BUENOS AIRES (ESPNdeportes.com) - Y un día "Ringo" volvió a su barrio... En forma de un magnífico monumento, desde el sábado Oscar Natalio Bonavena forma parte del Parque de los Patricios, lugar que lo vio nacer y soñar, y del cual toda la vida se sintió orgulloso.
Como pocas veces sucede en esta Argentina que suele olvidar a sus ídolos, esta vez se hizo justicia. Porque "Ringo" es sin dudas una de las figuras más importantes en la historia del boxeo argentino, aún cuando por esas cosas del destino la placa que describe su historia no pueda rezar las palabras "campeón mundial".
Es que a Bonavena le tocó "bailar con la más fea", en una época en la que en la categoría de los pesados militaban "monstruos" como Muhammad Alí, Joe Frazier o Floyd Patterson, a quienes "Ringo" no pudo vencer, pero sí dejar bien en alto el estandarte del boxeo argentino.
Si todavía en el mundo se habla de aquel combate ante Alí, en diciembre de 1970 en el mítico Madison Square Garden, en el que Bonavena dio batalla brava hasta el último round. O de aquellas dos caídas que le propinó a Frazier en el primero de sus enfrentamientos, en septiembre de 1966.
Pero Bonavena trascendió ampliamente el pugilismo. Al punto que sus excentricidades y ocurrencias únicas lo convirtieron en uno de los personajes más entrañables de la Buenos Aires de la década del 60.
Por eso, se hizo justicia con este monumento que revive eternamente a Bonavena, 27 años después de su trágica e inexplicable muerte.
La idea surgió hace dos años del Dr. Daniel Brunet, presidente del Club de Leones de Parque de los Patricios, quien formó una comisión de amigos de "Ringo", formada por los ex futbolistas Carlos Babington, Alfio Basile, el periodista Ernesto Cherquis Bialo, los boxeadores Horacio Accavallo y Marcelo Domínguez, el promotor Esteban Livera, Dr. Roberto Paladino y el presidente de Huracán, Néstor Vicente, entre otros.
El proyecto contó con el respaldo del gobierno nacional y municipal y fue cristalizado por la escultora Mariana Brihuega, quien tomó como modelo al ex campeón mundial de los cruceros Marcelo Domínguez (otro fanático de Huracán) para realizar la estatua.
Con su clásica expresión picaresca y postura de guapo, el monumento - de más de tres metros de altura y 450 kilogramos de peso - se erige justo frente a la sede de Huracán, club donde Bonavena dio sus primeros pasos como boxeador.
A la ceremonia de inauguración asistieron cerca de mil personas, que al ritmo de la popular canción "Pío Pío Pá", que Bonavena grabara en 1965, volvieron a corear el nombre de su ídolo.
También, por supuesto, estuvo presente su familia (su esposa Dora, sus hijos, sus nietos y sus hermanos), que fue la encargada de descubrir el monumento.
"Ringo nos está mirando desde el cielo, y está tan feliz como nosotros por este homenaje", dijo, emocionada, su esposa Dora.
"Hoy le damos la bienvenida a este hombre que siempre fue digno protagonista de su propia historia. A partir de esta obra artística, Bonavena acaba de regresar a las cosas que lo hicieron feliz, como el barrio, su club, su familia, los vecinos...", señalo Cherquis Bialo, quien cubrió varias de sus peleas para la revista "El Gráfico".
La ceremonia tuvo su final perfecto cuando los nostálgicos vecinos entonaron el viejo cántico barrial que supo pasear por las canchas del fútbol argentino en los años 60 y 70: "Somos del barrio / del barrio de la Quema / somos del barrio de Ringo Bonavena".
Seguramente, "Ringo" hizo un guiño desde el cielo. Porque, después de todo, quién necesita un título del mundo cuando se tiene un monumento como éste...