Los especialistas de Equipo Scrum debatieron acerca de cuáles serían las mejores posibilidades para que la actual camada de Los Pumas y las futuras generaciones sumen un mayor grado de competitividad, lo cual le brindaría otro vuelo al seleccionado buscando un continuo progreso. El programa, en Star+.
Las opciones que barajó el panel fueron las siguientes: comenzar con dos o más franquicias en el Super Rugby Pacific, junto a los combinados de Australia y Nueva Zelanda, continuando el legado de Jaguares, u optar por el camino de Sudáfrica de insertarse en Europa, con la conformación del United Rugby Championship junto a los clubes de Irlanda, Gales y Escocia, teniendo en cuenta los sudafricanos obtuvieron la información y la competitividad necesaria para alzar las dos últimas copas del mundo.
El primero en levantar la voz fue Gonzalo Tiesi, que consideró que el horizonte no apuntaría hacia arriba, ya que "pensar en una posibilidad donde el rugby argentino esté insertado en una competencia del norte es casi imposible", por lo que la opción más recomendable, al menos en un futuro inmediato, sería "continuar con el modelo Jaguares, pero esta vez con al menos dos franquicias en el Super Rugby".
Por su parte, Lucas González Amorosino consideró que el nivel actual de los jugadores de elite argentinos es muy bueno, pero el problema se encuentra en lo que viene: "Estamos en una situación crítica... Los menores de 20, o la última camada que subió a Los Pumas, tienen cuatro o cinco años donde no están jugando en ninguna competencia y no sé donde van a encajar. Eso les genera una gran diferencia contra las tres potencias del Hemisferio Sur y mismo contra los de Europa", concluyó con mucha decisión.
Gran parte de la mesa consideró que lo ideal sería seguir el camino que comenzó Sudáfrica al insertarse en el modelo europeo, ya que así obtuvo lo mejor de "ambos mundos". Pero Martin Altberg dio a conocer los motivos por los que la UAR consideró no estar en condiciones de hacerlo. La primera razón sería que "el modelo no es sustentable. Es muy costoso tener una franquicia allá y no genera ningún tipo de afinidad con el fan, con nadie que te pueda seguir semana a semana". Mientras que la segunda barrera radicaría en la competencia, porque "tampoco te garantiza que los jugadores den un salto de calidad, ya que en definitiva la mayoría ya se está desempeñando en las diferentes ligas del viejo continente".
Otro impedimento estaría en cómo seducir a los diferentes protagonistas para que peguen la vuelta y comiencen de cero nuevamente, siendo que en su mayoría ya lo están haciendo en las ligas de elite del viejo continente. Para analizar esta problemática, Marcelo Bosch utilizó como ejemplo a Juan Cruz Mallía, flamante campeón de la Champions Cup junto a Santiago Chocobares, preguntándose si el back estaría ilusionado en volver a desempeñarse en el país: "Con la vida que el tiene y lo instalado que está, a parte de que está compitiendo en el más alto nivel... ¿Volvería acá? Sería para ver que sucede con un supuesto equipo el cual va a competir en un Super Rugby que todavía se está definiendo hacia donde va...", finalizó con incertidumbre.