A pesar de haber conseguido una histórica victoria en el debut del Seis Naciones ante Gales en el Principality de Cardiff, pareciera que no todo fue alegría dentro del vestuario de Escocia. Tras el ajustado triunfo (27-26), Finn Russell, capitán del combinado tras las lesiones de Blair Kinghorn y Rory Darge, mostró su disgusto luego de la victoria, alegando a la falta de disciplina de alguno de sus compañeros.
El trámite del pleito parecía el soñado en la previa. El Cardo terminaba el primer tiempo con un soprendente 20 a 0, el cual se estiraría con el try de Duhan van der Merwe a los tres minutos del complemento. Tras la conversión del capitán, el score marcaba un 27-0 que parecía irremontable. A partir de ese momento el sueño se terminó y casi terminó convirtiendose en una pesadilla. Pero los dirigidos por Gregor Townsend terminaron aguantando la remontada de los Dragones Rojos para conseguir una trascendental victoria, que cortó con una sequía de 22 años en suelo galés.
A pesar de ello, el apertura decidió evadir la euforia en una charla con la BBC Sport, para ser autocrítico por el nivel mostrado en el segundo tiempo. Los primeros apuntados por Russell fueron George Turner y Sione Tuipulotu, que fueron amonestados: "Lo frustrante fue que los puntos que estaba planteando no fueron escuchados. Les dije que abandonaran el ruck y aún así siguieron entrando, por lo que fueron castigados por sus indisciplinas. Es algo que tendremos que revisar como equipo. Cuando recibamos mensajes de entrenadores y jugadores tenemos que escucharlos".
Continuando con la misma temática, el número diez escocés continuó mostrando abiertamente su descontento: "Si el mensaje es dejar el balón y los jugadores todavía van por él, esas personas deben analizar su juego y lo que están haciendo porque eso nos terminó perjudicando". También añadió que semejante diferencia en el score los terminó relajando, para reflexionar que "la victoria es brillante, pero la segunda mitad no estuvo ni cerca de donde necesitamos estar. En la primera parte controlamos el juego y en la segunda parte la disciplina fue mediocre. Cuando anotamos ese try a principios de la segunda mitad, probablemente nos volvimos un poco complacientes, para ser honesto", aceptando que pensaron que en ese punto el pleito estaba terminado.
A pesar de todo lo anteriormente remarcado, el apertura de Bath destacó que lograron calmarse en los últimos diez minutos para lograr el objetivo: "He estado en partidos así con la Selección en los que terminamos perdiendo. Eso fue lo más agradable, lo destacable, que encontramos la manera de ganar con el público en contra". En la misma tónica, añadió que eso "muestra lo lejos que hemos llegado, para poder luchar y ganar esta clase de partidos. Siento que nos quitamos un gran peso de encima".
Finalmente, palpitó lo que será el próximo encuentro frente a Francia, el cual se llevará a cabo el sábado 10 en Murrayfield, para lo que siente que "hay mucho en lo que trabajar, lo cual es un lugar positivo para estar".