a los ocupantes de la tribuna visitante, que se hallaban en pleno festejo.

Algunos hinchas visitantes que habían superado la alambrada, presuntamente para ingresar a festejar el ascenso, llevaron la peor parte al ser tomados a golpes en inferioridad numérica por el grupo agresor.

Los disturbios siguieron en las calles aledañas al estadio de Nueva Chicago, con nuevos enfrentamientos entre las hinchadas y destrozos de vidrios de comercios y de automóviles estacionados en ese lugar.