Luego de la victoria de Inglaterra por 26-23 sobre Los Pumas en el partido por el tercer puesto de la Copa del Mundo, Owen Farrell anunció que daría un paso al costado del rugby internacional para enfocarse en su salud mental y en su familia.
El back de 32 años continúa actuando para Saracens, su club, pero no será parte del próximo Seis Naciones y no tiene una fecha de regreso marcada en el seleccionado nacional. De hecho, Steve Borthwick dejó en claro que los tiempos los pondrá el propio jugador, que fue capitán hasta la RWC 2023.
"Todos tenemos la esperanza de que regrese pronto a la selección inglesa en algún momento. Pero esa será una decisión que tomará Owen. ¿Volverá a jugar con Inglaterra? Yo espero que sí. Creo que, como fanáticos de Inglaterra, todos lo esperamos. Es uno de los mejores jugadores y capitanes de todos los tiempos. Pero ésa será su decisión, en el momento adecuado para él", aseguró el coach.
Borthwick, además, contó cómo fue el momento en que Farrell decidió hablar con él sobre su situación, ya encarando la recta final del Mundial en Francia: "Dimos un paseo y Owen compartió algunos de sus pensamientos y lo que estaba pensando en ese momento. Luego se tomó un período de reflexión y nos reunimos un par de semanas más tarde y me comunicó su decisión de retirarse".
"Lo primero que diré es que siento una gran admiración por él, como hombre, como jugador y como líder. Hace falta mucho valor para hacer lo que ha hecho", agregó el entrenador, quien se refirió a las presiones exteriores y especialmente a los insultos que recibió Farrell en redes sociales, algo que también sufrieron el árbitro Wayne Barnes y el TMO Tom Foley, ambos retirados del rugby internacional tras la RWC.
"Sólo en Inglaterra hemos visto a un jugador, a un capitán y a dos árbitros retirarse en lo más alto de su carrera debido a ciertos problemas. Hay problemas sociales. El odio que se difunde en Internet no está bien, no es correcto. Que la gente tenga que soportarlo, que sus familias tengan que soportarlo, que la gente abandone el deporte es terrible. No tengo las respuestas, pero sé que está mal y que no son verdaderos aficionados al rugby los que dicen estas cosas", expresó.
"Esto es rápido y cambiante, y no creo que ninguno de nosotros esperara lo que ocurrió en la Copa del Mundo en ese ámbito, o que se llegara a ese nivel de hostilidad contra ciertas personas y ciertos equipos. Se está acelerando muy rápido, por desgracia. Está claro que la selección inglesa de rugby está sometida a un gran escrutinio, potencialmente a otro nivel. No se trata sólo de los jugadores, sino también de los dirigentes ingleses, de los funcionarios y de sus familias. Queremos asegurarnos de que les ofrecemos el apoyo necesario, que será diferente para cada persona", concluyó Borthwick.